Varios y diversos contenidos
esenciales, claves de existencia y mitos ancestrales ocurren y están presentes
en el libro “Caminaré junto a ti”, de Zulema Vásquez de la Rosa quien nació, se
crio y se formó en Coracora, capital de la provincia de Parinacochas, en el
departamento de Ayacucho.
El primero y principal, que se
declara y explicita en el título, es «caminar juntos», referido en este caso al
lazo de amado con amada, referido a la unión de la pareja milenaria, atávica y
embrionaria cuya primera huella, honda y primordial se registra simbólicamente
en la lava de un volcán en la ladera de
Laeyoli, en Tanzania.
¿Qué extraña conjunción
incógnito sortilegio
indescifrable augurio
inquietante sino
confunde nuestras almas.
y traza de dos, un sólo camino?
Desde este punto de partida “Caminaré junto a ti” adquiere variados y enriquecedores significados, el más central es el vinculado directamente a la relación originaria de hombre y mujer.
Coracora
2. Tienen
un encargo
¡Qué hermosa constatación este
signo que si no fuera real valdría inventarlo como algo maravilloso y
trascendental, cual es: el «caminar juntos» hombre y mujer! Y lo sorprendente
en la autora de este libro es que ella lo siente, lo vive y lo canta
luminosamente:
... y henos tú y yo
tu corazón en mi corazón
tu aliento en mis labios
tu mirada en mis ojos
cuajados de nuestros anhelos
y tu andar decidido
y mis pasos amorosos
señalando con nuestras huellas
un mismo camino...
Aquí está, tangible y palpitante la pareja arcaica, avanzando juntos; o bien detenida, mirándose a los ojos; o bien contemplando la rosa del camino. O bien huyendo junta de las llamas de una hoguera, del estallido de un volcán, de la avalancha de un río, de la inundación de una laguna, del maremoto con que azota el mar. Tienen un encargo que siempre será un misterio, aparte de propagar la especie. Y, cual es: encontrar el punto de unión en que los dos se vuelven un solo destino y una sola razón de ser.
Zulema Vásquez
3. Mariposa
leve
Enigma existencial de la fusión
perfecta que reta nuestra propia libertad:
Me miras
te miro
y en tu mirada existo
diáfana, pura, celeste
como un retazo de cielo.
Me abrazas
te abrazo
y me siento tenue
mariposa leve
posada en tu tibio terciopelo.
Y van también, paradójica y
cruelmente, como son los avatares del amor, a entregarse y arder en otra
hoguera, a sucumbir en otra avalancha, inundación y maremoto, igual o peor a
los de la naturaleza inexorable, cuáles son los que imponen los mandatos del amor.
Siendo así, ¡qué inmensa y bella metáfora aporta este libro para la poesía en general!, que sólo una voz de mujer, con entraña de auténtica mujer, podía haberla concebido, imaginado y propuesto, aunque la mayor proeza es haberlo plasmado en su vida, ¡y hecho canto, del modo tan simple como ella modula su ansiedad, su reclamo y su queja!
Zulema Vásquez
4. El tiempo
no cuenta
Y cual es:
... sólo quiero
cubrir con mis pasos
tus huellas
En dicha perspectiva ¡qué
hermoso sentido, símbolo y hasta utopía viva señala este enunciado y adquiere
este hecho, que pareciera más situado en el plano de lo ilusorio y arquetípico
que de lo común, corriente y cotidiano!
Desde la pareja que deambula
partiendo del fondo arcaico de los abismos de la creación, y por gracia del
amor, el tiempo no vale por lo que dura sino por las llamas que enciende, por
la hoguera que desata y los vendavales que levanta a través de signos
aparentemente simples: miradas, gestos, fragancias, palabras, abrazos.
¡Y luego corazones inflamados y
destinos refundidos! Allí aparecen con registro indeleble las huellas que dejan
los pasos del amado y, junto, el de la amada, en la arenisca de las playas y en
la grava de los caminos. Y es que cuando se ama el tiempo y el espacio no
cuenta ni existen o se hacen síntesis, los minutos se hacen milenios y la
eternidad se contiene en un solo instante.
La pareja atávica
5. Pasos
y destino
Donde los destinos arden o
estallan. Vuelan fulminados o se esfuman del aquí, yendo al más allá y al para
siempre. O desaparecen en lo hondo, profundo y etéreo del enigma.
O bien se hacen concretos y
dramáticamente evidentes hasta el punto de entrar en pugna y hasta extinguirse
en sus propias llamas:
Nunca el amor es más amor
más sol, más alborada
que cuando lo encontramos
niño, gladiador, rey, a veces mendigo
en algún atajo de nuestro camino.
Y cambiamos abruptamente al
encontrarnos con alguien significativo en nuestra vida. Pero mucho más y
totalmente con el hallazgo del amor, cuyo descubrimiento es siempre una
conmoción.
E infringe mudanzas y transformaciones y arrebatos en nuestra existencia, como puede ser dejarlo todo y alterar el rumbo que tenían nuestros pasos y finalmente de nuestro destino.
Coracora
6. Entrega
total
La mujer aquí adopta una
decisión simple e imponente en la relación de pareja: ir tras el varón por el
mundo; tomando a ciegas la decisión de recorrer el sendero del amado,
alternativa que cambia radicalmente su vida, exaltando el hecho de seguir con
minucia los vestigios y hasta adorando la hendidura de las pisadas que él va
dejando en el suelo:
Desde entonces soy tuya
desde mi más débil aliento
hasta mi sombra furtiva
Hecho sorprendente, aunque
propio de la feminidad, que otorga al varón la conducción del destino de la pareja.
Y esa es otra de las claves de esta poesía y mito excelso en la especie, el de
asumir la mujer la actitud hincada y reverente de la sumisión y la entrega
total:
y te amo, mi bien
con amor infinito
que me expande junto a ti
desde la tierra
hasta Dios mismo...
La pareja atávica
7. Lo dice
ella misma
Y es que el amor es trepidación
vital, acontecimiento telúrico y suceso cósmico, culminante en lo orgánico y
mental para el ser humano, en donde caben advertir marcas, posiciones y
estigmas en la creación, porque no sólo es la decisión del «caminar juntos».
Sino que al lado de esta hay
otra voluntad esencial en uno de los géneros, cuál es la disposición en la
mujer a seguir las huellas del amado, poniendo sus pasos exactamente donde él
los pone, siendo ésta la expresión más consumada del amor hechizado, convencida
ella de la rendición y el avasallamiento supremos.
Lo dice ella misma, así:
Tiéndeme tus manos
parteras de auroras
llévame
por distancias y lejanías
háblame quedo
y condúceme
por caminos sin tiempo
sin huellas
donde sólo se oigan
tu voz y mi voz
reproducidos, publicados y difundidos
citando autor y fuente
danilosanchezlihon@gmail.com
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Editorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.com
Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
Ediciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.com
Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es
DIRECCIÓN EN FACEBOOK
HACER CLIC AQUÍ:
393-5196 / 99773-9575
le rogamos, por favor, hacérnoslo saber.







No hay comentarios:
Publicar un comentario