29 DE JULIO
MI HERMANO GUILLERMO
LUCHÓ
POR
ESTA VIDA
Danilo Sánchez Lihón
1. Al pie
de las llamas
– ¡Ay!
Escuchamos un solo grito
agudo, lacerante y mortal, que venía de la cocina de nuestra casa ubicada en el
primer piso, a un costado del patio.
– ¡Mi hijo! –Exclamó mamá
aterrorizada. Y salió en estampida, como un rayo.
– ¡Dios mío! –Fue lo que oí
decir a papá que corrió tras ella encontrando al niño en el suelo, al pie del
fogón.
Y con la olla que estaba
ardiendo en la parrilla completamente volteada sobre sí, casi vacía a un lado
del piso convertido en un inmenso charco de agua. Y él yacente, y completamente
empapado.
Se había despertado sin que
lo sintiéramos. Salió al patio. Entró a la cocina. Se estiró en el fogón y se
cogió de la olla que al ladearse se le vino encima.
Escuchamos ese grito y luego
al correr ver el espanto de la olla volteada al pie de las llamas rozagantes.
Fue tal el dolor que nos
encegueció a todos de angustia y desesperación.
2.
Manos
temblorosas
Era lo que papá siempre nos
advertía. Que no debemos acercarnos a la cocina cuando las ollas hierven y que
nunca debemos permitir que haya un chiquillo cerca de la candela.
¡Y pese a tanta advertencia
y recomendación viene a sucedernos esto!
Lo cierto es que el agua le
cayó desde la coronilla, en pleno rostro hasta el punto de ahogarlo. De allí
que daba esos sorbos desesperados, por el agua que le inundó hasta la punta de
los pies.
Mi padre que aplica sus
lecciones de primeros auxilios al pie de la letra, tanto que tiene sus
cartillas colgadas en la pared, siempre nos instruye qué hacer, sea a la hora
del desayuno, a la hora de almorzar, o ya sea a la hora de la cena.
Lo alzó en vilo y lo puso
sobre la mesa de comer, cual si fuera en una camilla o en la consola central de
un quirófano.
Procedió a desnudarlo con
manos temblorosas dejándolo tendido, tal y cual había nacido, tieso e incapaz
de hacer cualquier movimiento.
3.
Frases
entrecortadas
Mientras, nosotros
llorábamos y él seguía hipando y botando burbujas con ahogos de la boca de
donde le salía el agua, como si la hubiera tragado aun estando hirviente.
– ¡Aceite! –Clamó papá.
Y corrimos alcanzándole una
botella de aceite “Cocinero”, que felizmente estaba llena y que la derramó con
mano, que trataba de estar segura, desde el cráneo hasta los pies.
Líquido que lentamente
empezó a escurrir sobre la madera y después se puso a gotear por diversos lados
hacia el piso de tierra.
– ¿Qué ha pasado?
Asomó por la puerta preocupada
y preguntando mi tía Carmen, quien vive en las habitaciones contiguas de la
misma casa.
– Se ha quemado el bebito
con agua hirviente.
– ¡Dios Santo! –Dice mi
tía, que con frases entrecortadas entendiendo que eran quemaduras graves.
4. Dejen
aire
Y no sabemos cómo, pero al
instante puso un frasco de leche de magnesia, que papá roció con mano
zigzagueante en la cara, el cuello, los hombros, la barriga; y que apenas
alcanzó para la entrepierna de nuestro hermanito, poniéndole así una máscara
blanca que ya parecía una lápida.
Empezamos a gemir. Y otros
a rezar.
– Que nada roce la piel, ni
siquiera gasas. –Sentenció papá.
En ese momento empezó a
temblar sobre la mesa, que siempre fue temblequeante por lo desajustado de sus patas
y sus tablas; chocando diente con diente, como si convulsionara.
– ¡Nadie lo toque, que la
piel se desprende! ¡Avisen al médico! ¡Díganle que es una emergencia, quemadura
generalizadaaaaa de un niño pequeño! ¡Pronto! –Y varios partieron, incluyendo
mi tía.
– Dejen aire, no se
acerquen, tiene que haber oxígeno.
5. En ese
cruento invierno
– ¡Y apaguen esa leña!
Elvia, la empleada, se
acercó a apagarla recogiendo la olla de la desgracia todavía caída en el suelo.
– Esta agua está helada.
–Dijo.
– ¿Qué? Haber, ¡toquen al chiquillo!
– ¡Está helado! ¡Está temblando
de frío! ¡Está tiritando!
– ¡Frazadas! ¡Abrigos! ¡Mantas!
–Y corrimos a traer hasta pellejos y lo envolvieron casi hasta ahogarlo,
haciéndolo desaparecer entre las ropas y sin que dejara de samaqueares ni
rechinar sus dientes.
