1. ¿Cuál la raíz
Es muy
probable que, en estos momentos, amable lector, estés haciendo uso en tu
domicilio o en tu oficina de algún dispositivo de luz eléctrica. O de luz
artificial como también se la denomina. Y así como de ella, que te estés
valiendo de algún otro medio tecnológico que se debe al genio y a la dedicación
que puso en ello Thomas Alva Edison, recurso que él lo descubrió, implementó y
puso a nuestra disposición buscando siempre el bienestar humano. Porque muchos
de los utensilios y herramientas tecnológicas de que disponemos y nos valemos
ahora, él los puso en nuestras manos. Y todo ello, ¿valiéndose y gracias a qué
dones? ¿A qué atributos? O, ¿a qué providencias?
Felizmente
no gracias a ninguna varita mágica de que se le proveyera, que en verdad no las
hay. O, para decirlo mejor, me corrijo. Lo hizo gracias a una varita mágica,
pero que se la ha puesto al alcance de todos los seres humanos, y ella es la
lectura. Porque es importante regresar siempre a la pregunta en el logro de
cualquier hazaña, cuál es la raíz y el fundamento de aquella fortuna. Es decir:
¿cuáles fueron las claves y llaves maestras para el éxito final como destino
humano de Thomas Alva Edison? Y la respuesta es que en primer lugar ello se debe a
una cualidad excepcional en él, cuál es la lectura. Puesto que leía mucho y de
todo.
Thomas Alva Edison
2. La clave
de la lectura
Así, cuando
era niño y trabajaba vendiendo periódicos y verduras en el tren de Port Huron a
Detroit, el tiempo de cinco horas que demoraba el servicio en Detroit lo pasaba
él en la Biblioteca Pública, leyendo los libros en el orden en que estaban
enfilados en el estante, de izquierda a derecha y de abajo hacia arriba, sin
prescindir de ninguno y de cabo a rabo.
Sin
embargo, él mismo revelaba que el milagro de su vida se produjo debido a la
lectura que le hizo su madre de un libro titulado “Escuela de filosofía
natural”, de Richard Green Parker, en donde se relataban una serie de inventos
que él quiso comprobar por sí mismo si eran viables; ayudándole su madre a
armar un laboratorio en el sótano de su casa.
Ya adulto
otra lectura decisiva en su vida fue la del científico británico Michael
Faraday: “Experimental Researches in Electricity”. Pero, en general, todo
dinero que ganaba lo empleaba en comprar libros y revistas científicas. Y
siempre llevaba un cuaderno de notas para apuntar cualquier idea o hecho que
reclamaran su atención.
3. ¡Pues
eso hizo!
Otra
clave de su triunfo es que dio pábulo a su gusto, a su humor y a su auténtica
inclinación cual fue una curiosidad sin límites.
La misma
que convirtió en organismo, en institución y hasta en fábrica o empresa, como
es la capacidad de inventiva y creatividad que él tenía, como también es lo que
más apreciaba e incentivaba en los demás.
Así, con
el primer dinero que ganó compró una granja abandonada en las afueras de Nueva
York, en Menlo Park, y allí instaló la primera Fábrica de Inventos del mundo. Y
que constaba de cuatro módulos, espacios y secciones: Laboratorio, Biblioteca,
Talleres y Vivienda. Todo para él y sus colaboradores.
Es decir,
dio rienda suelta a su libertad, a su pasión y a sus sueños; porque en ninguna
parte del mundo a nadie se le había ocurrido invertir todo su dinero en
instalar una fábrica de inventos.
Eso era
locura, delirio y disparate puro; era motivo para ser el hazmerreír de las
personas normales. Y recibir la compasión de la gente práctica, razonable y de
sentido común. Él hizo caso a sus sueños, a su pasión y a sus ilusiones. ¡Pues eso hizo!
Thomas Alva Edison, un descanso en su labor
4.
Monumento
nacional
Y es desde
ese establecimiento desde donde salieron los inventos que han revolucionado el
planeta tierra, cambiando con ello las costumbres de la gente que habita en los
cinco continentes, modificando nuestra manera de ver, oír, palpar y hasta de
sentir.
Establecimiento
que luego se trasladó de Menlo Park a West Orange, en Nueva Jersey, convertido
en un gran centro tecnológico denominado el Edison Laboratory, y en torno al
cual levantó numerosos talleres que daban trabajo a más de cinco mil personas.
