lunes, 12 de julio de 2021

12 de julio. Día del Guía de Turismo. / Qhapac Ñan, el Camino del Señor.


12 DE JULIO
DÍA DEL GUÍA DE TURISMO

QHAPAQ ÑAN,
EL CAMINO
DEL SEÑOR

Danilo Sánchez Lihón



Pagando a la tierra en busca del Qhapac Ñan en Cushuro


“Los caminos de los Incas fueron
la más útil y estupenda obra
jamás ejecutada por el hombre”.
Alexander Von Humboldt

1. Salud
y bienestar

 

Todas las rutas del Qhapaq Ñan llegaban y partían desde la plaza central del Cusco, llamada Plaza de la Alegría, ombligo del mundo y morada y sede del Inca.

Camino del Señor donde los pueblos aledaños tenían una participación comprometida con las actividades que en él ocurrían, como en el mantenimiento de los bienes que lo conformaban y que el camino contenía.

Así, por ejemplo, el puente colgante de Q’eswachaka sobre el río Apurímac, eran las comunidades aledañas de Huinchiri, Chaupibanda, Choccayhua y Ccollana Quehue.

Quienes mediante el trabajo de minga lo reparaban y conservaban y mantenían vigente en su servicio, reparación y mantenimiento, y en todo lo que acontecía a su alrededor, como es la seguridad de los transeúntes, y como es el auxilio para cualquier aspecto de salud y bienestar.

 

Vestigios del Qhapac Ñan en Cushuro, Cachicadán, Stgo. de Chuco


2. Todas

las culturas

 

Y es que el objetivo del Qhapaq Nañ era articular los diferentes pueblos del universo andino caracterizado por albergar la mayor diversidad biológica existente en el mundo.

Pero además fue construido para integrar la enorme diversidad cultural en donde cada región hizo florecer culturas de asombro que se mantuvieron en pleno esplendor y conservando su identidad, aunque abiertas a los demás por el camino que enlazaba a una y otra comunidad.

Y que los incas supieron respetar e integrar, honrando a sus dioses, sus costumbres, sus fiestas, otorgándoles dándoles un trono en Pachacamac que era la conjunción de todas las creencias, devociones y culturas, donde cada pueblo a su dios entronizado en armonía con todos los demás.

 

El Qhapac Ñan aún hasta ahora empedrado


3. Liso

y terso

 

Hernando Pizarro y su tocayo Hernando de Soto fueron los primeros extranjeros que se deslumbraron con esta maravilla al realizar su viaje a caballo desde Cajamarca a Pachacamac.

Recorrieron esa ruta para inspeccionar el recojo del tesoro del Inca que fue concertada como el cupo del rescate, intento vano de pagar la libertad de Atahualpa, viniendo por uno y regresando por otro sendero del Qhapaq Ñan, cuando dicen textualmente:

“El camino de las sierras es cosa de ver, porque, en verdad, en tierra tan fragosa en la cristiandad no se han visto tan hermosos caminos, toda la mayor parte de calzada”

Entendiendo por calzada como si fuera decir ahora pavimentado de piedra, y puesta de modo tan parejo que otro de los cronistas expresa que si se echara a rodar por ellos una carreta no produciría ruido alguno el roce de sus ruedas en el suelo por lo liso y terso de cómo estaba hecho.

 


Chasqui en el Qhapac Ñan


4. “¡Oh!

Qué grandeza

 

Y causa la admiración de la mayoría de conquistadores españoles que escribieron crónicas, el que fueran límpidos, amenos y hasta decorados con una y otra obra y muestra de arte.

Y porque siendo los caminos romanos la maravilla del mundo antiguo en época de la mayor magnificencia de la Europa de su tiempo, no podían compararse aquellos en lo más mínimo a lo que veían aquí sus ojos:

“¡Oh! ¿Qué grandeza se puede decir de Alexandro, ni ninguno de los poderosos reyes que el mundo mandaron, que tal camino hiciesen, ni inventasen el proveimiento que en él había? Ni fue nada la calzada que los romanos hicieron, que pasa por España, ni los otros que leemos, para que con éste se comparen”.

Así lo reitera en su informe el cronista español Pedro Cieza de León.

 


Tambo e ingreso del Qhapac Ñan


5. Dudo

que haya otro

 

El que esta obra portentosa sea un camino nos habla de la excelsitud de la cultura que lo concibiera y lo ejecutara. Nos da una pauta de cómo sentían y pensaban los Incas. Porque todo camino es obra abierta y de libre acceso para unir a los hombres y a los pueblos.

No es muralla ni cerco ni valla; ni división, sino lo opuesto a ello que es suma, multiplicación y alborozo. Porque es camino, es decir para que las personas por allí pasen y transiten, y cuando lo hacían en todo momento se les brindaba protección a cardo de la comunidad aledaña y adyacente que allí vivía.

El Qhapaq Ñan no es para atajar, ni encerrar, ni confinar algo. No era para prohibir sino para ampliar y extender. Para abrazar a los hermanos hombres. Cuando registramos esto entonces tenemos que pensar en lo elevada y superior que era la cultura que los hizo.

 


Escalinata del Qhapac Ñan en Choquequirao



6. Lo claro

y luminoso

 

En otras culturas las obras grandiosas fueron las residencias de los seres poderosos, los castillos, las cofradías y los templos.

Puesto que lo que se quería es encerrarse en muchos casos y atesorar los bienes casi siempre acumulados con variedad de formas, ya sea confiscados o como pago de tributos.

Y lo que quedaba afuera era lo ajeno, lo extraño y temible. El camino de aquí exorcizaba todo lo receloso, oscuro y adverso.

Y era más bien lo claro y luminoso. Así lo dice Cieza de León cuando advierte:

“En la memoria de la gente dudo que haya registro de otro camino comparable a este, atravesando profundos valles y elevándose sobre altísimas montañas a través de montones de nieve, pantanos, roca viva y ríos turbulentos”.

 


Reparando puente del Qhapac Ñan


7. ¡Kausachun

Perú!

 

Ya en el tiempo actual, desde el día 24 de junio del año 2014 el Qhapaq Ñan es Patrimonio Cultural de la Humanidad, declarado así por la Unesco.

Todo esto con la particularidad que como es camino y no un monumento estático o fijo en un lugar, la resolución de su declaratoria abarca 250 kilómetros de senda ya reconocida, 81 sitios arqueológicos y 156 comunidades integradas al camino.

El valor principal del Qhapaq Ñan para Capulí, Vallejo y su Tierra, aparte de la importancia histórica, arqueológica, turística, paisajística que él tiene, es que constituye un símbolo de la mayor fortaleza dentro de la visión de la construcción y forja de la utopía andina que es un eje clave del ideario de nuestro movimiento cultural. ¡Jallala! ¡Kausachun Perú!

 

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