domingo, 4 de abril de 2021

4 de abril. La fiesta de la palabra en el aula. / El rico acervo de la literatura infantil.


4 DE ABRIL
LA FIESTA DE LA PALABRA
EN EL AULA

EL RICO ACERVO
DE LA LITERATURA
INFANTIL

Danilo Sánchez Lihón




Lo que oí lo olvidé;
lo que vi lo recuerdo;
lo que hice lo sé.
Richard Quetel

1. Fastuosa
recreación

 

Lo niños, que son genios del lenguaje, resultan desaprobados en la asignatura de Comunicación Integral, y lo peor es que al tercer año de la Educación Primaria empiezan a perder la riqueza del lenguaje con que ingresaron a la escuela.

Todo esto debido al enfoque gramaticalista de la enseñanza del lenguaje, en donde el objeto de estudio es la oración lingüística en sus aspectos teóricos y en su estructura principalmente morfológica, fonética, sintáctica y semántica, desarrollado todo ello como conocimiento óptico, abstracto y científico, lo cual no es la naturaleza real ni viva del lenguaje.

Ahora bien, si descartamos el enfoque anterior la pregunta es: ¿qué y cómo enseñar entonces lenguaje en el aula? Sencillo: haciendo que este sea una fiesta de la palabra, un goce, una fastuosa, magnífica y constante recreación: ¡la fiesta de la palabra en el aula. Y para eso tenemos el rico y prodigioso acervo de la literatura infantil y juvenil. Así:

¿Quién es ella que en la rosa

bella sus colores posa?

¿Quién es la guapa doncella

que entre el sol, luna y estrellas

vaga y vaga... vagorosa?

LA MARIPOSA

  


2. Quién es

y no es

 

Ahora bien, ¿en dónde y cuándo la palabra es fiesta, gozo y fruición? Por ejemplo, en las rimas, en las adivinanzas, en las jitanjáforas; en las rondas, candombes y glosolalias. Y de este modo:

¿Quién es y no es,

que corre y no corre,

que no se detiene

y no tiene pies?

EL TIEMPO

Dianas, campanas y chirimías en la inmensa gama y acervo de la literatura infantil de todos los tiempos, lugares y culturas.

Mi linda vaquita

preciosa y “bollona”

cuando me da leche

se pone monona...

Y su becerrito

inquieto le grita:

¡Mamita, vaquita

guárdame un poquito!

La vaca dice muuu

y su becerro meee...

¿A quién no le gusta

leche con café?

(Teófilo Maguiña Cueva)

 Pero también en el habla diaria y cotidiana de la gente, en la conversación de todos los días, en donde debemos situar la ubicación real del uso del idioma:

Tenía un elefante que se llamaba maíz.

Pero vino un pollito, lo vio y se lo comió.

 


3. Rimas

verbales

 

Y no se trata tanto de enseñar el lenguaje, sino de provocar la exploración y el descubrimiento de la palabra y sus maravillas de parte del niño y del joven.

Porque una relación feliz con el lenguaje debe estar empujado por una fuerza esencial, cuál es el goce.

Estaba la pájara pinta

a la sombra del viejo limón

con el pico picaba la rama,

con la cola movía la flor.

¡Ayayayayay, ya tengo un amor!

Siguiendo este razonamiento, lo ideal es presentarle al niño y joven el mundo del lenguaje como expansión y libertad, y a partir de textos que generen el disfrute, como el que se experimenta cuando se juega a las rimas verbales. Así:

Mi blanca gatita

no dice ron-ron

está enfermita

de su corazón.

Titina, tontina

sufre de amor.

¡Ay! ¿qué medicina

le dará el doctor?

(José Tapia Aza)

 


4. Debatiendo

y argumentando

 

Nuestro postulado de trabajo entonces en el ámbito de la enseñanza del lenguaje es la valoración de la palabra en esta dimensión y en este sentido, porque en ella está depositada toda su esencia. Si sabemos encontrar en las palabras todo lo que ellas encierran propiciaremos que los niños estén atentos, abiertos y plenos de entusiasmo frente a su dominio y recreación oral y escrita.