– ¡Mi hijo se muere de
frío! ¡La olla recién estaba puesta! ¡Está tieso mi hijito!
– ¡Acérquenlo a la candela!
¡Hagan más fuego! ¡Dónde hay más leña!
Más costó abrigarlo a mi
hermanito, y revivirlo del frío en ese cruento invierno de la serranía.
6.
Luchar
por
la vida
Mi hermano Guillermo, así
como esta protagonizó muchas anécdotas de niño. Y era por su temperamento y por
su pensamiento divergente, y su carácter indomeñable.
Por eso también es el ser
más querido de la familia, también por su ternura y sus grandes sentimientos. Y
por mucho más, porque su vocación fue ayudar siempre, por eso todo el mundo que
lo conocía lo llegaba a querer.
Durante quince años después
que emigró junto con su esposa y sus tres hijos a los Estados Unidos, trabajó denodadamente
codo a codo junto a su familia para labrarse allí un porvenir.
Hubo una reducción de
personal en la fábrica donde había trabajado todo ese tiempo. Quedó sin ocupación,
junto a otros sesenta empleados. Pasados los días entró en depresión.
Y a consecuencia de ello le
dejaron de funcionar los músculos de los pulmones y la garganta.
Luchó durante un año por salvar
su vida, respirando ayudado por una máquina artificial.
7.
Victoria
al
final
Un día como hoy, 29 de
julio del año 2017 murió. Y yo he querido recordarlo contando esta anécdota que
protagonizó de niño, porque nos enseña que la vida es un río que tiene dos
orillas.
Una es de agua fría y la otra
de agua caliente, así como hay dos polos, y siempre tenemos que escoger el polo
positivo. Así como hay un lado claro de la vida y hay otro inextricable
Y que tenemos que luchar
hasta el último centímetro, hasta dar el último paso, y que este tiene que ser siempre
valeroso de afirmación de la vida. Tenemos que batallar hasta el último aliento
de nuestras bocas.
Y quiero decirle en
cualquier lugar donde él se encuentre que lo seguimos queriendo igual y más
todavía.
Porque luchó denodadamente
en nombre de todos nosotros. Y decirle que no estuvo solo en esa lucha, que lo
hizo en representación nuestra. ¡Y hasta ver la victoria final!
Que su pelea, su coraje
será la mejor herencia para tus hijos y ´para toda nuestra inmensa familia,
como somos los seres humanos aún sobre la faz de la tierra.
*****
ADHESIONES,
CONDOLENCIAS
Y FERVORES
GRACIAS POR TANTO AMOR A TU PUEBLO
No lo acepto de ninguna manera. No, ¡no puedo
aceptar su partida! No lo acepto, Dios mío. Me prometió muchas cosas lindas,
tantos proyectos juntos. ¿Por qué, Dios? Conversamos de tantas cosas hermosas,
y me prometió venir a nuestro pueblo, a Santiago de Chuco, y bailar conmigo.
O, acaso esas últimas palabras que me dijo: ¡Cuídate
mucho! ¡Quiero verte feliz! ¿Fueron de despedida? Siento mucho su partida,
Señor. De Guillermo Sánchez Lihón, que debe estar en tu reino. Pero, no lo
acepto. Deja en mi un enorme vacío.
Gracias por sus consejos, sus enseñanzas, su afán de
dar educación hacía mi persona y hacia todos. Gracias por sus llamadas de
atención. Cuando lo llamaba y conversaba conmigo me daba su apoyo moral para
seguir siempre trabajando por mi pueblo, para la organización de la fiesta del
Patrón Santiago.
Santiago de Chuco hoy llora su partida. Gracias,
Guillermo, por tanto, tanto amor a sus raíces, a tu identidad y al pueblo que
te vio nacer. Pero, no. ¡No acepto que te hayas ido!
(ANÓNIMO)
****
CUANDO PARTE UN HERMANO, ÉSTE SE LLEVA UNA PORCIÓN
DE NUESTRO TIEMPO VIVIDO EN COMUNIÓN
Estimadísimo amigo y poeta Danilo Sánchez Lihón: Acompaño desde la distancia el dolor de Usted y familia por la partida de su hermano Guillermo. Con seguridad la Luz del Señor ha recibido su alma con amor y benevolencia para gozar de la Vida que nunca termina. Deseo que el consuelo y la paz cristiana envuelva los corazones de Usted, Danilo y de todos sus seres queridos.
Cuando parte un hermano, éste se lleva una porción de nuestro tiempo vivido en comunión con su ser en este mundo. Se van... nuestros juegos, conversaciones, complicidades, ilusiones, silencios y los abrazos que siempre necesitamos. Conozco este pasaje amargo de la existencia humana, hace poco más de tres años perdí a mi hermano mayor y con cuatro meses de diferencia, a mi madre.
