sábado, 26 de octubre de 2019

26 de octubre. Nace Emilio Barrantes. Esencia de ser maestro.


26 DE OCTUBRE
NACE EMILIO BARRANTES

ESENCIA
DE SER
MAESTRO


Danilo Sánchez Lihón 


Casona de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos


«Una vez que se conoce y se ama,
el servir sigue como el día a la noche,
pues el que ama aspira ante todo a servir».
Emilio Barrantes


Emilio Barrantes Revoredo junto a José Antonio Encinas, Walter Peñaloza Ramella, Augusto Salazar Bondy y Emilia y Victoria Barcia Boniffatti, constituye la pléyade más excelsa de educadores peruanos. Vivió 1004 años de vida fecunda y honrada. Parafraseo lo que escribe en uno de sus libros como confesión y testimonio personal: Nunca he mentido, jamás he cogido algo ajeno. Tampoco he mirado con deseo a una mujer que no fuera la mía.


Emilio Barrantes Revoredo

1. Lúcido
en su misión

Emblema de la Facultad de Educación de la UNMSM, es el maestro Emilio Barrantes Revoredo, quien fuera dos veces Decano de esta Facultad, y cuya vida se podría enfocar en un sin fin de aspectos, y todos resultarían relevantes y proverbiales.
Pero quiero escoger el más simple y aparentemente rústico, a fin de que se vea cómo cada detalle de su vida resulta ejemplar y significativo en relación a la educación y a la escuela.
Y en este sentido hay un pasaje que como todo en su trayectoria vital tiene un especial significado y sella su destino de educador.
Quizá este sea el más humilde de sus momentos, si lo comparamos a otras coyunturas en donde desarrolló actuaciones fulgurantes y estelares en su vida.
La mayoría de ellas en el plano pedagógico, académico y de la gestión educativa a nivel nacional e internacional.

2. Recién
egresado

Tal por ejemplo su incorporación a la plana docente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en el año 1946.
O su elección como decano de la Facultad de Educación de dicha casa de estudios en dos oportunidades: 1956 a 1961 y de 1964 a1967.
O el impacto que causara su discurso en la Asamblea de Educadores realizada en Guanajuato, en el año 1964.
O su nominación para presidir la Comisión de la Reforma de la Educación Peruana, en el año 1969.
Sin embargo, quiero referirme más bien a otra circunstancia fortuita, aparentemente muy personal, sencilla y hasta anodina, y a los sucesos concomitantes que ocurrieran en ese trance.
Y este fue su nominación por primera vez como maestro de escuela pública y rural, y su viaje irrevocable a dicho lugar.
Y que fue para hacerse cargo de su primer puesto de trabajo en el campo del magisterio en el Centro Escolar 484 de Palca, el año 1933, recién egresado de la Escuela Normal.


Pueblo de Palca en Tarma

3. Maestro
de a verdad

Este pasaje, del cual se nos ocurre extraer los significados que expongo, lo narra su propio protagonista en su libro «Vida en las aulas», del cual extraigo estas anotaciones:
«Cuando me nombraron director del Centro Escolar 484 de Palca, ignoraba hasta el nombre de esa pequeña ciudad. Es más: no me interesé por averiguar sus condiciones de vida. Se me informó que era un distrito de Tarma y yo me eché a buscar en un mapa el camino que era preciso recorrer para llegar a él.»
Al leerlo así de golpe, acaso ¿no sentimos que un maestro de a verdad hace tal cual él hizo?
Esto es: asume la realidad, y no se interesa por indagar acerca de las condiciones de vida.
Parte a una misión sin hacer consideraciones de las comodidades que en dicho puesto ha de tener, ni especula acerca de la importancia del lugar.