LA ARDILLA

La ardilla corre,

La ardilla vuela,

La ardilla salta

Como locuela…

– Mamá, ¿la ardilla

no va a la escuela?

– Ven ardillita

yo tengo una casa

que es muy bonita.

– ¡No! ¡No! Yo prefiero

mi tronco de árbol

y mi agujero.

(Amado Nervo)

Ya que no solo interesa leer textos escritos sino captar fundamentalmente de manera oral, escuchando y por tanto dialogando, debatiendo y argumentando en una suerte de reeducación de los sentidos.

 


5. El deliquio

de las palabras

 

Siendo así el lenguaje en el aula será fiesta, alegría y estallido de ilusión. Siendo así se acabará la rigidez, la dureza en el lenguaje convertido en curso, asignatura y materia inerte, dificultosa y temible obstrucción.

¡Abajo la concepción de que el lenguaje son normas, preceptos y categorías formales! Abajo la tortura diaria de seccionar la lengua, convirtiéndola en fórmulas y esquemas para trama y trampa de teóricos. Debemos acabar con la grisura, la monotonía y el carácter pesado y mortecino de que se lo ha insuflado al lenguaje dentro y fuera del aula.

Que si quieren sucumbir y morir acosado por ese ambiente que mueran los académicos, los especialistas, los burócratas y funcionarios del lenguaje sentados en sus escritorios y delante de sus pizarrones. Pero no contaminen a los niños con sus barrotes, celdas y prisiones.

Nosotros somos niños y gozamos de la lengua; nos divierte y nos fascina, nos hechiza y compromete tenerla en los patios de recreo, en nuestros juegos y en nuestras aventuras vitales. En las rondas, canciones y en el uso diario de la vida como ofrenda que no podemos diferir, ni descartar ni traicionar sino más bien extraviándonos en los bosques encantados de las palabras que son promesas y son deliquios.

 


6. Surtidos

de encanto

 

Vida en donde la palabra es el mejor juguete, el mejor viaje y la mejor aventura para nuestras mentes y nuestras almas, cuando las encuentra intocadas. La palabra que es hálito, el hálito es respiración, y la respiración en el lenguaje es ritmo, baile, gozo, y la posibilidad de una vida mejor, con luz, calor y sobre todo con sentido.

Porque la palabra cuando no se surte de encanto, cuando encalla en esquemas, en nomenclaturas y teorías se traiciona a sí misma y traiciona a todos los demás.

LA GOLONDRINA

Drina la bella

la golondrina

se echó un tintero

de tinta china.

Sor golondrina

es la monjita

de pecho blanco

de este castillo.

 (Hugo Molina)

 

Su zapatito blanco

puso el niño en la acequia

a la falta de barco.

A falta de barco

cruzó el niño la acequia

en su zapatito blanco.

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7. Del sueño

a la realidad

 

Pero el lenguaje, además, es capacidad de resolver problemas mediante un instrumento, una herramienta o recurso cuál es la palabra o la expresión verbal, por la habilidad de hacer que ella sea lo suficientemente expresiva para que todo se dilucide, esclarezca y resuelva. He aquí la composición de Gimena Curbelo Lago, una estudiante de los primeros grados quien escribió en su cuaderno:

Hoy conocí a una niña que me contó sus sueños imposibles.

Me contó que ella cuando sea grande va a evitar las guerras.

Yo le dije: “Eso es imposible” Y ella me volvió a decir: “También voy a evitar que la gente se muera de hambre”.

Yo le volví a contestar: “Pero, eso también es imposible”.

Ella me seguía hablando como si estuviera sola, porque también me dijo que iba a construir muchos edificios para darle a vivir a todos los pobres.

Yo no le dije nada, pero lo pensé y comprendí que también es imposible vivir sin sueños.

De pronto esa niña se levantó, y yo junto con ella.

Entonces me di cuenta que hoy me conocí, porque esa niña era yo.

Para eso también sirve la palabra, para hacer más nítidos nuestros sueños.

 


Fotos 1 y 7
Jaime Sánchez Lihón

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