Reciba el cariño más grande de mi persona en esta circunstancia tan especial. Mis saludos fraternales desde La Pampa, Argentina
DIANA BLANCO
CUBRIENDO UN VACÍO
Estimado Dr. Sánchez Lihón:
Recién me entero de la partida de su hermano
Guillermo. Su espíritu debió alzar el vuelo con la suavidad de un cóndor
andino, y ahora ilumina el suelo peruano desde su lugar en la luz. Reciba mis
más sentidas condolencias, sé lo que se siente cuando un ser querido se
adelanta y no hay palabra, ni ser, ni hacer ni acción que cubra ese vacío. Un
fuerte abrazo, con el afecto y la sinceridad mexicana.
ELID RAFAEL BRINDIS GÓMEZ
***
ÉL VIVE EN EL CORAZÓN
DE TODOS QUIENES LE AMARON
Apreciada familia Sánchez Lihón:
Enterados hoy día, de la súbita desaparición física
de vuestro hermano Guillermo, los amigos, paisanos y, sobre todo, los miembros
de Capulí, Vallejo y su Tierra, tanto de Santiago de Chuco como de Trujillo,
hemos quedado consternados y al mismo tiempo queremos enviar a la familia
Sánchez Lihón nuestras condolencias, y al mismo tiempo les pedimos resignación
por tan irreparable pérdida.
Guillermo ha muerto lejos, pero su memoria está
cercana a los recuerdos de nuestro Santiago de Chuco querido, que son únicos y
pervivirán por siempre. Su recuerdo será eterno en todos los amigos que lo
conocimos de cerca. Igualmente, su legado vivirá en nuestra familia. Siendo
así, Guillermo no ha muerto, él vive en el corazón de todos quienes le amaron.
Santiaguinamente,
CARLOS CABALLERO ALAYO
***
A LADO DE LOS BUENOS
Estimados amigos, reciban mi más sentido pésame
desde Trujillo. Aunque no conocí a su hermano Guillermo personalmente, puedo
recordar anécdotas que escuché a través de ustedes o leí en los escritos del
Dr. Danilo. Viene a mi mente palabras del Elder Russell M. Nelson: “El regreso
a nuestro hogar celestial nos exige pasar a través, no alrededor, de las
puertas de la muerte. Nacimos para morir, y morimos para vivir.” Su hermano ha
muerto físicamente pero ahora está en el Paraíso a lado de los buenos.
Amigos, como mis hermanos, se nos adelantó y
lloramos su ausencia; sin embargo, nos queda la esperanza que la vida es eterna
y las familias también. Su hermano ya no está sufriendo y su influencia
regará y alegrará sus vidas. Que el amor de nuestro Padre Celestial y el
recuerdo de la expiación de Nuestro Señor Jesucristo, en los momentos de
extremo sufrimiento y dolor transcurridos en Getsemaní, les ayude a soportar la
aflicción terrenal que nos causa la partida de un ser querido. Con mi abrazo
MARA L. GARCÍA
***
SOLO MUEREN CUANDO SE LOS OLVIDA
Siempre recordado amigo; con todo ese sentimiento
que solo la amistad es capaz de generar, te hago llegar mi pesar por el
fallecimiento de tu querido hermano Guillermo.
A la muerte hay que entenderla como el natural y
misterioso proceso a través del cual se evoluciona de lo finito al infinito, a
fin de iniciar la vida espiritual eterna, en la que solo hay paz y amor pues
allí no existen las enfermedades ni el dolor ni el odio.
Los que aún quedamos en este “valle de lágrimas”
sufrimos la partida del ser amado que, al ausentarse para no retornar, nos deja
“un vacío sin fondo” que solo puede llenarse con el afecto de quien se nos
adelantó en el camino hacia el Creador.
Pero, los seres queridos
solo mueren cuando se los olvida y nosotros prometemos no olvidarlo. Te
suplico hagas llegar mis condolencias a los miembros de tu querida familia, con
mi abrazo:
ROLAND ANTONIO GELDRES
***
LAS AGUAS POR DONDE SURCAN NUESTRAS VIDAS
Danilo: Primeramente, te escribo para expresarte mis
más sentidas condolencias por la pérdida de tu hermano Guillermo. Sé que,
aunque nos llueven palabras de aliento, nada llena el vacío que dejan nuestros
seres queridos. Pero, déjanos compartir también tu dolor. Por otro lado,
expresar mi admiración a tu persona por todo lo que compartes con tus
amistades, que no tienen precio material, pues son mensajes muy profundos que
alimentan las aguas por donde surcan nuestras vidas.
