14 DE
OCTUBRE
MES DE LAS BIBLIOTECAS
ESCOLARES
FAROS
Y
LÁMPARAS
VOTIVAS
Danilo
Sánchez Lihón
Bibliotecas para la vida y con todo lo que ella nos prodiga
Las bibliotecas
son caminos
y puertas
de entrada
a lo más
maravilloso que
hay
en la vida y
el universo.
DSL.
1.
Vuelo hacia
lo
trascendente
El
vocablo y el concepto biblioteca, en general, hay que traducirlo como
expectativa, inquietud, preguntas y anhelo de grandes realizaciones humanas. Siendo
así, las Bibliotecas Escolares hay que concebirlas como espacios libres y
luminosos donde niños y jóvenes han de dar pábulo a sus aspiraciones más
trascendentes, instaladas en las instituciones educativas, y a fin de indagar
en ellas aquello que más los fascina y obsesiona, y ello mediante el cultivo de
la lectura selectiva, crítica y creadora.
No
necesariamente, ni de manera principal, su misión es dar apoyo a las tareas
escolares, aunque ha habido corrientes y tendencias prestas a concebirlas de
ese modo, como recursos para el aprendizaje y de apoyo al desarrollo del
currículum. Discutí arduamente esta tesis en el Seminario Internacional: Las
Bibliotecas Escolares como Recursos de Aprendizaje, realizado en Lima en
septiembre de 1992.
Sostuve
en aquella oportunidad la defensa de la Biblioteca Escolar como un espacio
libre para dar más bien cabida a los sueños, basada más bien en lo que le es
propio e inherente al niño y no al programa de estudios, en donde él encuentre
respuestas a sus preguntas más íntimas, y a sus cariños y preferencias más
sinceras.
2. Núcleo
que enlace
Lugar
donde se descubra a sí mismo, donde disfrute a sus anchas y donde no esté ni
vigilado ni dirigido, como un oasis, un lugar sereno, cordial, fuera del
tiempo, sumida más bien en un tiempo mágico y autónomo, donde el niño ingresa
pleno y jubiloso porque la tarea más bien es haberlo incentivado tanto que él
mismo acude allí a engrandecer su espíritu.
Pero
no. No hay que contaminarlas con los programas de enseñanza aprendizaje. Ellas
han de ser los oasis, los remansos y manantiales primigenios, los asideros libres
a toda opción de lo que es oficial, forzoso, y obligatorio, defendiéndolas más
bien como espacios de recreación y de libertad para desarrollar el ámbito del
espíritu, donde se fomente la lectura creativa y se la propicie para que cada
niño y joven encuentren, mediante la lectura, su propio destino y vuelo hacia
lo más significativo y trascendental de su ser.
En
tal sentido, la biblioteca escolar tiene una posición privilegiada para ser el
núcleo que enlace, integre y coordine actividades en que tengan relación los
diversos estamentos de la institución educativa, comprometiendo a la Asociación
de Padres de Familia, e involucre también a la comunidad en su conjunto.
Para
tales propósitos la Biblioteca Escolar ha de reunir algunas condiciones
básicas, como las siguientes:
3.
Libres
y
en confianza
Calidad, presentando
y ofreciendo buenos servicios, actividades y buenos libros. Esto implica tener
un criterio amplio y formado que oriente la adquisición de las joyas literarias
de todos los tiempos.
Cantidad, buscando
los medios para reunir un número abundante de textos en sus múltiples formatos
y en proporción al alumnado asistente.
Variedad, que
permita dar respuesta a los intereses de niños de diferentes edades, con
diversas órbitas de interés e inquietudes, combinando temas, estilos, autores y
géneros variados y diversos.
Organización, adoptando
un sistema de clasificación sencillo, eficaz y comprensible, en donde los
estudiantes mediante la modalidad de estantería abierta seleccionen lo que más
les interesa y gusten leer.
Calidez, alcanzando
a ser un espacio acogedor, grato y estimulante, en donde los niños y jóvenes se
sientan invitados a permanecer, atraídos también por una decoración alegre y
dinámica, que condicione a los usuarios a sentirse bien, libres y en confianza.
Proyección
a la comunidad, para recibir el importante aporte de la cultura
circundante que ligue para siempre a la persona a su tierra de origen propiciando
el arraigo y la pertenencia
4.
Empuña
el
libro
En
donde con los libros hemos de lograr que los niños ahonden su sensibilidad, amplíen
conocimientos y vivan experiencias enriquecedoras sobre aspectos fundamentales
de la existencia y conciban realidades nuevas y sorprendentes que mejoren la
vida y el universo.
Lograr
despertar con ellos la curiosidad por el mundo de la naturaleza, del arte y de
la ciencia, sin olvidar lo vertebral que es el ámbito de la cotidianeidad, de
los valores y del entorno en que vivimos.
En
esta perspectiva qué importante resulta el vínculo de la Biblioteca Escolar con
el ámbito del acervo cultural, con las costumbres y tradiciones de los pueblos,
con la valoración de todo lo nuestro y con la identidad nacional.
Considerando
al bibliotecario como un promotor de cultura, como un líder y un orientador
social. Como alguien que señala rutas, que asume la realidad, la comprende y
con su accionar ayuda a transformarla.
Como
aquel que la explica apoyado en la experiencia y en el conocimiento, tal como
lo advierte Bertolt Brecht, al señalar:
Empuña el libro, hambriento: es un arma.