Tren al centro del Perú

4. Un mundo
nuevo

Acaso, ¿no se transluce de esta manera la alta misión de servicio de un maestro auténtico, quien asume su labor, tal como si fuese un misionero, atraído y subyugado más bien por lo que ha de conocer, aprender y ayudar a superar? Y continúa:
«Era la separación de Lima y la consideraba definitiva».
Un maestro es así; pone todo en un platillo de la balanza y apuesta a ganador, que es lo que hace Emilio Barrantes al asumir su flamante puesto.
No actúa calculando cada situación que se avecina, ni mucho menos la mide de acuerdo a su conveniencia sino bajo el impulso de su corazón y su objetivo cual es educar, ser guía y orientador.
Y se desgaja definitivamente de lo anterior rompiendo sus amarras, no dejando ningún lazo ni ancla a la cual asirse. Se va para siempre; con la convicción de asumir un mundo nuevo de manera total.
«Cuando subí al tren, tenía la seguridad de que abandonaba un mundo para entrar a otro».


Niño andino. Foto. Centro de Prensa. Unicef. Perú


5. Virtudes
y esperanza

Es el empeño del joven maestro. Es la entrega absoluta de quien se ha formado para asumir su destino de modo pleno e ineluctable.
Se deja atrás el mundo de antes por el mundo de adelante que se ha de asumir. Se troca el mundo antiguo por el mundo nuevo, que es todo expectativa.
Ahora bien, estos mundos, el de antes, el de ahora y el de después, son muy distintos, casi contradictorios y hasta opuestos y en pugna.
Deja el mundo de la gran ciudad, de la capital del Perú, de la urbe moderna, e ingresa al mundo andino lacerado de males consuetudinarios, de pobreza y marginación.
De ausencia de servicios básicos, sin luz, agua ni desagüe, pero colmado de anhelos; sin comodidades, pero henchido de promisión; sin divertimentos, pero imbuido de ideales, de afectividad, virtudes y esperanza. 


Tarma. Foto: Hotel "El vuelo del cóndor"

6. Leer
y cantar

Veamos entonces lo que ocurre: un hecho que grafica aún más el sentido implícito en este acto de dejar lo antiguo y asumir lo nuevo:
«Compré una maleta lo suficientemente grande para que pudiera contener todo lo que deseaba que fuese conmigo... La maleta se perdió en el viaje y con ella mis libros, mis útiles personales y hasta mi diario: todo lo que necesitaba urgentemente y que, en algunos casos sentía como parte de mí mismo. Sin embargo, la pérdida no me afectó en absoluto. Compré en Tarma lo que me parecía indispensable y me dediqué a leer y a cantar con el mejor ánimo del mundo».
¿No es revelador y pleno de significados este hecho en quien como Emilio Barrantes todo tiene el carácter de paradigma?
Siendo él un hombre tan cuidadoso, exacto y prolijo. Sin embargo, ¡pierde su maleta!


Danilo Sánchez Lihón presentando el libro Luz de los ojos, de
Emilio Barrantes Revoredo, en el Instituto Porras de la UNMSM.

7. Asumir
jubilosos

Encuentro simbólico todos estos aspectos que suceden: el tren, la maleta perdida, el dato de que ello no le afectó en absoluto, el dedicarse a leer y ¡a cantar! Es decir, constituye un trance o una travesía espiritual. Deja atrás el pasado, se siente libre, abraza sus ideales. Y se reafirma en dos actividades del mayor significado: leer y cantar.
Cuida de no sentirse abrumado para posesionarse del mundo nuevo. cuida de no empezar pesaroso ni derrotado. Por eso no se permite ningún lamento por la maleta perdida. Porque, pensemos: ¿Qué es la educación? Un lanzarse y arrojarse totalmente a lo nuevo. Un tender el paso hacia adelante como el más importante.
El que haya confianza, como la del guerrero a quien solo le importa con quién se va a luchar, aquello que se tiene que vencer y superar: en este caso la ignorancia, la apatía, el desaliento y el reto de asumir jubilosos el futuro a fin de construir un mundo mejor. Y eso es también la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, a la cual la vida de Emilio Barrantes Revoredo está esencialmente ligada.


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1 comentario:

  1. Gracias Danilo Sánchez por tu magistral crónica sobre la vida de un Maestro ejemplar de Verdad.

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