sábado, 30 de noviembre de 2019

30 de noviembre. Semilla en el surco. Sentir y amar lo nuestro.


30 DE NOVIEMBRE
SEMILLA EN EL SURCO

SENTIR
Y AMAR
LO NUESTRO


Danilo Sánchez Lihón



  

1. Los afectos
y la ternura

En ningún idioma originario del Perú antiguo se registra la palabra; “pobre”. Ni siquiera consta este vocablo y adjetivo. Ni siquiera “pobreza”. Ello no solo quiere decir que no la había sino que aquella condición es extraña, ajena e inconcebible. Que no es inherente a nuestro ser. Y que es extraña a nuestra cultura y a nuestra verdadera identidad.
Y es porque antes aquí no había personas en esa situación. No había hambre, ni había escasez, ni mucho menos desamparo y desprotección. Ninguno aquí carecía de falta de vivienda ni de empleo; porque todos formaban parte de una organización, y todos trabajábamos con entusiasmo, alegría e identificación.
Pero aún más: no es que solo no había penuria material, sino que no existía pobreza en el plano afectivo, anímico o espiritual. Aquella pobreza más dañina y peor que es sinónimo de abandono, de ostracismo y marginalidad, que es la más corrosiva de las miserias y de lo que tanto adolece el mundo contemporáneo y occidental.
Y que no se daban estos lastres ni taras entre nosotros en donde prevalecían principalmente los afectos y la ternura. La pobreza entonces nos la han traído y nos la han impuesto.


2. Nuestras
fortalezas

En el Tahuantinsuyo todos éramos ricos, nadie era pobre. Todos tenían protección y seguridad social. Así, las primeras tierras que se cultivaban eran de las asignadas a las personas desfavorecidas por algún azar de la naturaleza. La nuestra era organización socialista.  
Y esa es la razón y la consistencia para que sigamos existiendo, siempre con ilusión, esperanza y sueños indestructibles. Porque alguien se ha preguntado, con una frase hiriente y que encierra frustración: “¿En qué momento se quebró el Perú?”.
Es legítimo revertir esa frase, y quizá con mucha más sintonía con lo que verdaderamente somos, y más bien cabe preguntarnos así: “Qué hace que el Perú, pese a las adversidades, sea indestructible?” O: “¿cuál es la clave del Perú eterno?”
Porque el Perú no ha sucumbido hasta ahora en nada, pese a las más atroces agresiones, como el exterminio desatado en la época virreinal o de la colonia. No ha sucumbido pese a los asedios, a las políticas de exterminio sistemáticas y oprobiosas. Sobrevive por sus fortalezas y valores, por su honda raíz ancestral, con mucho lastre y mucho fondo, porque es un pueblo con identidad.



3. Su profunda
razón de ser

El Perú pervivirá siempre por su variada, profunda e inmensa identidad, la misma que es viva, contumaz y apasionada. Grabada a fuego lento. Identidad que felizmente no es un ejercicio teórico que se resuma y plasme en un cuerpo de ideas.
Tampoco se ofrece a la elucubración que terminará desfigurando ese rostro de suyo tembloroso, palpitante y lleno de pujanza de lo que esencialmente somos.
Y es que el problema de la identidad no es cuestión o asunto de carácter intelectual. Ni es abstracción que permita dilucidar esto o aquello como si fuera un capítulo o segmento de una disciplina o lección.
Como se podrá comprender, la identidad en general, y muy especialmente la que corresponde al ámbito de los comportamientos. No se la aprehende, ni se la aborda ni abarca por la vía cognitiva.
La identidad no es una supra estructura que se la pueda esquematizar, ni tampoco percibir ni ordenar académicamente. Ni mucho menos sus conclusiones haya que resolverlas como producto de debates intelectuales, académicos o científicos.


4. Qué pueblo
para conmovedor

La identidad más bien es fragua diaria y crisol que se moldea a cada hora. Es yunque vital. Son caminos y atajos de honda naturaleza emocional y afectiva. La identidad es vida cotidiana. Es la utopía andina que hemos de restaurar aquí y ahora, en estas calles.
La identidad no existe si no se la vive en un intercambio y en una labor creativa permanentes. En la cual su materia es el conjunto de problemas, de realidades, de hechos y vivencias irrenunciables que están confundidas, con el acontecer habitual e histórico.
Es allí, en ese fragor, en donde hay que saber encontrar su raíz y su profunda razón de ser para proyectar sus renovados contenidos hacia el porvenir. Perspectiva en la cual cabe reconocer: ¡qué pueblo para hermoso, conmovedor y grande es el nuestro, heredero de la cultura incaica!
Cultura la de aquí que incluso, comparada con las demás, que existían en Europa en aquella época, la nuestra se situaba en un nivel moral inmensamente superior. Era mucho más avanzada, por supuesto, que todas las culturas existentes hasta ese momento en el viejo continente, como en cualquier otro lugar del planeta Tierra.


