jueves, 31 de diciembre de 2020

31 de diciembre. Hoy se acaba el año y es Noche Vieja. / A quien veas lo has encontrado.


31 DE DICIEMBRE 
HOY SE ACABA EL AÑO 
Y ES NOCHE VIEJA 

A QUIEN VEAS 
LO HAS 
ENCONTRADO 

Danilo Sánchez Lihón 




1. 


Él está 
aquí. ¡O bien es ella! Ya sea que 
viva 
en este lugar, o ya sea que haya 
venido. 
Sea que esté de paso, o bien sea 
que se quede. 
Lo importante es que está, y que 
aquí, hoy 
se encuentra! Y ello es admirable. 
Es un hecho 
portentoso, ¡y hasta una quimera! 
Porque 
cada hombre o mujer que mires 
es 
prodigioso encontrarlos en algún 
sitio. ¡En donde 
estén! Y más aún si continúa por 
un breve 
instante, sea cual fuera el estado 
y condición 
en que se encuentran. Tanto que 
alguien 
estará soñando con él o ella, en 
algún 
recodo, camino o posada; mar o 
puerto. 





2. 

Porque, cada 
quien es el sueño de alguien. Es 
un anhelo 
y una ilusión que aparezca. ¡Él, o 
ella! Son 
el recuerdo vívido de un tiempo ya 
distante! 
Haces de luz iridiscente con quien 
se han 
compartido momentos, o retazos 
de días vívidos. 
A quien ahora tú ves que camina, 
y voltea 
una esquina y cruza distraída una 
calle. Es 
¡con quien alguien sueña dormido 
o despierto! 
Tú y los demás ahora lo ven aquí, 
a él o a ella, 
y no sospechan cuánto darían en 
algún 
otro lugar del universo por volver 
a verlo, o verla, 
sea en esta plaza o en cualquier 
otro sitio del mundo. 




3. 

Son ellos seres en quienes otros 
piensan. Son 
rostros que emergen rescatados 
del mar 
de los años, de las distancias y el 
olvido. 
A cuyo alrededor la felicidad para 
aquel 
o aquella que lo extrañan, ¡ronda! 
Memoria 
que mecen y acunan año tras año. 
Tal vez 
hasta que para ellos acabe la vida. 
Pero tú 
los ves ahora aquí. ¡No son seres, 
como crees, 
cotidianos y ordinarios; ni es gente 
anodina. 
Claro que aquél o aquella que ves 
no lucen nada 
ni se dan importancia. Es más: no 
conocen 
ni tampoco sienten el misterio que 
los envuelve. 





4. 

Lucen, 
eso sí, comunes y corrientes. Y 
¿acaso no es 
así cómo discurre lo estupendo, 
vital 
y extraordinario de esta aparente 
mísera 
existencia? ¿Y acaso no todo es 
milagro 
habitual y no nos damos cuenta? 
Aquí 
está: él, o ella, al mismo instante 
en que en 
algún lugar, cerca o distante, son 
evocados. 
Y ello acontece con cualquier ser 
o persona: 
sea rey o pordiosero, sean sumos 
jerarcas o 
un sumiso peón de hacienda. ¡O 
reo! Por 
más indigentes o humildes que 
sean, 
cada quién ha sido, son y serán 
leyenda y utopía. 





5. 

Así 
se sientan solitarios o agobiados. 
Ya se 
crean triunfadores u opacamente 
fracasados, 
son alguien en quien otro sueña, 
¡y siempre! 
Incluso los que yacen tirados en 
el suelo, vencidos 
cual grumos de polvo; abatidos 
y pisoteados 
a orillas del andén o del camino. 
Bastará 
recordar el día en que nacieron 
y el sueño 
que encarnan para aquellas que 
lo concibiera. 
Al centro de esta vida cada uno 
es una quimera 
que fulge y brilla en el firmamento 
de alguien 
que hasta estas horas todavía lo 
sueña y espera. 





6. 

Si él 
es un hijo, es su madre quien hoy 
lo añora. Y 
anhela verlo de nuevo, cualquiera 
sea 
el lance en que se encuentre; esté 
bien 
o mal; mísero o encopetado. ¡Eso 
no interesa! 
Si es un esposo que se ha ido, es 
su adolorida 
mujer quien espera que cualquier 
día regrese 
transida por la tardanza como está 
ahora, aunque 
han anunciado que hay problemas 
en las vías. 
O que han cerrado las fronteras. 
Si es un padre 
estará en la angustia y desvelo de 
que sus hijos 
por fin aparezcan sanos y salvos. 
es a ellos a quienes ves en este 
instante. 





7. 

Si 
es alguien incluso que no cuenta 
con nadie, 
en el fondo de esta noche solemne 
hay quien toma 
silencioso un café anhelando que 
aquel 
aparezca, dejando entonces para 
ello 
abierta su puerta. ¡Y todo es así, 
porque 
el mundo aparentemente hosco, 
cruel y hasta 
desalmado, es en su esencia a la 
vez 
compasivo, susceptible y sagrado. 
¡Hace 
tanto tiempo que nos despedimos, 
amor mío! 
¿Y quién al verte no sabe que te 
encuentra? 
Mientras yo te adoro tanto y sueño 
a cada 
Instante en verte. O en oír tu voz 
siquiera, 
antes de exhalar el último aliento. 


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