lunes, 4 de mayo de 2020

5 de mayo. Visión Futuro para niños.


5 DE MAYO

VISIÓN
FUTURO
PARA NIÑOS

 Danilo Sánchez Lihón





1. Entereza
moral

– Aló.
– Sí, aló.
– ¿Hablo con Danilo Sánchez Lihón?
– Sí, con él. Buenos Días.
– Buenos días. Danilo, te habla César.
– Sí. Aló. Por favor, ¿qué César?
– Te habla César Hildebrandt
No conocía personalmente a César Hildebrandt. Pero sí lo conocía a través de la televisión por su periodismo valeroso, por sus programas que eran un dechado de arte, ciencia y civismo.
Lo conocía por los casos paradigmáticos que había protagonizado de cierre de sus programas en vivo por ser insobornable y denunciar esto y aquello. Sabía de él por los mítines que habían ocurrido espontáneamente al frente de los canales de televisión en su apoyo y respaldo.
Lo conocía por su admirable dominio del lenguaje, faceta en que cada intervención suya era una fiesta de la palabra para expresar aquello difícil de decir. Lo conocía por su entereza moral, y ahora lo primero que me sorprendía era la familiaridad con que me trataba.


César Hildebrandt

2. El proyecto
más importante

– Sí, César. –Respondí.
– Quisiera conversar contigo cualquier día. Si fuera posible hoy mismo por la tarde, te lo agradecería.
– Sí, cómo no. Yo salgo de mi trabajo a las 5 pm.
– ¿Te parece a las seis en mi oficina? Queda en Aramburú 1005. Es el local de la revista y periódico Visión Peruana.
– Ahí estaré, a esa hora.
Yo trabajaba en esa época como director del Centro Nacional de Documentación e Información Educacional del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo de la Educación, INIDE, entidad del Ministerio de Educación del Perú.
Institución encargada de impulsar el proceso de la reforma de la educación peruana en marcha en aquella época de nuestra historia. Un proyecto calificado por expertos como Iván Ilich como el más importante que se había propuesto desarrollar en el mundo.


3. Lo que
me asustó

La sede del periódico y revista Visión Peruana era todo un piso de un edificio ubicado en la Av. Aramburú 1005 en el distrito de San Isidro, un lugar elegante y febril, con otro aire muy distinto al que tienen las instituciones educativas en el que estaba acostumbrado yo a trabajar.
La entrevista con César Hildebrandt fue muy cordial. En ella me propuso que dirigiera un suplemento para niños de la revista Visión Peruana, cuyo lanzamiento sería en el mes de marzo. Me expresó que había pensado mucho en quién podría ser su editor, elección que finalmente recayó en mí persona en razón de una serie de consideraciones que aquí no las voy a repetir.
Me expresó que no tenía que renunciar al trabajo en el Ministerio de Educación y que él sabía que venía desempeñando. Que podría trabajar por las tardes y noches en horario libre y me señaló el sueldo que ganaría.
Esto último fue en realidad lo único que me asustó, porque era veinte veces más que mi modesto salario de director de un organismo nacional del estado que yo creía que era bueno y con el cual siempre estuve conforme, pero que esa vez se me reveló de que los sueldos que se pagan en educación son realmente remuneraciones míseras.



4. Un año
íntegro

Me expresó que yo tenía libertad total para concebirla y para contratar el personal que quisiera.
Únicamente me señaló que la revista sería tamaño tabloide, como lo era la revista y periódico Visión Peruana.
Que a nivel gráfico ya se tenían algunas ideas. Que tendría 16 páginas y sería a todo color.
Lo otro que tenía ya concebido era el nombre, que se llamaría Visión Futuro, Suplemento para Niños de la Revista Visión Peruana.
Así se fundaba la revista Visión Futuro que duró un año íntegro en su edición, alcanzando a editarse 50 números, de marzo de 1985 a marzo de 1986.
Salía los días domingos y el tiraje alcanzaba cerca de los 100 mil ejemplares.
Y que cerró ya con otro director de Visión Peruana y que reemplazó a César Hildebrandt, porque se iniciaba el mundial de fútbol de México, y había que dedicar un suplemento a ese deporte tan popular.


5. Periodismo
para niños

He fundado y tenido a mi cargo la dirección de no menos de 12 revistas de carácter literario, educativo y cultural, tales como: “RIDECAB”, Revista de Documentación e Información Educacional del Convenio Andrés Bello.
“Tierra Nuestra”, Revista del Departamento de Humanidades de la Universidad Nacional Agraria. “Gárgola”, Revista de poesía; “Cuadernos del Consejo Nacional de la Universidad Peruana”.
También: “Gesta”, Revista del Centro de Estudiantes de Literatura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; “La Revista del CENDIE, Centro Nacional de Documentación e Información Educativa”; “Revista de Sumarios del INIDE”; “Revista Capulí, Vallejo y su Tierra”.
He dirigido, asimismo, en algún momento, las revistas: “Educación” Revista del Maestro Peruano, del Ministerio de Educación del Perú, y “Palabra de Maestro”. Revista de la Derrama Magisterial del Perú.
Sin embargo, ningún aprendizaje tan subyugante, motivador y total, como experiencia de vida, que el ejercicio diario del periodismo para niños, como lo fue Visión Futuro.


6. Ya hacia
el amanecer

Fue para mí una práctica intensa y a ratos agobiantes, pero finalmente enriquecedora en lo profesional y en lo que a periodismo cultural se refiere.
Aprendí que nadie sabe más ni enseña mejor que los niños cuando se está abierto a escucharlos y cuando antes no se los contamina.
Aprendí a dormir juntando dos escritorios, ya hacia el amanecer en el cierre de cada edición.
Y el periodismo lo viví en toda su plenitud y en todo su horror. En toda su agonía y en toda su maravilla, pues fue una época en que todo hombre de prensa estaba amenazado por la situación de guerra interna en que se vivía.
Fue tan extraordinaria esta experiencia que en cierta ocasión en que le hacían una entrevista por televisión a César Hildebrandt, le oí decir lo siguiente:
Que la revista “Visión Futuro” para niños era lo que el periodismo de nuestro país le debía a quienes no compran periódicos, como son los niños.



7. Hombres
del mañana

Debo reconocer también que, en su concepción, jugó un papel decisivo el artista gráfico Víctor Escalante y el mejor plantel de ilustradores que alcanzó a reunirse aquí jamás.
Pero lo que para el público era un suplemento, que lo recibía junto con la Revista Visión Peruana todos los domingos a las seis de la mañana, para mí fue un aprendizaje de una intensidad de trabajo arduo, apasionante y hasta delirante.
Debo confesar también que, en una reunión de editores al destacar César Hildebrandt la excelencia de Visión Futuro, y de felicitarme por su edición, dijo estas palabras.
César expresó que las cosas iban bien en “Visión Futuro”, por reconocer fundamentalmente en su editor a un artista, a un educador y a un comunicador, una fórmula para él no solo mágica sino infalible.
Y lo consigno aquí solo porque puede tomarse en cuenta cuando de fundar revistas para niños se trate, tan necesarias para entretener deleitando y formar a los hombres del mañana. 


Autor del artículo





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