jueves, 5 de marzo de 2020

5 de marzo. Día Jubilar de Trujillo. Soñar en el aula.


5 DE MARZO
SEMANA JUBILAR DE TRUJILLO

SOÑAR
EN
EL AULA

Danilo Sánchez Lihón 



Día Jubilar de Trujillo

1. Respeto
sincero

El siguiente hecho ocurrió en la ciudad de Trujillo en el año 1917, en un momento en que César Vallejo está en el ojo de la tormenta. Se discute de sus triunfos literarios, se lo denigra y también se lo defiende.
Fecha también en que él cursa el segundo año de jurisprudencia, obteniendo notas muy altas en la Universidad de Trujillo, haciéndose merecedor de los primeros puestos y de premios consistente en libros, que obtiene por tener las calificaciones más sobresalientes en diversos cursos de su especialidad.
Esta historia la cuenta Juan Espejo Asturrizaga, expresando que cuando César Vallejo era preceptor de Primer Año de Educación Primaria, en el Colegio San Juan, el director del plantel era don Juan de Dios Lora y Cordero.
La rutina diaria de este señor era pasar por el exterior de los salones, para comprobar la asistencia de su personal docente y ver cómo se estaba desenvolviendo el desarrollo de las clases. Allí fue cuando le atrajo de un aula el profundo silencio reinante. El salón era precisamente aquel donde enseñaba César Vallejo.

Plaza de Armas de Trujillo

2. El sueño
del maestro

En contraste con los otros ambientes, en donde se escuchaba el rumor y el bullicio natural por la presencia de los niños, en este no ocurría lo mismo. Al contrario, reinaba un absoluto silencio.
Era tanta la calma que el director se asomó a ver si había alumnos en ese recinto, puesto que no lo parecía.
Al comprobar, en un vistazo ligero que hizo por la ventana, de que el salón estaba con el íntegro de su alumnado, se quedó admirado sobremanera por el buen comportamiento.
Entonces quiso saber cuál era la razón de ese enorme mutismo. Al asomarse a la puerta se sorprendió al ver que el profesor se había quedado profundamente dormido, hundida la cabeza en el pupitre.
Lo curioso de este hecho es que los alumnos en vez de hacer el desorden natural de su edad, y como era costumbre en los niños cuando no tienen una vigilancia ceñida y alerta, esta vez guardaban extraordinaria compostura.


Antiguo Colegio Nacional de San Juan

3. El sueño
del maestro

Y permanecían en riguroso silencio. Todos se habían puesto a leer o a estudiar, a fin de evitar hacer ruido y de ese modo despertar al maestro.
Era un silencio pleno y respetuoso ante el sueño de César Vallejo.
Pero el otro hecho desconcertante de esta historia es que los alumnos, al notar la presencia del director intentaron ponerse de pie.
Y al hacerlo a la vez producir el sonido de chocar los tacos de los zapatos en señal de saludo.
Esa expresión correspondía a la norma de conducta ante la presencia del director.
Pero lo asombroso es que éste rápidamente, poniéndose el dedo índice en cruz sobre los labios, hizo el gesto de que no hicieran tal bulla.
Y con la otra mano les dio la señal de que permanecieran sentados; expresándoles, de ese modo, que no interrumpieran el sueño del maestro.


Patio Bolívar de la Universidad Nacional de Trujillo

4. El respeto
sincero

Hay actos y situaciones que expresan y marcan el perfil nítido y preciso de un personaje.
El suceso que acabamos de referir nos muestra y revela dos hechos simples, pero de enorme significación.
El primero es algo muy difícil de conseguir de parte de un docente, cuál es el respeto sincero de sus alumnos, rayano en el afecto hondo y de adhesión plena.
Porque ellos más que conocer virtudes conocen los defectos de un maestro, por la impaciencia que produce poner orden en un aula, compuesta de tantos niños como son las secciones en una escuela pública.
Es en lo que menos se puede mentir a un niño. Esto es, en el carácter que tiene su maestro, dado que él es una de las personas a quien más conoce, tanto como a los miembros de su hogar.


Alumnos del Colegio Nacional San Juan

5. Inmenso
magisterio

El otro hecho significativo de esta anécdota es que dicho respeto no se expresa formalmente, sino que surge, en este caso, de manera espontánea desde la realidad y tal como se derivan los asuntos de la vida.
Y mucho más tratándose del sueño de una persona, función muy humana pero débil y hasta defectuosa que ocurra en una situación como la descrita; cual es estar en un centro de trabajo, mucho más en un aula de clase, en donde es inconcebible dormir o dejarse vencer por el sueño.
En la anécdota ocurrida el comportamiento de los niños expresa adhesión, cariño y solidaridad plena con su maestro.
A lo anterior se agrega otro gesto no menos significativo, devoto y de profunda simpatía cuál es el del director.
Es él quien, ante la inminencia de interrumpir el sueño del maestro, inoportuno a todas luces a esa hora, incluso fuera de toda permisión, mucho más ante el director quien es la autoridad correspondiente.


Plaza de Armas de Trujillo, de noche

6. Su magisterio
moral

Y, sin embargo, pide a los niños que respeten el sueño del poeta.
¿No es que quizá también enseñaba Vallejo con su propio sueño o estando dormido?
Al menos así ocurre ahora, que él está dormido. O quizá solo ausente en su presencia física, pero cumpliendo su rol de maestro.
Y lo cumple de ese modo en una proyección trascendente. Acción que se da no solo en el campo de la poesía en donde es guía sino en el del magisterio y en el de la educación en el cual sus actitudes son paradigmas.
Incluso estando dormido, o en el sueño de la muerte, es inmenso su magisterio social, poético, lingüístico, político, e incluso de carácter moral y de compromiso con las causas justas de la humanidad.
En César Vallejo su obra y su militancia es la de un pedagogo que se hace cargo de su comunidad y sobrelleva el drama del hombre como especie, para hablarnos con autoridad en cada acto de su existencia. 


Los textos anteriores pueden ser
reproducidos, publicados y difundidos
citando autor y fuente

dsanchezlihon@aol.com
danilosanchezlihon@gmail.com

Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Editorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.com
Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
Ediciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.com
Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es

  *****
DIRECCIÓN EN FACEBOOK
HACER CLIC AQUÍ:


*****

Teléfonos:
393-5196 / 99773-9575

Si no desea seguir recibiendo estos envíos
le rogamos, por favor, hacérnoslo saber.


No hay comentarios:

Publicar un comentario