29 DE MAYO
VALLEJO,
RAÍZ Y SAVIA
DEL CAPULÍ
ENTREVISTA
A
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
MARA L. GARCÍA, PHD
BRIGHAM YOUNG UNIVERSITY
UTAH, EEUU
1.
Mara García: Antes de todo, muchas gracias profesor
Danilo Sánchez Lihón por su tiempo para atender esta entrevista. Y para empezar
me gustaría preguntarle: ¿cuál es la conexión entre Capulí, Vallejo y su Tierra
y el poeta universal César Vallejo?
DSL: Es una conexión plena, total y absoluta,
puesto que es él quien inspira este movimiento; pero esa ligazón tiene de por
medio a todo un pueblo y, si es posible, a toda una cultura, y a la humanidad.
Capulí es un encargo directo que nos hace el propio César Vallejo, a quienes
somos sus paisanos, sus coterráneos, su “sangre amada”; con quienes él se
entiende y a quienes tiene confianza y conoce. De allí que son tareas que
asumimos con el máximo de identificación, responsabilidad y fervor, porque
constituyen el evangelio de la solidaridad y fraternidad humanas.
MG: El vate universal es la esencia y el alma de la
organización.
DSL: Y esto deviene de encontrar que Vallejo es
eje, centro y punto de partida y columna de apoyo de una serie de perspectivas
en lo afectivo, cognitivo, político, social, pedagógico, cultural y espiritual.
Él es un hombre clave. Es una piedra angular de 12 y más ángulos. Y no porque
solo sean doce sus horizontes de sensibilidad, reflexión y acción, sino porque
doce es un número cabalístico que quiere significar el todo. Como decía con
íntegra convicción y certidumbre José María Arguedas, "Vallejo es el
principio y el fin".
2.
MG: Entonces, ¿es difícil llevar la insignia y el
emblema vallejo?
DSL: Es una insignia de fuego. Y se es exigente
por ser Vallejo un poeta de culto, a quien acercarse supone mucha autenticidad.
Y, de otro lado, porque llevar el nombre de César Vallejo es de una altísima
significación y constituye un gran honor, un gallardete y una distinción muy
enaltecedora. Es una responsabilidad que hay que merecerla cada día y cada
momento.
Es una
investidura ante la sociedad, de la cual somos conscientes que el principal
atributo para el ejercicio de nuestros actos y funciones ha de ser la
honestidad, que a partir de asumirla pueden ocurrir dos situaciones: Una es que
no tomemos conciencia y desgastemos dicho nombre. O, por el contrario, que
tengamos conciencia de ello y llevemos ese nombre con honor. Y ese es el
hincapié que ponemos en nuestro esfuerzo.
Pero es
importante no solo llevar el nombre y contar con la presencia icónica del poeta
sino, y sobre todo, asumir los valores que César Vallejo encarna, que son
muchos. En primer término, es que no es él un poeta académico, sino vital y
hasta de combate, de lucha y de reivindicación por todo lo humano, y más lo
humano herido, maltratado y ofendido, que hay que curar, sanar y redimir.
Poeta César Vallejo. Pintura de Agustín Rojas
3.
MG: Y, ¿cómo se puede superar esa imagen de un
vallejo pobre, atribulado en un espacio de sufrimiento hasta cierto punto
carente y necesitado de todo?
DSL:
Y que no es una imagen superficial, porque hay una aparente orfandad en
Vallejo, una penuria y hasta una supuesta carencia; situación que se establece
hasta cierto punto por relación dialéctica, por lucha y unión de contrarios.
Porque en el fondo él es un ser henchido, lleno de contenidos y esencias, un
ser pleno y vigoroso.
Por ejemplo, es
un ser nutrido del ser de la madre, y sin embargo en este aspecto es como si no
la tuviera, a quien extraña y reclama tanto que da la impresión que ella estuvo
siempre ausente y distante, cuando es totalmente lo contrario, la unión entre
ambos fue absoluta y cabal, el uno es para el otro y el cariño entre ambos fue tierno
y entrañable.
