22 de octubre. Día del Distrito de La Perla. / El lugar donde vivo.

22 DE OCTUBRE

DÍA DEL DISTRITO DE LA PERLA

EL LUGAR

DONDE

VIVO

Danilo Sánchez Lihón

Bienvenida e ingreso al distrito de La Perla

1. Hasta el día

de hoy

Vivo desde hace 40 años en el distrito de La Perla de la Provincia Constitucional del Callao. Aquí he construido mi casa hecha desde los cimientos, donde cada umbral y cada balaustre sé cómo fueron puestos, por eso digo que mi casa la he hecho con mis propias manos y mis sueños. Gracias a ella el lugar en donde queda ubicada se llama Parque del libro y la Lectura.

La primera noche que dormí aquí era tanto el fragor y bramido del mar, de sus olas y des sus piedras arrastradas hacia afuera de las playas y luego vueltas a jalar por las olas que temí que el mar se fuera a salir, tanto que encendí el auto para escapar, pero al esperar que en las casas de la urbanización de enfrente también lo hicieran, y al ver que nadie se alarmaba, decidí quedarme, hasta el día de hoy.

El mar sigue golpeando con sordo rumor, pero ya no me asusta. Como tampoco ya no me ponen melancólico las sirenas ululantes de los barcos que parten de día y más aun los que parten de noche y que aún desde la niebla lejana siguen con su lamento desgarrado y lastimero, en cuyo fondo hay amores que se rompen como juguetes de niños que se quedan. Doy constancia y fe que este es un lugar de amaneceres radiantes, de buen clima, como de gente buena, amable y solidaria.

Imágenes del atardecer

2. El ancho mar

al frente

El historiador Raúl Porras Barrenechea define así el mensaje del pueblo chalaco en la historia del Perú:

“En él no surgen casi figuras caudillescas. Y es que la lección del Callao es la del esfuerzo colectivo y solidario de los grandes momentos de la nacionalidad, en los que el héroe único e insuperable es el pueblo, que en las horas de paz crea y transporta riqueza en la forja secular e incesante del trabajo, y en la del peligro monta su cañón invencible para rechazar la agresión extranjera o levanta, como una ola implacable, la montera libertadora o la barricada popular”.

Y reza así una estrofa del himno de La Perla:

¡Oh Perla Baja y Alta,
una gran ciudad.
El ancho mar al frente
está para ofrecerte
su belleza y majestad.

Municipio Distrital de La Perla. Callao.

3. De hermosura

sin par

El himno fue compuesto por Anita Edery con motivo de la creación del nuevo distrito del Callao, creado el 22 de octubre del año 1964 durante el primer gobierno constitucional del Arq. Fernando Belaúnde Terry, mediante Ley 15185.

No nací en el Callao, vivo en él y me siento identificado plena y totalmente con el destino de este querido puerto y provincia constitucional. Yo nací y me crie en Santiago de Chuco al cual regreso anualmente en el marco de la celebración del certamen Capulí, Vallejo y su Tierra que se realiza en el mes de mayo. Pero aquí celebramos desde hace muchos años el Día Vallejo en el Puerto Callao, el 17 de junio de cada año, en conmemoración que fue en el Muelle Dársena de este puerto donde César Vallejo pusiera por última vez sus pies, al despedirse el año 1923 para viajar hacia Europa y no regresar físicamente nunca más.

Como en el Callao nació Alfonso de Silva, uno de sus grandes amigos y a quien dedica aquel poema grandioso a la amistad, que empieza diciendo: “Alfonso estás mirándome, lo veo, / desde el plano implacable donde moran / lineales los siempres, lineales los jamases”. Como aquí también nació Ángela Ramos, la primera mujer periodista del Perú y con quien César Vallejo protagonizara una tierna historia de amor.

Crepúsculos bajo el cual se cobijan amores

4. En todo

su esplendor

A la vera del mar de La Perla viven 90,000 personas. A la vera del mar de La Perla se alza el tradicional Colegio Leoncio Prado donde estudian actualmente seis mil alumnos. A la vera del mar de La Perla se alza la Casa Boza, hermosa joya arquitectónica que actualmente es un restaurante de lujo, ubicado en la novena cuadra del jirón Arica.

A la vera del mar de La Perla se alza como museo de sitio la Residencia de Verano del residente de la República que actualmente luce su arquitectura en todo su esplendor.