5. Saber
vivir

A la cual se la ha tratado de medir y comparar, pero con parámetros europeos, que no es lo legítimo, para sostener que estaba en un grado de menor desarrollo. Y se la ha querido ubicar hasta en un estado incipiente, por su desconocimiento de la escritura, de la pólvora y de otros aparentes adelantos técnicos.
Cuando lo primero que tenemos que comprender y alentar es que nuestro desarrollo sea en valores. Y, además, propio, genuino y en relación a la naturaleza. Y en todo esto salimos triunfales, dado que todo en el Perú es creación heroica y en coherencia con nuestra realidad.
Sin embargo, las políticas mundiales han tratado de hacernos creer que la única alternativa y modelo es lo central europeo. Que aparte de la alternativa que ellos defienden no hay otra.
¿Qué alternativa eligió el mundo andino? Completamente otra, distinta al afán de poder y acumular riqueza a costa incluso de invasiones y de guerras. Nuestra perspectiva es otra, fundamentalmente: saber vivir.
Es cierto que aquí no conocimos ni la rueda, ni la pólvora ni la escritura. Pero es que no la necesitábamos. Y que, por ejemplo: ¿cómo aplicar la rueda en un territorio abrupto? ¿Para qué la pólvora cuando éramos una cultura de paz?


6. Su dimensión
más prístina

Y, ¿para qué la escritura cuando la oralidad que cultivábamos valoraba lo directo, la sinceridad y la transparencia entre quienes nos reconocíamos como hermanos? Si habíamos llegado a formas en que nuestra comunicación era perfecta.
En cambio, si midiéramos el grado de desarrollo por los principios que aquí se pusieron en vigencia, como la reciprocidad, el bien común y la solidaridad, ¿cómo quedaría lo europeo? Y si lo visualizamos por la organización que aquí se logró alcanzar, ¿qué conclusión habría? O si fuera por las obras de ingeniería que aquí se ejecutaron, ¿los resultados serán completamente distintos?
Por nuestros valores absolutamente no hay término de comparación. Tomando tal sentido la cultura andina resulta hasta utópica, que es su dimensión más prístina.
Sin embargo, lo peor que nos puede ocurrir en relación a la identidad es seguir sumidos en la miseria, como lo seguimos estando ahora. Y que es aquello que nos resta, disminuye y atrasa. Y que es lo que ocurre principalmente en el ámbito de las poblaciones indígenas, hacia las cuales se ha infligido todos los abusos, y en donde el cuadro que se presenta es de extrema pobreza, la misma que se asesta mayormente en contra de nuestras culturas originarias.


7. La mirada
y la mano firme

De lo que se desprende que lo principal que hay que corregir en la visión de la identidad es que ella no es una noción ni visión anclada en el pasado.
Su signo no es estar dando vueltas en aquello que aconteció ayer. Ella se sumerge en el presente ardoroso, vital y en combustión permanente, y para resolver los problemas del presente con cara hacia el mañana y de manera vigorosa.
Lucha alentando valores auténticos en la circunstancia que nos ha tocado vivir. Y que no se da de manera fácil o al alcance de la mano, en una situación en que hay muchos factores del exterior que condicionan la sintonía con lo que verdaderamente somos y queremos.
Porque la esencia es un núcleo muy hondo, y para captar la cual hay que tener la mirada y la mano firme, señalando la dirección que debemos seguir. Hagámonos más únicos, más solidarios, más fraternos. Y apoyémonos mutuamente. Y actuemos animosa y consecuentemente en los pasos que hemos de andar.
Y lo principal es tener en cuenta que lo que al final rige: que no es tan importante saber lo valioso que somos, sino que sabiendo en dónde está el tesoro, explorar en dicho sitio, extraer el caudal encontrado, y poniéndolo fuera, transformarlo en piedras preciosas.