Muchas de las ideas expresadas por tu persona, por
tu espíritu, por tu alma son también las nuestras, nos preocupamos por los
mismos temas, sentimos el mismo dolor y angustia y nos alegramos por lo bueno
que tienen las personas y nos regala la vida. Tus escritos nos alientan, nos
convencen que no estamos solos en este viaje por estos caminos que debemos
recorrer, como tú, sembrando el bien a través de las reflexiones que nos
compartes. Por eso, en nombre de los lazos más sagrados que hemos creado los
humanos, gracias por tu amistad. Con mucha gratitud:
PRÁXIDES HIDALGO MARTÍNEZ
Oruro – Bolivia
***
EL DOLOR SUYO TAMBIÉN ES NUESTRO DOLOR
Difícil para mí hacerle llegar mis sentidas
condolencias, por el descanso eterno de tu querido hermano Guillermo, como dijo
su linda madrecita: "mi cuarto cargador"
Me atrevo a decir que él permanecerá siempre al lado
de ustedes, porque su presencia y recuerdo estará latente y en el corazón de
cada miembro de su familia.
Para todos los militantes de Capulí Vallejo y su
tierra, el dolor suyo también es nuestro dolor, por lo que en estos momentos Capulí
está de luto.
Desde España, solo me queda decirle: ¡fuerza
hermano! simplemente él nos adelantó en el camino. Con mi abrazo,
MAURA SANCHEZ BENITES
***
UNA FALTA SIN FONDO
Muy apreciado y admirado amigo Danilo: Como
todos los días, ayer abrí el saludo espiritual cotidiano escrito por Ud. en los
365 días del año; de Capulí Vallejo y su tierra; y quedé realmente conmovido
por la luctuosa noticia: había Ud. perdido físicamente al "Cuarto
cargador", en vuestro lenguaje familiar; al "shulca" de sus hermanos
hombres; a su hermano Guillermo, a los 63 años de edad. Temprana edad,
realmente.
Leí su texto completo y sobreponiéndose al dolor,
aprovechaba Ud., para narrar sentidas vivencias familiares; talvez íntimas;
pero con la transparencia de su vida; Ud. las comparte con la comunidad
vallejiana de Capulí. ¡Como no compartir nobles sentimientos de amor al padre,
a doña Elvira, su madre, ya casi llegando al centenario en sus años de vida,
lúcida y vital! El cariño a sus hermanos; así como el entrañable amor a la
tierra que los vio nacer: Santiago de Chuco; cuna de nuestro inmortal vate,
César Abraham Vallejo Mendoza. De seguro por su mente, Danilo, pasarían
los sentidos versos de A mi hermano Miguel. Don Guillermo, les hará una falta
sin fondo.
Reciba Ud. mi sincera solidaridad y condolencias por
tan sensible pérdida; pidiendo las haga extensivas a su digna familia, en estas
horas en que, por así quererlo, el destino a los días los pinta de negro, todo
por voluntad del Supremo Hacedor. Él decide todo. Si hay algo realmente
ineluctable en nuestro corto paso por este terrenal munido, es la llegada de la
hora final, el desenlace. Don Guillermo nos lleva la delantera. No tuve la
oportunidad ni el honor de conocerlo, pero leyendo la breve reseña que hace Ud.
de él, me queda la seguridad de que fue un hombre de bien, que no hizo daño a
nadie. Que descanse en paz. Santiago de Chuco lo espera; para abrigarlo en su
seno. Vallejianamente,
FRANCISCO A. TAVARA CORDOVA
***
COMPARTO SU DOLOR
Grandes recuerdos son lo que guardo de mi amigo
Guillermo Sánchez Lihón, él ha dejado este mundo, pero vivirá siempre en las
calles de nuestro pueblo Santiago de Chuco y en nuestros corazones. Y allí lo
encontraremos.
Mis más sentidas condolencias a la Sra. Elvira,
hermanas y a toda la familia Sánchez Lihón, comparto su dolor, y a través de
estas líneas les envió mucha fortaleza. Guillermo Sánchez Lihón ¡presente!
QUITERIO VALENCIA MECOLA
***
EN EL NIDO MÁS CÁLIDO
Distinguido y apreciado Dr. Danilo: estando enterada
del fallecimiento de su querido hermano Guillermo deseo expresarle mis sentidas
condolencias por tan doloroso acontecimiento así mismo estoy segura que sus
restos reposarán en el nido más cálido como es su
tierra Santiago de Chuco acompañados de sus familiares y amigos se verán
aliviados de la pena que conlleva la partida de un ser tan querido. Con
admiración,
NILA ZUÑIGA DE CACERES
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