Él reboza de
amor porque es el shulca y lo amaron de un modo que él mismo confesó que era
tanto que quizá así le hicieron daño. Sin embargo, da la sensación como si el
cariño le hubiera sido escaso y que por eso lo anhela. Y que en relación a la
madre, o que no está o que ha partido, se ha ido o ha muerto, siendo que más
bien ella nunca deja de habitarlo ni morir para él.
Indudablemente
es un hueco y un vacío en César Vallejo, pero porque él cava mucho en esa
presencia. Entonces, por oposición y paradójicamente pareciera que fuera insolvencia,
privación, angustia y falta de algo. Y no lo es. Él la pretende y tiende sus
brazos huérfanos hacia ella. Pero en el fondo está lleno de madre. Es más: la
carga consigo mismo por todos los caminos como una cruz de fervor.
4.
MG: ¿También la pobreza de César Vallejo es una
pobreza aparente, no es cierto?, porque él realmente fue un ser muy dotado de
dones espirituales y de un ingenio muy original.
DSL: Ahí tenemos. También es una situación
contradictoria. Porque él era dueño de todos los talentos. Y de una
extraordinaria riqueza como ser creativo que era. Tanto es rico que, en este
aspecto, es como la pobreza aparente del Perú, porque en el fondo creo que no
hay país más rico y culturalmente asombroso en el mundo.
Y dicha riqueza se
funda en que César Vallejo es un hombre con raíces, con identidad, pleno de
madre, con matriz y lugar de nacimiento, con techumbre y solar, y con fondo
inacabable. Es un ser lleno de todos los dones, ahíto de la humanidad convulsa
y en hervor, de aquella que se nutre de lo más prístino, como es el ser de la
madre.
Porque si
tenemos madre lo tenemos todo. Tenemos ubicación y pertenencia. Pertenecemos a
alguien y somos parte de algo. Siendo así no estamos solos en el mundo, ni como
brizna batida por el viento ni como poñita tirada y arrastrada por las aguas de
la acequia o del torrente, como lo aparenta a veces César Vallejo.
MG: La madre es el remedio que le da fortaleza a
vallejo y llega a ser una presencia esencial en su vida, como se lee en sus
cartas, y en su obra creativa.
DSL: Aquella conexión directa y fluida con el
ser de la madre nos hace sabios y resistentes. Los andinos podemos ser muy
pobres y marginales aparentemente, pero tenemos madre, así ella haya muerto, la
llevamos dentro de nosotros mismos. Siendo así, en el fondo somos poderosos e
invencibles, de allí la proeza suprema de nuestra cultura, que pese a las
pruebas más extremas ha sobrevivido y salido airosa.
Por falta de
recursos económicos o tecnológicos podemos merecer hasta conmiseración. Pero
aquellos aspectos no son lo esencial y resultan algo secundario y hasta banal
ante el hecho de que tenemos madre, con plenitud de mundo y de universo.
¿Podrán decir lo mismo aquellos que pertenecen a los llamados países ricos o
desarrollados? ¿En qué son ricos? ¿Porque presentan superávits aparentemente en
todo? ¿Lo tendrán en la emoción, en la hondura y en la vastedad de lo que es
tener madre? ¿Tienen como nosotros a la tierra como progenitora? Como sí lo
tenemos y lo sentimos nosotros los andinos. ¿Quiénes son ricos entonces? ¿Ellos
o nosotros?
5.
MG: En la obra de César Vallejo la imagen de la
madre está muy presente, inclusive hasta después de muerta éste le confía su
tristeza y tiene encuentros inadmisibles con ella. Esa relación madre/hijo es
muy marcada en Vallejo ¿es la madre un elemento esencial en el mundo andino?
DSL: Un andino tiene madre en todo, así esté
muerta o así nunca alguien haya conocido a su madre biológica, como en José
María Arguedas en que su madre fue finalmente la vieja india Cayetana o la
comunidad indígena de la hacienda de Viseca.
Muerta la madre
un chuco, como lo somos nosotros, los nacidos en Santiago de Chuco, la tenemos
más presente todavía, como lo evidencia César Vallejo cuando expresa: "Madre,
mañana me voy a Santiago / a mojarme en tu bendición y en tu llanto".
Lo dice como si tuviera a su madre presente, pese a que ella ya había muerto
cuando él escribe este poema.