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viernes, 29 de noviembre de 2019

29 de noviembre. En el 100 aniversario. Danilo y Los heraldos negros


29 DE NOVIEMBRE
EN EL 100 ANIVERSARIO

DANILO
Y LOS HERALDOS
NEGROS


Manuel Velázquez Rojas



Campana de la Escuela de César Vallejo
Pintura: Juvenal Sánchez Lihón


Danilo Sánchez Lihón ha nacido en Santiago de Chuco, el poblado andino más hermoso del Perú, con sus casitas hermanadas por sus techos de tejas rojas, con sus anchos portones y sus poyos para descansar. Con inmensas moles de piedra y nieve de los Andes que son los guardianes eternos de la vida de los santiaguinos.
El poeta y escritor Danilo Sánchez Lihón ha publicado interesantes y fervorosos libros sobre la vida y el evangelio de César Vallejo. Es el creador y director del colectivo cultural “Capulí, Vallejo y su Tierra”, cuyos eventos en Lima, Trujillo y Santiago de Chuco, son verdaderos hitos en la cultura peruana a partir del año 2000.
Y, naturalmente, su educación primaria, con su hermano Juvenal, transcurrió en el Centro Escolar 271; el mismo en el que César Vallejo aprendió a leer y escribir, institución educativa que en los actuales años su denominación es Centro Educativo Peruano 80520, y sus aulas llevan los nombres de ilustres profesores y poetas egresados.



En la Escuela de César Vallejo


Citaré a dos: el aula del primer grado lleva el nombre del poeta César Vallejo; y el de cuarto grado el de Pascual Danilo Sánchez Gamboa. Reitero mi homenaje al padre de Danilo y Juvenal, por ser un digno y valioso ejemplo de responsabilidad educativa; toda su vida la dedicó a estudiar y enseñar a los niños durante 41 años.
Danilo hijo lo ha retratado en su dimensión humana y espiritual en su libro “Alma de maestro”, y le dedica además con ternura y devoción el libro De vuelta a casa. Entresaco algunos conceptos pertinentes:
El libro De vuelta a casa) ...lo dedico a tu empecinamiento para no abandonar tu pueblo (...), a tu terquedad para no renunciar a la escuela, aduciendo siempre que tenías niños en transición, en primer o segundo grado, o que ese año tenías que sacar promoción.
A tu secreto para hacer callar a cualquier niño que llorara. Y al violín que tocabas en el corredor, haciendo que todos, atentos en profundidad, dejaran de parpadear, absortos por las melancólicas melodías.



Santiago de Chuco de tejados rojos


Retomo el tema de hoy: celebrando los cien años de vida de Los heraldos negros, Danilo Sánchez Lihón ha escrito unas memorables páginas que relatan episodios autobiográficos y que ascienden a complejos y hermosos análisis de los poemas de la primigenia obra poética de César Vallejo.
Danilo Sánchez Lihón relata:
...la Educación Secundaria la estudié en el Colegio Nacional César Vallejo, en donde mis profesores eran vallejistas de alma, corazón y vida. Y agrega: Junto a mis compañeros he recitado hasta desgañitarme por los caminos los poemas de César Vallejo, principalmente aquellos del libro Los heraldos negros, por sentir que en ellos encontrábamos lo que a cada instante estábamos viviendo, (...), y hasta nos parecía que eran entresacados del fondo de nosotros mismos.
Por todos estos profundos motivos Danilo ha escrito el libro titulado Los heraldos anuncian que alguien viene. Un libro de análisis de los poemas que integran este poemario inicial de César Vallejo.
Danilo dedica muchas páginas del libro para dilucidar el sentido personal y la proyección histórica del poema liminar del libro. Un análisis literario, filosófico y vital que descubre esencias y realidades escondidas.



Quiyayas en Santiago de Chuco


Estimo que son muy precisas y acertadas sus ideas y las cito:
El poema Los heraldos negros de César Vallejo contiene un mensaje personal, pero también resume y sintetiza un mensaje colectivo y, más específicamente, nuestra historia nacional; y en gran medida de toda la América Latina

César Vallejo leyó, por primera vez, el poema “Los heraldos negros), la noche del 10 de junio de 1917, en la casa del artista plástico Macedonio de la Torre. Los que conformaban “La bohemia de Trujillo” y los demás asistentes, por el tema novedoso y doloroso, callaron unos segundos, y luego aplaudieron.
A partir de esa noche, el poema ha merecido estudios, análisis y variadas interpretaciones. Unos críticos subrayan lo vital; otros el asunto histórico; y otros la relación del ser humano con la divinidad.



