9 DE OCTUBRE DE 1989. EL PERÚ
INGRESA
A LA COMUNIDAD ANTÁRTICA,
COMO PAÍS CONSULTIVO
LA ANTÁRTIDA,
SU PRODIGIO
Y SUS RIQUEZAS
EN SUS MARES Y EL SUBSUELO
Danilo Sánchez Lihón
1. Solo dos
estaciones
En el extremo sur
del planeta tierra se encuentra la Antártida, continente montañoso cubierto en el
98 % de su extensión territorial de un perpetuo manto de hielo.
Donde cada glaciar,
que tiene cerca de 2 km. de espesor, y cuyo paisaje, aunque inmenso y desolador,
tiene a su vez una extraordinaria, vibrante y conmovedora belleza.
Este sexto
continente es enteramente de témpano y su superficie es mayor a la de Europa,
superando los 14 millones de kilómetros cuadrados y coincidiendo su centro con
el sobrecogedor y dramático eje del Polo Sur.
Donde las
estaciones del año son únicamente dos: el verano, que se inicia el 21 de septiembre
y concluye el 21 de marzo de cada año, período en el cual se puede observar el
sol durante las 24 horas del día, sin ocultarse.
Y donde el
invierno es atroz, que es cuando el día y la noche se ven envueltos en la
oscuridad más absoluta, intrincada y tenebrosa; y el frío desciende a escalas y
grados extremos y descomunales.
2. Estrella
Polar
Y es cuando en la
superficie lúgubre sopla la cellisca y aúlla el viento implacable en la noche
más hosca y tupida de nuestro planeta, que no permite un grumo ni una partícula
de vida en su superficie, por grande o pequeña que fuera, imperando un
espectáculo que pareciera simplemente, aunque frío, infernal.
Solo en aquella
primera estación, en el verano polar austral, es cuando el continente antártico
permite el acceso de barcos.
Eso sí, operación a
través de sus mares que es de sumo riesgo, ya que estas aguas a lo más que se
acostumbran son a estar congeladas y donde son imprevisibles las borrascas.
Donde Ártico
significa “de la Osa”, en referencia a la constelación boreal de la Osa Menor,
en la cual se engarza o se encuentra la Estrella Polar.
Antártico es
entonces “lo opuesto a la Osa”, aludiendo al Polo Sur. Donde el clima en esta
región es frío, seco y ventoso.
Y la temperatura es
la más gélida del mundo y que raramente se eleva sobre cero grados centígrados.
3. Líquenes,
algas y musgos
Además, en donde son
muy frecuentes las tempestades y los vientos huracanados, convirtiéndose en una
zona completamente inhóspita y hostil para la vida humana.
Fue la última
tierra en ser descubierta y colonizada por los seres humanos.
Y es que en verdad
es inaccesible, no solo por ser un desierto helado, sino porque además es de
una altitud promedio de tres mil metros sobre el nivel del mar.
Tanto como los
andes del Perú, lo que hace de este lugar más frío todavía, con una casi nula
vegetación, que cuando se produce recibe el nombre de tundra.
Capa de flora
compuesta de líquenes, algas y musgos pantanosos, donde
no crece ni un solo árbol y ni siquiera un arbusto, ni menos planta vegetal, y
ello por el estrés del frío intenso.
Carece también de
fauna, donde no hay ni mamíferos ni aves, también debido a que se encuentra
demasiado alejada de los demás continentes
4. Salir
con vida
Las exploraciones
antárticas se iniciaron a fines del siglo XVIII, principalmente con el viaje
del navegante inglés James Cook. Quien cruzó el Círculo Antártico recién en el
año 1773, expediciones que prosiguieron en los años y décadas siguientes.
Así, en el año
1911 ocurre la presencia más significativa del ser humano en la Antártida, con
las expediciones exploratorias de Roald Amundsen y de Robert Falcon Scott.
Ellos fueron dos
exploradores legendarios de estos mantos de enigmática blancura, y fueron
también los primeros que lograron, en proezas que asombraron en su época y
siguen asombrando aún, los primeros en poner sus pies en el eje del Polo Sur.