Y que
ahora es monumento nacional de los Estados Unidos de Norteamérica. ¿No es
fabuloso? ¿No es suprema esta visión abierta, extendida y libre? ¿Aquella
capacidad para abrazar, incluir y ser vasto? Para ser henchido, grande y
generoso. ¡Y en un campo cerrado, insólito e inaugural como es contar y
concebir una fábrica de inventos!
¿Y no es
célebre esta pujanza, inquietud y hasta alegría por crear? Cuando ello va en
contra de muchos intereses. Atenta en contra de los usos y costumbres. En
muchos sentidos afecta a intereses creados. Aquella noción de innovarlo todo,
de alcanzar e incursionar en nuevos rumbos ¿y con ello acceder a mundos nuevos?
Nueva York iluminado
5. ¿Quién
es
un genio?
Otra
clave, y que es fundamental, es la dedicación y la tenacidad puesta en el
desarrollo de su labor; la concentración total que ponía en un tema, asunto y
tarea en la cual estaba investigando.
Esto es,
el trabajo persistente por encima de la brillantez de las ideas o de la
inteligencia. Tanto que unas frases que lo define a él, y que se ha convertido
en proverbio para comprender lo que significan los logros en todo campo, es
esta:
“El genio es un diez
por ciento de inspiración, y un noventa por ciento de traspiración”.
Es decir,
sudor, afán y lágrimas a veces de impotencia. El tesón que demanda esfuerzo y
sacrificio que nos saca ampollas, llagas y causa heridas, que nos deja huellas
que mientras sean del trabajo asiduo y esmerado ellas son las verdaderas
medallas y diplomas que podemos recibir en una vida auténtica.
Y es todo
un ejemplo aquel que se refiere a cómo para lograr la lámpara incandescente
trabajó ochocientos días y ochocientas noches. Y tuvo la paciencia de ensayar
con más de seis mil fibras diferentes. Ya sean de naturaleza vegetal, mineral o
animal, a fin de conseguir un filamento que pudiera mantener la luz encendida.
6. Luz
por las noches
Y no es
que para ello se confinara en su gabinete, laboratorio o fábrica. Ni que tuvo
que encerrarse solitario en su oficina, local o edificio. O que se redujera a
su ciudad, país y ni siquiera cultura.
Él para
lograr el filamento que mantuviera la lamparilla de luz encendida salió e hizo
que sus colaboradores viajaran a todas partes del mundo.
Para
lograrlo envió a las personas que trabajaban con él al Japón, al África y a la
América del sur.
La misión
era buscar todo tipo de materiales que pudieran servir para mantener el brillo
incandescente de la bombilla eléctrica.
Pero,
cuidando además que fueran materiales baratos, que no fuera oro ni diamante ni
esmeralda, sino materiales asequibles y caseros. Y, si es posible, aquellos que
se arrojan al basurero y se desechan.
Fue por
esta razón por la cual se desestimó el platino, que sí funcionaba para el
efecto, por ejemplo. Pues el anhelo de Edison era que sus inventos sirvieran a
los más pobres, y para ello no tenían que costar mucho.
Así fue
que se encontró finalmente el material que se buscaba, y ello fue en la fibra
del bambú, a partir de lo cual tenemos luz por las noches.
Santiago de Chuco de noche, mi comarca andina
7. Emblema
e ideal
Y así, y
gracias a todo ello el año 1882 se inauguraba en Nueva York el primer sistema público
de alumbrado eléctrico de sus calles. Acontecimiento este que fue de tal
impacto y novedad que hubo que implementar el cambio de rutas de los trenes
para ver a Nueva York iluminado.
Y ello
con bujías de luz eléctrica, lo cual no solo era tecnológicamente
extraordinario sino poéticamente conmovedor. Era a la distancia ver sembradas
haces de perlas luminosas que significaban el bullir al pie de ellas de la vida
edificante en la noche sideral.
. Por
eso, de él se dice que contribuyó a diseñar los perfiles tecnológicos del mundo
contemporáneo. Y esto con las industrias eléctricas, que él implementa, con un
sistema telefónico viable, con el fonógrafo y el cine.
Y, sobre
todo, con un hecho que pasa desapercibido: con él la capacidad de inventar pasó
de ser un simple entretenimiento para constituirse en una gran empresa. Y en
algunos estados en un elemento estratégico para el desarrollo de sus naciones y
con ello del ser humano integral.
Para bien
o mal depende de cómo se utilice la tecnología, para lo cual es fundamental el
componente moral que él en su vida también hizo mucho por tenerlo como enseña,
emblema e ideal.
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