Aula Danilo Sánchez Gamboa
en la Escuela de César Vallejo


Y termino con el poema. Para Danilo:
El “Yo no sé” es misterio absoluto, es el límite inexorable del hombre de poder ir más allá de su indagación del sentido de la vida, del sufrimiento y del dolor. (...) nada puede ser más fuerte ni atroz que esos golpes, porque son como del odio de Dios. (...) Estos heraldos no es que a veces llegan. No. Ellos ahora mismo están aquí.
Danilo Sánchez Lihón, en su libro Los heraldos anuncian que alguien viene, reitero: analiza los poemas de LHN, desbroza y deshecha las equívocas interpretaciones de los poemas. Para mi sentir, cito en especial los análisis de los poemas: “El poeta a su amada”, “Verano”, “Septiembre”, y el icónico “Idilio muerto”.
Hay una cronología real de esta relación amorosa. César Vallejo está de vacaciones en Santiago de Chuco, en 1915. Dejadme decir con mis palabras:
Poeta, tu viste a las quiyayas desde niño y comprendiste su recuerdo ancestral. Pero, en la flor de tu juventud, tu corazón palpitó de forma acelerada cuando una de las quiyayas, la más hermosa, se acercó a ti, sonrió y colocó su inmaculado pañuelo sobre tu hombro, indicando así que eras el joven de su preferencia, a ti dedicaba sus cantos. Dime, César, ¿aquella doncella de pómulos sonrosados y sonrisa feliz, era Rita?



Con Manuel  Velázquez Rojas en Trujillo


El segundo hito temporal de esta relación sentimental, se puede leer en la carta de César Vallejo a su hermano Manuel Natividad, fechada en Trujillo, el 2 de mayo de 1915. El poeta le pide a su hermano:
Dame razón detallada de aquella vecinita pequeñita, de aquella criatura de color moreno y de talle delgadito, de quien te conté me obsequió un pañuelo. Cuídala qué hace, cuál es su conducta y si talvez da oídos a alguien. Y te ruego que siempre me hables de ella cuando me escribas, pues la recuerdo mucho, y la sueño todas las noches, y por eso talvez estoy triste, tan triste. (2002:8)
El poema que catapultó a la fama a César Vallejo fue el titulado “Aldeana”, que se publicó el 1 de enero de 1916, en el diario La Reforma, de Trujillo, y en la revista Balnearios de Lima, el 2 de enero de 1916. Lo interesante para nuestro tema es que después de una hermosa descripción de Santiago de Chuco y sus pobladores; el verso final es personal y dice:
Llora un trágico azul de idilios muertos. (2009: 18), y termina con un signo de admiración, y el poeta coloca 14 puntos suspensivos. Para César los puntos aquí es un tiempo que aún no ha terminado. En la versión que aparece en el poemario LHN, se ha puesto un solo punto, el punto final. Luego se coloca el poema “Idilio muerto”, escrito en Lima, en 1918.



Con Manuel Velázquez Rojas en Santiago de Chuco


Escuchemos a Danilo:
Rita es un símbolo. Vale como lo particular, como la muchacha que fue, con la circunstancia que le tocó vivir, y que se centra en lo ocasional y biográfico, razón por la cual se ha indagado tanto en saber quién fue esa mujer. Pero vale más en la dimensión de lo que representa, cuál es: el mundo andino, que él transluce, refleja y proyecta, y que lo hace sentir como escritura y poesía.
Es “Idilio muerto” un poema de la intimidad, como una confesión. Es un poema de su tierra, de Santiago de Chuco, que él llevó clavada en su alma. Poema de la dulzura infinita, del encanto y la magia del mundo andino. Donde se plasma y queda grabado a flor de fuego aquella característica esencial del mundo andino como es el candor, la maternidad y sobre todo lo piadosos que suelen ser los habitantes de ese universo, y que se traduce en otro valor fundamental que también César Vallejo lo supo expresar, cual es: la solidaridad.
Danilo Sánchez Lihón nos revela con sus valiosos conocimientos de literatura y filosofía, un válido sentido y proyección de los textos de Los heraldos negros, piedra fundamental del templo Vallejo.