Fueron, los
primeros seres humanos que alcanzaron a estar presentes en ese punto que había
constituido hasta entonces un reto inalcanzable, desafío moral antes de
pretender alcanzar a poner los pies en la luna, como fue la ilusión de siempre.
La expedición de
Amundsen alcanzó a salir con vida e ilesa. La de
Robert Falcon nunca sobrevivió ni siquiera para contarlo.
5. Despensa
de alimentos
En 1929 el
norteamericano Richard Byrd realizó exploraciones utilizando el aeroplano
dejando caer sobre el Polo Sur las banderas norteamericana, noruega, inglesa y
francesa.
Luego se detuvo en
el lugar donde un explorador anterior, Roald Amundsen, había establecido su
campamento base. Y lo convirtió en una pequeña ciudad.
Pronto hubieron
allí cerca de cien habitantes, confortables casas, una pista de vuelo, una
minúscula central eléctrica y una estación de radio, bautizándola con el nombre
de "Little América".
Hoy en día muchos
países del orbe tienen sus miras puestas en este continente hierático y
misterioso, debido a la gran riqueza de sus mares y a los ricos yacimientos de
minerales que alberga su subsuelo.
Ahora se dice que
la Antártida es la gran despensa de alimentos de la
humanidad futura, especialmente porque los mares que rodean a esta masa helada
son ricos y abundantes de un nutritivo y pequeño crustáceo que puede aliviar el
problema del hambre que se cierne por la contaminación del medio ambiente en
los cinco continentes, y cuál es el denominado "krill".
6. Plazo
máximo
Son también parte
de la fauna del lugar, y que viven en refugios cuando el mal tiempo arrecia: las
ballenas, los pingüinos, las focas; también los leopardos y elefantes marinos;
los petreles y gaviotas.
En sus entrañas se
encuentran ricos yacimientos de petróleo y otros minerales de gran valor. Entre
sus recursos minerales destacan la existencia de plata, oro, uranio, titanio,
cobre, zinc y cobalto.
La Antártida es un
condominio que se rige por el Tratado Antártico que tiene status de
consultoría. En junio de 1961 doce países suscribieron el “Tratado
Internacional de la Antártida", y en la actualidad hay 65 bases de 30
países los que ya han llegado a establecer sus zonas de control, entre ellos:
Estados Unidos, la
Unión Soviética, Inglaterra, Francia, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Australia,
Bélgica, Noruega, Argentina, Chile y Japón. Se estableció como plazo máximo para reclamar derechos en la Antártida el
mes de junio del año 1991.
7. Presencia
del Perú
El Perú es miembro
consultivo del Tratado Antártico con voz y voto en la toma de decisiones
vinculadas al espacio austral; y mantiene la Base Machu Picchu en la Isla Rey
Jorge, hacia donde cada año se realizan expediciones científicas.
El Ministerio de
Relaciones Exteriores de Perú posee la Dirección General de Soberanía, Límites
y Asuntos Antárticos, responsable de las acciones vinculadas al ejercicio de
los derechos de soberanía territorial, marítima, aérea y del espacio de Perú en
el Polo Sur. La misión de la Sección de Asuntos Antárticos es “promover y
asegurar la presencia activa y permanente del Perú en ese continente, así como la
de mantener nuestro estatus en el Tratado Antártico”.
Además, organiza
las expediciones e investigaciones científicas para preservar el ecosistema
antártico. Desde 2013, el gobierno peruano reactivó el Instituto Nacional
Antártico y recuperó la operatividad del BIC Humboldt, y ahora tiene en
servicio el buque oceanográfico polar “Carrasco”, promoviendo activamente la
participación del Perú en asuntos antárticos.
Por todo eso, no creas que la
Antártida, como el alma humana a veces aparentemente fría y distante, deja de
tener ocultos tesoros que es fascinante descubrir, admirar y reconocer como
maravillas de la creación.
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