Sopa de chochoca
1.
Ahora que fui,
conversando con mi madre, quien en mayo de este año 2021 cumplirá 102 años de
vida; y quien vive en Pensilvania en los Estados Unidos; cogidos ambos de las
manos, entre tantos temas que conversamos, le comento:
– Lo que ya no
encuentro y parece que se ha perdido, mamá, es la chochoca que tú nos
preparabas en nuestra casa de infancia.
– ¿Qué? ¿Ya no hay?
–Se asombra.
– Yo viajo por todo
el interior del país, y por ningún lado la encuentro.
– ¡Es que la
chochoquita es sopa de casa! ¡Es sopa humilde! ¡Qué te van a servir en un
restaurante!
– Será por eso, ¿no?
– Y es sopa para la
noche o cena, que allá llamamos merienda.
2.
– ¿Sí? Pero en el
campo, mamá, yo recuerdo que se sirve hasta en la madrugada, como cushal.
– En el campo sí.
Pero en la ciudad no.
– Pero, ¿cómo se
hace la harina, y después cómo se prepara?
– Mira, la harina de
chochoca, cuando vamos a la cosecha de maíz en el campo, afuera de la casa se
desgrana el choclo maduro.
– ¡Sí, me acuerdo!
– Ahí nos sentamos a
desgranar las mazorcas recién recogidas de las plantas: hombres, mujeres y
niños. ¿Te acuerdas?
– Sí, mamá. Me
acuerdo. Se extrae de la mazorca y el grano se lo va dejando caer en las
bateas.
Desgranando el maíz para hacer chochoca
3.
– Ya ves, sí te
acuerdas.
– Y se desgrana con
una tusa.
– Y luego se hierve
en peroles. Se sancocha el maíz desgranado. No mucho sino apenas. Un solo
hervor. Y se lo saca. Y al otro día se solea. ¿Te acuerdas de cómo es el sol de
nuestra tierra?
– ¿Cómo es?
– Es un sol
amarillo, límpido y radiante.
– Sí, pues. Ya seco
ese maíz se lo lleva al molino. ¿Te acuerdas, hijo, del molino en el río
Chacomas, al pie del puente?
– Estaba al pie, ¿o
más arriba?
– ¡Al pie! ¡Río
abajo! Más arriba del puente estaba la toma de agua.
Bajada al molino
4.
– ¡Ah, sí! ¡Al pie!
– Y sentados ahí,
esperando, va saliendo la harina entre las dos piedras. Sale del maíz echado en
la tolva. Y se lo va palpando. Si queremos que el molido sea más fino le
decimos al molinero.
– Ah, se regula.
– Claro. Y se lo va
saboreando y juntando del cajón. Y una vez que está molida la harina ya tenemos
para preparar la sopa.
– ¡Es una sopa
dulce!
– No ves que es del
maíz. ¡El maíz es dulce!
– ¡Y más todavía lo
es el choclo!
– Y combina bien con
la papa que le ponemos.
– ¡Y el pellejón! Que se enrolla dejando su sebo para afuera.
5.
– Por eso se lo
fríe.
– ¡Y que se deshace
en la boca! ¿Di?
– ¿Y cómo se
prepara?
– Se pone manteca,
cebolla, ajos y sal en la olla. Mientras se calienta se va removiendo con el
cucharón. Se pone agua. Cuando está para hervir se le echa la chochoca de a
pocos para que no se hagan grumos. Se puede poner culantro encima.
– Y el pellejón?
– El pellejón se sancocha
con la sopa. O se los fríe aparte y después se le echa y eso le da un rico sabor.
– ¡Y que se junta al
olor y sabor de la chochoca es el de la cabellera del choclo! ¡Y al de los
ángeles que confunden sus cabellos con el de las mazorcas tiernas! ¡Y a los
campos de maíz cuando los alumbra la luna!
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