Estás
llamado a ser un dirigente.
5.
¿Quiénes
somos?
En
tal perspectiva y a fin de contribuir a dilucidar el horizonte de la Biblioteca
Escolar, he aquí algunos alcances en torno a su deontología, partiendo de
alentar para ella más bien una propuesta cultural. Proponiendo cultivar en ella
sobre todo nociones de vida que el niño y joven las requieren, ya que somos una
cultura de una riqueza excepcional.
¿Por
qué entonces no la hacemos más vigente y de manera más corriente y natural,
recreando con niños y jóvenes nuestra memoria e identidad, valorando este acervo
y ancestro como nuestro mayor tesoro e imponiéndonos desarrollar en ella:
Un saber ser.
Un saber estar.
Un saber hacer, y
Un
saber conocer.
A
lo cual habría que agregar desde nuestra perspectiva el saber crear y el saber
ser solidarios, como una respuesta a la pregunta de ¿quiénes somos?
Apoyando
sobre todo el desarrollo de la identidad en nuestra comunidad, alentando e
implementando al mismo tiempo toda acción que tienda a lograr la interacción
cultural con otras comunidades.
A
lo cual añadimos desde nuestro particular punto de vista; un saber crear y un
saber ser solidarios.
Las bibliotecas son más importantes que los ejércitos
6.
Más unida
y
fraterna
Pero,
además de desarrollar todo lo anterior, y sobre todo afianzando una identidad a
través de las bibliotecas escolares y de la lectura, el reto es avanzar hacia
la universalidad; desafío imprescindible en el mundo contemporáneo. Ya que no
podemos únicamente preocuparnos de lo propio sin cultivar una acción correspondiente
a nuestro ser universal y en el contexto de la globalización, ámbito en el cual
hay batallas qué librar.
No
podemos hacernos ínsulas baratarias, ni compartimientos estancos, ni Atlántidas
sumergidas; hay que afianzar la identidad, pero a la vez promover el dialogo y
contactos entre las diferentes culturas. Siendo la regla de que una verdadera y
bien orientada identidad encuentra una ubicación correcta a nivel universal, y
nos permite ventajas en el diálogo intercultural.
No
podría ser de otro modo: ser únicos y originales, por un lado, pero a la vez
universales por otro. Ya que al ser legítimamente nosotros mismos encontramos
nuestra universalidad, hallándose en el fondo de nuestro ser la conjunción de
estos dos planos y factores.
Siendo
posible todo ello ya que es en las bibliotecas en donde es dable conocer,
descubrir, equilibrar y soñar; en donde se acunan los más acrisolados mundos
nuevos, utopías y anhelos de un mañana mejor; como de un orden más óptimo entre
seres humanos como de una sociedad local, regional y mundial el más unida y
fraterna.
7.
Otro reto
es
integrar
De
mano, todo ello, con la lectura asidua, selectiva, crítica y creadora; en donde
hemos de alentar a ser eminentemente creativos, no lectores pasivos, ni
imitadores; ni mucho menos seguidores de modas y corrientes, ni de emociones o
pensamientos extraños y ajenos los cuales pugnemos por forzar aplicarlos a
nuestra realidad.
Sino
que seamos forjadores y creadores por nosotros mismos de actitudes propias,
válidas para nosotros mismos, y siempre hacedores de cultura, como en verdad lo
somos, autores de nuestro destino y dueños de nuestros actos y de nuestro
porvenir.
Siempre
recurriendo a nuestro acervo de mitos, leyendas y cuentos folclóricos, por
sobre aquella literatura banal, prestada y fatua de los que se arrojan
incondicionales al mercado como si se arrojaran a la nada.
Conciliando
identidad y desarrollo, he ahí la clave. Conquistando un saber ser individual y
una cultura que es identidad colectiva, donde ambos entornos deben conciliar y
conjugar armónicamente.
Ya
que, desde la invasión española hasta nuestros días, vivimos escindidos, en un
mundo dividido en el que la desconexión y hasta el enfrentamiento han
determinado vivir en un país fragmentado, atravesado por hondas y lacerantes divisiones,
donde el gran reto es integrar, concibiendo entonces toda biblioteca como
factor de cohesión.
8.
La
cohesión
Este
rol de punto de enlace de la Biblioteca Escolar es fundamental, como también su
función permanente en lo que es conciliar, tender puentes, ejerciendo labor
integradora en lo artístico, científico y cultural, así como impactando en el
niño con las maravillas que hay en los diferentes campos del saber y del quehacer
humano.
Esta
función de cohesión es importante ya que en el hombre común y corriente priman
una serie de prejuicios derivados de las circunstancias traumáticas
históricamente que hemos vivido; por ejemplo, los opuestos y contrarios:
serrano-costeño, blanco-indio, rico-pobre, capitalino-provinciano,
ciudad-asentamiento humano, pueblo joven-barrio residencial, etc.
Sintetizando,
aludimos a tres factores esenciales que debemos resolver en el cimiento de
nuestra formación: identidad, cohesión y universalidad, respetándonos unos a
otros, amando el suelo que nos vio nacer, valorando y sintiéndonos orgullosos
de lo que somos, y de ese gran patrimonio cultural que poseemos.
Siendo
así nuestra labor es ardua y hermosa a la vez desde la Biblioteca Escolar: que
los niños y jóvenes conozcan y vivan a través de la lectura todo aquello que
nos de identidad, cohesión y universalidad de aquí al futuro, y siempre.
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