27 DE
SEPTIEMBRE
DÍA MUNDIAL DEL TURISMO
LA RESERVA
Y SANTUARIO
DE CALIPUY
Danilo Sánchez Lihón
19 Capulí, Vallejo y su Tierra, en Calipuy. Mayo del año 2018. Foto: Jaime Sánchez Lihón
1. Cómo
sobrevivir
Calipuy
es Reserva y Santuario Nacional por la rareza de su pródiga flora y fauna
silvestre, situada en la vertiente
occidental de la Cordillera Norte del país, en la provincia de
Santiago de Chuco, tierra del poeta César Vallejo.
A la maravilla que es la cahua, profusa en
Calipuy, se agrega otro portento que ha escogido también este lugar como su
refugio natural: el guanaco. Ambas presencias vivientes habitan en esta región
precisamente por la aridez del suelo.
Como si estas dos vidas
hubieran querido compensar, con su rara belleza, las desventajas de una zona
inclemente y escabrosa. De ese modo quisieran decirnos y dejarnos un mensaje
moral, como si anhelaran con sus presencias fortalecernos el alma, ser ejemplos
de sacrificio, austeridad y virtud.
Los hombres en tal sentido y
ante estas muestras de profunda convicción por la vida, ¿podríamos ser indiferentes?
Y menos, ¿abandonados e indolentes? Ante estos ejemplos una reacción y reflejo
es: ¡también pongamos nuestro aporte en algo! Porque al igual que la cahua, el guanaco
es un documento vivo por estudiar y saber acerca de cómo
sobrevivir a todos los climas adversos, catástrofes y calamidades.
2. Es
tan grande
Que aquí han sido muchas y
seguirán siéndolo: glaciaciones, sequías sucesivas, inundaciones, avalanchas,
hambrunas, heladas, terremotos, cambios climáticos de todo tipo. Es decir, la
vida aquí es una certificación de coraje y de fe.
El guanaco es el eslabón de
los camélidos que devienen desde el pleistoceno de la tierra, de los últimos
relictos en donde fue un milagro que la vida sobreviviera. Igual que la cahua
en el reino vegetal es una especie que puede vivir en terrenos áridos, con poca
agua y poca comida.
El guanaco es el ancestro de
la llama y la alpaca, de quien estas dos especies derivan y proceden.
Es de color rojizo, pero
blanco o beige hacia el vientre. Y es tan grande como la llama, con 1.60 de
alzada.
Tiene un metabolismo que le
permite resistir la sed y el hambre por un tiempo considerable en relación a
otras especies.
Ese mismo ascetismo y esa
capacidad de resistencia la tenemos, también los chucos, de donde el guanaco
proviene.
3. Yo soy
la llama
César Vallejo lo reivindica
cuando en su poema Huaco se adhiere totalmente al mundo andino, al decir:
Yo soy el coraquenque ciego
que mira por la lente de una llaga,
y que atado está al Globo,
como a un huaco estupendo que girara.
Yo soy el llama, a quien tan sólo alcanza
la necedad hostil a trasquilar
volutas de clarín,
volutas de clarín brillantes de asco
y bronceadas de un viejo yaraví.
Soy el pichón de cóndor desplumado
por latino arcabuz;
y a flor de humanidad floto en los Andes,
como un perenne Lázaro de luz.
Yo soy la gracia incaica que se roe
en áureos coricanchas...
4. Sabiduría
y belleza
Por algo compartimos el mismo
medio ambiente vital.
Su figura, en estas yermas
estepas y laderas desérticas, es afirmación de la vida. Su talante recóndito y
hierático apunta a significar que se sobrevive por los pensamientos profundos y
emociones acrisoladas.
Los guanacos viven formando
una familia o tropilla protegida por el macho dominante, generalmente a partir
de los cinco años de vida, conformada de seis a diez hembras fértiles, además
de sus crías.
Como su grácil figura y
estampa nos expresan y quieren simbolizar que la belleza es inherente al valor con
que se vive. Y que la sabiduría debe darse ligada a la belleza.
Sin embargo, yo he escuchado
insultar de este modo:
– ¡Oye, no seas pues guanaco!
–Y quieren decir con ello: no seas serrano ni auténtico, ¡occidentalízate!
5. Ejemplo
de vida
Que es de las peores
imposturas del alma, porque es como insultarnos a nosotros mismos y porque nada
hay de más sublime que aquello que nos ha legado y aún nos prodiga el mundo
andino.
Cuando todo en el guanaco es
vestigio de gloria cómo hacer para defender la vida y hacerla heroica.
Y ejemplo, además, de cómo
cuidar el medio ambiente en que vivimos. Así:
Vive en parajes desolados,
para darnos un ejemplo de vida. Por eso tiene labio leporino, adaptado para no
arrancar la hierba causando la muerte de la planta, sino podándola para
asegurarle una larga vida.
Por eso, al contrario de
jalarla, como hacen los otros animales, que así la matan, él apenas corta sus
hojas, haciéndole un bien porque las fortalece; para lo cual ha adaptado una
dentadura grande y cortante.
6. El exterminio
antrópido
Su manera de comer ha quedado
tipificarla como el ramoneo, porque se pasea regresando al lugar donde a los
pocos días de haber estado allí ya encuentra nuevos brotes y retoños.
Corta del mismo modo las
hojas de los arbustos. Y tiene un sistema digestivo y sanguíneo para resistir
temporadas largas de hambruna y sequías.
Y siendo de ese modo, ¿no es
entonces un buen montonero, miliciano y guerrero de la resistencia andina?
De este modo ha soportado a
los embates más duros de la naturaleza.
Sin embargo, aquello que lo
ha llevado al borde de la extinción y desaparición total es el exterminio
antrópido causado por la mano del hombre.
Ante este hecho infame,
porque su caza ha sido despiadada por su carne y por su lana de especial finura,
el guanaco ya es casi pieza de museo.
7. Balance
histórico
Situación causada por un ser
supuestamente inteligente y racional como se autoproclama el ser humano, quien
además necesita de él, pero paradójicamente a punto de hacerlo sucumbir.
A la llegada de los españoles
a América, ellos mismos calcularon una población de 500 mil guanacos en el
ámbito de lo que ahora es el Perú, es decir medio millón de cabezas.
Ahora no pasan de 2,600
unidades en toda la extensión del territorio de la República.
Ese es el balance de nuestra
historia.
Ese es el modelo occidental
en contraposición al modelo andino donde cahua y guanaco, y muchas otras
especies, prosperaron.
Indudablemente es el hombre
como individuo por un lado y, por otro, es el modelo social. Es la sociedad de
mercado y el modelo capitalista, opuesto al modelo y organización de la
sociedad y mundo andino.
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