Pero, es más: es
como si él la tuviera delante suyo, allí presente, escuchándola y él conversara
con ella, cuando en verdad va a su encuentro porque ese poema lo escribe en la
víspera de viajar a Santiago de Chuco y cuando ella ya es difunta desde hace
cerca de dos años.
Es que él lleva
no solo a su madre, sino que carga con su casa y hasta porta consigo en su alma
a Santiago de Chuco, su pueblo mismo. Lleva consigo a su tierra adentro. Carga
con su raíz y su árbol, con su bosque y sus montañas; con sus ríos, puentes y
caminos. Y, como ocurre en general con todos los andinos, que llevamos todas nuestras
querencias a cuestas, en la alforja de nuestro pecho o en el quipe de nuestros
hombros. Y con esos atados nos levantamos y nos acostamos cada día en los
países lejanos hacia donde la suerte nos ha arrojado.
Pero, incluso,
estando confinados allí, dormimos en verdad en nuestras casas de la infancia, envueltos
en nuestros paisajes y hasta acompañados por nuestras mascotas en el recuerdo. Ciudades
distantes donde subimos a un tren o a un autobús y con él sube todo el mundo
que aparentemente hemos dejado, pero que cargamos con él, repletos, conmovidos
y sollozantes.
6.
MG: ¿Y cuál es el Vallejo que más resalta y
caracteriza Capulí, Vallejo y su Tierra?
DSL: El que buscamos es el Vallejo vivo, el que
está presente en cada persona real y actuante, aquel que palpita en cada ser
concreto, aquí y ahora. Actual, activo y vigente en este momento. Y para lo
cual nos sirve como un referente el Vallejo biológico, biográfico o histórico.
Pero no queremos quedarnos anclados en el Vallejo literato, formal y canónigo.
Nos obsesiona
encontrar a Vallejo encarnado en cada uno de nosotros y de las personas
presentes, de manera activa en cada persona en concreto, pero particularmente
en aquellas que forman parte de su origen, de su ancestro y de su telúrica,
como es el mundo andino, tan amedrentado, a quienes se los ha marginado en todo,
y arrebatado no solo sus tierras sino también sus destinos.
Pero no
solamente lo buscamos y lo encontramos aquí, en la casa y en la piedra
interiores, sino allá, allende los mares, en la fraternidad humana universal,
porque el mejor homenaje que podemos hacerle a aquel hombre sufrido que fue
César Vallejo, es cumplir sus ideales, y ver realizada su utopía no solo en los
andes del Perú sino en todos los confines de la tierra.
Por ende, el
mejor homenaje por ahora es que su pueblo, que es el Perú, sea atendido y sus
problemas solucionados. Y no hacerles tanto caso a los homenajes formales,
rituales que muchas veces desvirtúan incluso su significado y trascendencia.
7.
MG: Bueno, encaja con todo esto, puesto que Vallejo
representa la solidaridad y la fraternidad universal.
DSL: Es Vallejo quien nos está ofreciendo el
pan de cada día que tiene otro sabor y otra esencia como es el pan compartido.
El pan dividido en pedacitos para todos, que tiene otra esencia de pan.
Porque el pan
Vallejo, los pedacitos de pan fresco que hizo en el horno de su corazón, es pan
que se reparte a todos, que no se lo vende, no es el pan de la sociedad de
consumo. Es el pan espiritual, anímico y fraternal.
Porque además
del pan literario que ya es, porque creo que no hay un minuto ni espacio en el
Perú en que no se esté leyendo o recitando a César Vallejo, es importante
avanzar a concebirlo como el pan nutricio para ser solidarios y vencer a la
muerte alcanzando la eternidad aquí en la tierra.
Porque Vallejo
vence a la muerte, en “Masa”, mediante la hermandad de todos los hombres,
haciendo un ruego y adoptando una decisión unánime, al unísono e
inquebrantable.
Ese es el pan
moral, es el pan de amor. Ese pan es el que compartimos en Capulí, Vallejo y su
Tierra. Y queremos extenderlo hacia todo el país y el mundo. Porque, ¿quién no
es vallejiano en el Perú? ¿Y quién no debe serlo en el mundo?
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