En La Perla vivió y murió el compositor chalaco Eduardo Márquez Talledo, autor de “Evocación Porteña”, “Ventanita”, “Desconsuelo”, "Cómo podré olvidarte", "Alma de mi alma", “Pobre amor”, “Rosas de mi jardín”. Escribió y cantó “Evocación porteña”. Su composición “Nube gris” fue cantada por Pedro Infante; fue tema de una película mejicana y años después lo interpretó en el piano Paul Mauriac.

A su muerte, en 1975 el alcalde de La Perla Eduardo del Portal emitió una resolución declarándolo “Hijo Predilecto de La Perla” que dice: “A la memoria del compositor fecundo y cantor de su terruño y de su nación”.

Plaza de Armas de La Perla. Callao.

5. Esencia

de poesía

La Perla, como su nombre lo indica, es joya que luce engarzada en un medallón. ¿Cuál es él? La bahía del Callao y la ensenada que se forma, en donde las olas extienden su filigrana de plata al pie de los farallones, cadena desde donde pende esta alhaja.

Perla es lo que pende desde un collar, y gargantilla es nuestro litoral. Es lo que resalta en una diadema, y adorno son los acantilados que dan a este Mar del Sur como lo llamaron los conquistadores. Perla es una obra de arte tallada por la naturaleza y que se engarza en un anillo, en un arete o en una ajorca como son nuestras costas, morada de dioses según nuestros mitos y leyendas, como escenario de hechos valerosos en nuestra historia nacional.

Perla es piedra preciosa. Y así es La Perla ciudad, distrito del Callao. Es más central que la corona de un rey que existe para que la perla lo justifique, lo reluzca y ostente. La Perla luce en el dedo de una novia cuando se va a casar. En el pecho del guerrero cuando quiere investirse de valor. Porque es joya, nació para brillar. Es lírica y es épica en todo. En suma, perla es esencia de poesía.

El malecón

6. Su cielo

es diáfano

Pero, para mí, que vivo aquí, este es el lugar de los más estallantes y hermosos crepúsculos. Con el mar bruñido desde los acantilados a sus pies.

Donde siempre hay un bote de un pescador solitario en la inmensidad del mar y del nadir.

Donde los delfines emergen fantásticos en la luz crepuscular que refracta el sol y nadan apacibles sobre la piel tersa de las aguas.

La luna se posa suavemente sobre el color celeste y el naranja de su cielo de alabastro en dirección del mar. Es lugar ideal por ser apacible, por su brisa fresca y por sus atardeceres de asombro.

Es zona ecológica por lo saludable de su clima. Su aire es puro y su cielo es diáfano. Ciudad hermosa. Porque es abierta y a la vez secreta.

Porque es como si todos la hubieran encontrado en su vida por primera vez. Porque es balcón y es refugio. Porque en ella hay encanto, misterio y arrojo. Donde hay una brisa fresca, pura, con ligero sabor a sal.

7. El vaivén

de las olas

De noche aquí el rumor de los cantos rodados que vienen y van es un suave murmullo del vaivén de las olas. Por aquí sobrevuelan enfiladas las gaviotas, estorninos y alcatraces en el abierto y majestuoso cielo azul. Sobrecoge hacia el atardecer la sirena melancólica de los barcos que se despiden en el puerto alzando sus anchas.

Alguna procesión que avanza lentamente a los sones de una banda gemebunda y una caravana de fieles sumergidos en no sé qué presentimientos. Y el reventar lejano y repentino de cohetes y bombardas en el cielo, por alguna festividad del calendario que nos fuerzan a preguntarnos qué día es hoy, y en qué mes estamos.

Otro es el fulgor de sus tiendas y la penumbra de los puestos de emolienteros. Y la luz llena de ilusión de sus panaderías, y de trémulo consuelo de sus boticas. Ya a oscuras y a medianoche el sordo rumor de las piedras que entresaca el mar con sus olas desde sus entrañas, que extiende en la playa, y que vuelven a rodar a su fondo con el vaivén de la resaca.

El Callao ha sido escenario de acciones heroicas a lo largo de la historia y muchos mártires se consagraron a defenderlo, y que las notas del himno del Callao recogen, cuando dicen: “Salve puerto que ilustras la historia / del Perú con acciones sin par. / El Callao, el Callao, / siempre el nido será del valor, / el Callao, el Callao / de lo bello, el talento, el honor.

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