Fotos 2, 3 y 4
Jaime Sánchez Lihón




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29 de noviembre. Feria del Libro del Bicentenario. Un invento futuro que revolucionará al mundo.


29 DE NOVIEMBRE
FERIA DEL LIBRO DEL BICENTENARIO

UN INVENTO FUTURO
QUE REVOLUCIONARÁ
EL MUNDO


Danilo Sánchez Lihón



Pinturas
de Joan Miró


Homenaje a la Feria del Libro del Bicentenario
que se viene llevando a cabo en Lima, del 15 de noviembre
 al 1 de diciembre, en el Parque Kennedy de Miraflores,
organizada por la Cámara Peruana del Libro.


1. ¿Puede haber
algo semejante?

Quiero hacer referencia aquí, en esta ocasión, a un artefacto que se anuncia lacónicamente, quizá por su carácter estratégico y consecuentemente secreto, en un catálogo de inventos que revolucionarán al mundo en un futuro no muy lejano.
¿Cómo es él? ¿En qué consiste? ¿Qué funciones cumple? ¿De qué manera entenderlo, ubicarlo y saber algo acerca de él? Con ayuda de algunos expertos, desarrollo a continuación algunos de los rasgos básicos y anoto algunas de las virtudes más fascinantes de lo que los científicos más lúcidos no dudan en llamar “la máquina perfecta”, maravilla tecnológica y asombro de la civilización humana. ¿De qué sirve? Y, ¿cuál es su sentido? He aquí un acercamiento a este portentoso descubrimiento.
Sirve este objeto para algo fundamental y que ha sido el anhelo de la humanidad de todos los tiempos: prodigar vida, hacer que la existencia se prolongue, se multiplique y alcance a ser eterna. Pero, ¿puede haber algo semejante? Antes no se creía y se descartaba de plano esta idea. Pero la esperanza ha renacido y ahora se dice: ¡Sí, lo hay!


2. Al mundo
con sus hechizos

Dicho artefacto no solo contiene la vida, sino que la da. Y en muchos casos la inaugura y la funda.
Es un invento acerca del cual se tiene real y maravillada expectativa, así como una conmovedora esperanza para cambiar el signo y el curso del mundo. Y que las tecnologías del porvenir algún día quizá estén en capacidad de producir.
Para tratar de explicar su apariencia, e intentar una aproximación a su índole y cualidades, y recurriendo a algo comparativamente incipiente, se trataría de una especie de videocasete que resume una formula clave, un aspecto principal y trascendente. Cuál es: ocuparse de la complejidad de lo simple y de la simplicidad de lo complejo. ¿No es eso supremo?
Posiblemente sea el invento más estupendo que jamás se haya inventado sobre la faz de la tierra desde que el hombre es tal. Su inconcebible simplicidad supera cualquier delirio.
Este invento cambiará nuestras vidas y el panorama de la civilización humana.
Será la expresión máxima de las tecnologías informáticas que ahora sorprenden al mundo con sus hallazgos, hechizos y conquistas. 
3. Búsqueda
tenaz

Pero el artefacto del cual haré una descripción en algunos de sus detalles será la realización más asombrosa y consumada; y señalará el cambio de una era histórica por otra cualitativamente mejor, por los siguientes elementos fundamentales que lo conforman y de los cuales estará hecho:
a. Este artefacto está provisto de una cinta magnética invisible cuyas pilas o fuente de energía serán las células de nuestro propio organismo con las cuales ese objeto inmediatamente se pondrá encender y entrar en operación.
b. Dicha reacción a encenderse ni siquiera dependerá de una orden consciente, sino que estará atento y predispuesto a un leve impulso interior nuestro, al que podríamos definir como “ganas de hacerlo”.
c. El impulso de la persona que se conecta con él es inaprensible para cualquier detector de movimientos, dado que se produce en el inconsciente más profundo de nuestro ser y obedece a una búsqueda tenaz de saber quiénes somos y qué podemos hacer en este universo.


4. Armónico
y asombroso

La curiosidad sobresaliente de este módulo es que se lo mira y empieza a funcionar, así como se lo deja de mirar y se apaga.
Este aparato prodigioso está cableado de modo imperceptible, pero todos sus componentes, hasta los signos más mínimos, interactúan en el conjunto; o en el todo, de modo armónico y asombroso.
Este producto ostenta un cambio revolucionario en el diseño de pantallas puesto que sus bordes se evaporan. Y lo que acontece en ella se integra de modo natural a la vida cotidiana.
La pantalla de la cual está dotada esta máquina, en cuanto a color, tono y luminosidad, se autorregula de acuerdo a los propios impulsos anímicos de la persona que lo usa.


