Yo amo a mi país, no porque deba sino porque así lo quiero. No solo porque
en su suelo yo naciera, y sea ineludible quererlo y sagrada mi pertenencia,
sino porque lo elijo y a él me adhiero. No porque se imponga y haya un
determinismo con respecto a mi origen, mi ancestro, o porque así lo diga un
catastro o cédula.
Lo amo no solo por lo que ha sido y por las glorias que lo enaltecen,
sino por lo que es y será un día, porque en ello pongo mi brazo y mi mente; ¡mi
esfuerzo y mi vida!
No lo amo solo por los vestigios del pasado, o por su tradición que es
inmensa, sino por las victorias que el futuro nos debe; y por lo que nuestro
esfuerzo ha de depararnos. Por lo mucho que hemos sufrido. Por los triunfos que
hemos de obtener con entereza, pundonor y coraje.
Yo amo a mi país porque en él todo es mío, sus calles como su gente. Son
mías sus piedras como su aire núbil. Y sus amaneceres hacia un nuevo día. Lo
amo por sus niños, como por sus ancianos. Por sus jóvenes como por los que aún
no han nacido. Lo amo porque aquí quiero construir toda la felicidad que se
pueda, para mí y mis seres queridos. Y para los demás hombres de la tierra que
son mis hermanos.
2.
Y
no confundo lo que es mi pueblo con estos rufianes que se han metido de
políticos y se llenan la boca diciendo que me representan.
Delincuentes
que casi siempre eligen como camino para sus fechorías postular para algún
cargo público, principalmente ser congresista, porque tienen inmunidad, la
misma que hay que eliminarla. Porque como están requisitoriados solo ahí se
guarecen, porque allí saben que la justicia ni la cárcel los alcanza. Por ahora,
pero a las cuales irán a parar algún día.
No
confundamos el Perú con estos parásitos tan míseros que como no pueden destacar
de otra manera hasta prefieren pasar a la historia ¡no importa como pillos! ¡Como
estos que acaban de tomar el Poder Legislativo!
¿O,
acaso, son brutos? Políticos de pacotilla, verdadera lacra enquistada. ¡Miasma y
porquería! No confundamos al Perú con estas ratas de albañal que ahora ocupan
el gobierno y que verdaderamente nos asquean a todos. A quienes tenemos que
echar lo más pronto que se pueda.
¡Jóvenes!
nuestro país es de gente valerosa, trabajadora y honesta. Así son tus padres. Y
así fueron tus abuelas y abuelos. Por nuestro país muchos han entregado su
talento, su genio y su vida. El Perú es lucero en el alba, es bastión y es espada.
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le rogamos, por favor, hacérnoslo
saber.
Proclama testimonial de un Gran Patriota con la esperanza de un Perú para valorar nuestra identidad nacional , desarrollando nuestros talentos para el bien común . Maestro Danilo Sánchez Lihón, mis respetos y aprecio.
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