3 DE MAYO
DÍA MUNDIAL
DE LA LIBERTAD DE PRENSA
EL LIBRO
Y LA
IMPRENTA
Danilo Sánchez Lihón
Empuña el libro, hambriento:
es un arma.
Estás llamado a ser un dirigente.
Loa al estudio
Bertolt Brecht
1. Una brizna
de tiempo
Los libros existen
en la civilización humana a partir del siglo III antes de Cristo, y nacen casi
inmediatamente a la invención de la escritura.
Esta función de la
cultura humana cual es escribir existe apenas hace cinco mil años, período que
es una brizna de tiempo en el decurso de la presencia del hombre sobre la faz
del planeta tierra.
Pero veamos a
continuación de manera muy sucinta cuál ha sido el proceso de desarrollo del
libro, vinculado todo ello a nuestra historia social y cultural.
En primer lugar,
tendríamos que decir que eran bienes en manos de las élites, de un grupo muy
reducido de personas privilegiadas por su posición social, su educación y
fortuna, casi siempre pertenecientes a los grupos de poder.
2. Un esfuerzo
de artesanía
Y en su aspecto
exterior y en sus características físicas el libro en cierta forma sigue siendo
análogo a como se lo conocía antes y ahora los conocemos.
En realidad, no ha
cambiado, lo cual es un signo de su cabalidad. Aunque hubo un breve período en
que las hojas o láminas de papiro sobre las cuales se escribía, se lo
conservaba en forma de rollos como antes en tabletas de arcilla.
Sin embargo, lo que
sí ha cambiado sustantivamente son los procesos de su elaboración.
Antiguamente y
hasta el Siglo XV el libro era fabricado en base a un paciente esfuerzo de
artesanía que, en la parte de elaboración del texto lo cumplían unos laboriosos
artistas manuales denominados copistas.
3.
Una minoría
ilustrada
Y así como en esta
faceta, y en todas aquellas que implican su confección, lo que ha cambiado
radicalmente no es la presentación en sí del libro como objeto, que sigue
teniendo la misma estructura y apariencia, siendo el fenómeno de su producción,
distribución y variedad de uso lo que se ha modificado sustancialmente.
Gregorio Marañón en
ocasión de visitar la Exposición del Milenio del Libro Español, manifestó que
nada da idea de la excelencia del libro, aunque parezca paradójico, como su
inmutabilidad o su incapacidad para no cambiar o no progresar como lo hacen
otros artefactos.
Pero con la
difusión de la imprenta adquiere una dimensión social antes casi inimaginable,
porque en la Edad Media los únicos que frecuentaban la lectura era la gente de
claustro confinada en los monasterios, o una minoría ilustrada casi siempre
palaciega que se contaba con los dedos de la mano. Los demás tanto nobles o
villanos no sabían ni siquiera leer.
Ahora en manos de la gente del pueblo
4. Un ser
callado
Pero he aquí el
libro, este objeto verbal físicamente sencillo, menudo, tal vez incluso, en su
apariencia, insignificante. Y de quien se recela tanto, sobre todo el poder constituido
cuando se hace espurio e ilegítimo; tenazmente perseguido, quemado en hogueras
en las plazas públicas.
Y, del cual, en
muchas ocasiones se ha entonado su responso fúnebre. Helo aquí forrado en pasta
oscura o levemente clara, más bien pálida, y que no se parece en nada a los
aparatos modernos de comunicación que hacen su aparición para avasallar al
mundo.
He aquí un producto
de la monarquía y de las ermitas y celdas conventuales ahora popularizado y en
manos de los sectores mayoritarios para su definitiva liberación. He aquí un
hallazgo del ocio ahora situado en un puesto de suma laboriosidad.
He aquí un ser
callado que se ha vuelto protagonista de ferias y festivales internacionales y
masivos eventos que asocian a su halo, levedad y carácter entrañable, el paroxismo
y el espectáculo.
El libro, un ser callado que ilumina tanto
5. Nivel
en que se fragua
Este pequeño objeto
ha hecho posible los avances más extraordinarios de la civilización humana,
como las inmersiones más profundas y raigales en la sensibilidad y conciencia
de nuestro ser.
Es por ahora el
resorte que empuja el carro de la historia hacia adelante. Es la palanca de
Arquímedes que ha elevado la civilización a la altura en que se encuentra, que
ha hecho del hombre el portento y la maravilla que es.
Pero hay un aspecto
fundamental y es el relativo a su elaboración editorial, función compleja y de
enorme trascendencia para el desarrollo de un país.
Tal importancia se
justifica porque los factores que la condicionan y los poderes que la
gobiernan, afectan el contenido y la esencia del libro, de la imprenta y el de
la lectura, que es el nivel en el que se fragua, en gran medida, el ser de la
cultura y la sociedad en general.
6. El saber
humano
Ya en uno de los
primeros libros impresos en Alemania se elogiaba a esta nueva actividad como la
"madre común de todas las ciencias", es decir a la actividad editorial.
Y se tenía razón
pues es a partir de la edición de libros que las inquietudes se renuevan y los
hallazgos y descubrimientos en el campo del conocimiento se revelan.
Razón por la cual
debemos poner más desvelo en confeccionar los libros que se requieren para
nuestro desarrollo y que debiéramos editar cada vez más y mejor en los más
diversos campos y disciplinas del saber humano.
Así como es
importante conocer y dominar las características básicas de la actividad
editorial, aspecto fundamental para dotar de estímulo a la edición de libros
que a su vez impulsen nuestra realidad hacia escaños superiores de desarrollo y
bienestar.
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