5. Económico
y asequible

Se lo puede llevar a donde se quiera, debido a que está diseñado para ser de uso personal y portátil. Su peso aproximado o promedio, será de 100 a 300 gramos. Los habrá también más grandes y pesados.
Se lo puede descifrar en completo silencio. Las imágenes inmersas en su lectura nunca se repiten, y siempre en algún rasgo se modifican.
La tecnología con que estará fabricado se ha seleccionado escrupulosamente y se ha decidido hacerlo con algo capaz de soportar y superar todas las contingencias.
Es indestructible a los golpes más violentos. Sus únicos destructores son dos elementos primigenios del cosmos: el agua y el fuego, porque él recupera también elementos originales de la creación de los elementos primarios.
A sus pies quedan supeditados los USB, los SSD, los Pendrive, los RAID, los multimedia, las videoconferencias, las autopistas de la información, los mundos virtuales.
De otro lado –y quizá esto sea el centro de su éxito previsible– es muy económico y asequible.
 

6. Hace poco
o hace mucho

Entre otros prodigios de este artefacto es que puede conectar de inmediato, sin antesalas ni citas previas, con los hombres más ilustres, valiosos e influyentes del mundo.
Lo hará sin que se tengan que franquear puertas con vigilantes o policías uniformados que soliciten documentos.
Conecta y relaciona de inmediato con los personajes vivos más célebres que se elija y con el que se anhele conversar de manera directa, franca e ilimitada.
Permite tomar contacto con los hombres más extraordinarios, cualquiera sea la actividad que ellos desarrollen.
Este atributo no abarca únicamente a aquellos personajes que estén vivos sino incluso con quienes ya hayan muerto, sea que hayan fenecido hace poco o hace mucho tiempo.
Se ingresa a dialogar directamente con ellos y, si lo queremos, en el momento más culminante o estelar de su carrera.


7. Luminosidad
y penumbra

Un detalle importante de lo reseñado es que la conversación que se establezca con dichas personas sobresalientes será esencial, sin perder tiempo en lo formal, siendo el trato sin recelos, reticencias ni ambages.
Aquel ser humano venerable no calculará primero quién eres y qué importancia posee su contertulio a fin de hablarte llanamente y brindarte su sabiduría.
Siendo así, este contacto lo regulará el mismo usuario del artefacto y no el glorioso interlocutor quien más bien estará atento a cuando el beneficiario quiera hablar con él.
Empezará a hablarle de lo que él más sabe, del hecho más extraordinario que lo ha hecho memorable y que precisamente es acerca de lo que el receptor anhela conocer.
Esa cinta magnética tiene una pantalla discreta que adopta una luminosidad o penumbra de acuerdo al estado de ánimo del usuario con el que establece un vínculo de afectividad, de compañerismo y hasta de complicidad.


8. Las alas
de Dios

De otro lado, lo asombroso de este constructo es que allí el interesado podrá leerse a sí mismo, y en sus más íntimos repliegues.
En él podrá ver el interior de su ser reflejado en esa pantalla a la vez nítida y difusa, según sea la prudencia puesta por él en este trance.
Lo dicho aún no es todo. A través de este aparato aquel, o quien fuese, se conecta con lo sagrado, esto es: con Dios.
Con él un monje en su cabaña en la selva del Ucayali o en los nevados de la Cordillera Blanca –es de noche en Pucallpa y en Ancash y no hay allí electricidad– siente ante él las alas de Dios o sus ángeles abrirse o plegarse en su frente.
Esta cinta magnética que abarca varios lenguajes, el visual, el auditivo, el icónico, se llama: libro.
Libro etimológicamente deriva de la palabra libertad. Su lanzamiento, en previsión de todos los futurólogos, revolucionará la historia del hombre.



Pinturas de Joan Miró,
quien nació en Barcelona, España, en 1893.
Fue pintor, escultor, grabador y ceramista, considerado
uno de los máximos representantes del surrealismo.
Sus pinturas, su estilo y él mismo han alcanzado
a ser ya universales
.

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