6
DE ENERO
HOY ES
PASCUA DE REYES
EL
SOL
LO
TRAEN
LOS
REYES MAGOS
Danilo
Sánchez Lihón
El color de
los patios
de las casas
tranquilas
en las tardes de enero.
Juan Gonzalo Rose
1.
Es día
grande
–
El día 6 de enero los Reyes Magos adoran en su pesebre al Niño Dios nacido en
Belén, ¿di mamá?
–
Sí. Es Pascua de Reyes, día grande de devoción, cuando los Reyes Magos que
vienen de oriente guiados por una estrella refulgente se inclinan ante el Niño
Dios, significando que las idolatrías se prosternan ante el altar del señor. –Mamá
habla así porque estudió en un colegio religioso.
–
Y, ¿cuántos días faltan, mamá?
–
Hoy día, ¿qué es? ¡Ay, Dios mío! Hoy es 6 de enero, Día de los Reyes Magos. Entonces,
¡apúrense! ¡Levántense!
–
Hoy visitamos nacimientos, ¿no es cierto, mamá?
–
Sí, si escampa, porque está lloviendo desde anoche.
–
Levántense. Es lindo hoy día visitar nacimientos. ¡Vayan! Saludarán primero y
pedirán permiso con mucha cortesía.
¡Vestiré
entonces mi terno azul, mi camisa de popelina, mi corbata de jaspes rojos y
amarillos! Y mis zapatos nuevos que están guardados en el baúl.
–
Vamos a revisar lo que van a ponerse tú y tus hermanos, para que todo esté
listo. ¡Ya, levántense!
2.
Juntar
las
alas
–
Cuando sea grande, mamá, haré un techo como una cúpula gigantesca que cubra a
todo nuestro pueblo.
–
Hacia abajo será oscuro por las tejas.
–
Será de cristal, con muchos pararrayos para que no lo tricen ni horaden las
tormentas.
–
Armar y desarmar el techo será muy laborioso. Todo un año en construirlo y todo
un año en desmontar.
–
No, porque apretarás un botón y se extenderá. Volverás a apretar y se recogerá.
–
¡Que estruendo que hará si es de cristal!
–
Ninguno, porque al guardarse cada cristal quedará suavemente uno sobre el otro,
como cuando una paloma después de volar y posarse junta sus alas recogiéndose
suavemente una sobre otra.
–
¡Deja de soñar! Revisa en tu ropa si falta algún botón. Mira si hay algo qué
coser, alguna mancha que sacar de tu saco, camisa o pantalón.
3.
La lluvia
en
el tejado
Aún
arrebujados en nuestras camas escuchamos descargase los truenos como si los
cielos se quebraran o rompieran, y luego el estruendo de la lluvia.
De
madrugada yo abrí los ojos y los volví a cerrar, y aun estando dormido oía el
tamborileo de la lluvia en el tejado. Pero ahora mamá ya está en pie.
–
¡Dios mío, que está lloviendo fuerte! Las calles están anegadas y parecen ríos.
–Dice mi madre.
Sobreviven
las casas después de esta noche de naufragio, hoy 6 de enero, día intenso como
la Navidad, porque hay misa en la iglesia, se reparten juguetes y los niños
visitamos los nacimientos que se han armado en las casas. Solo que en Santiago
de Chuco ha amanecido lloviendo.
–
¡Diosito que deje de llover! Si sigue lloviendo no se puede salir. Y mucho peor
si es tempestad.
Ha
llovido y hay voces que se escuchan y voces que se apagan, que de seguro se
esconden y se olvidan. Muchas que se deja que se vayan y desaparezcan.
4.
Ya
sus
campanas
Ya
la lluvia ha cesado, pero gotean las tejas que han resistido la arremetida de
la tempestad, dejándonos una sensación de abatimiento.
Pero
ya las aves pían y las gallinas cacarean, y poco a poco todo se anima,
despierta y se mueve.
Los
gatos dormitan cohibidos por los relámpagos y truenos que desde anoche se han
descargado con todo furor, se desperezan y maúllan.
De
la tierra se eleva un olor a arcilla atónita y desflorada, a raíces viejas y
recientes, mezclada a cáscaras de árboles, a hierbas estancadas y a légamo de
flores.
He
aquí cómo el mundo tirita, se estremece cavilante y renace. El patio luce
translúcido.
Y
aquí, delante de mis ojos, la neblina ya se eleva.
Pero
hoy es Pascua de Reyes. Y es visita a los nacimientos que las familias con
ilusión han preparado.
Y
hay misa en la iglesia matriz que ya las campanas de las torres convocan
cristalinas y humedecidas.
5.
Tierra
prometida
El
desayuno es leche espumosa y fresca. Mamá sabe que hoy es fiesta importante y
ha descolgado chorizo y pellejones, que al freírlos hacen un chasquido que nos
llenan de algarabía. Y eso no da ánimo, y nos abriga. No todo entonces está
perdido.
Las
lenguas de fuego lamen las ollas y la cazuela chisporrotea. Papá siempre luce
tierno y confiado. Mira el patio y los tejados, embelesado como si así le
gustaran más.
Cortamos
y abrimos el pan, donde introducimos aquello que queremos comer. Cerramos y
mordemos un bocado. Combinamos con la leche fresca y endulzada. Oh, ¡qué
delicia!
Y
ya sea por la hora matinal, o ya sea porque las campanas que vuelven a sonar
con sus repiques nos llaman, o ya sea porque la mesa está servida con felicidad,
sentimos que el espíritu de los Reyes Magos está aquí, que han llegado y está
con nosotros. Y sonreímos.
–
Papá, ¿cómo era la tierra prometida, que nos leíste una vez?
–
Ah, la tierra prometida es el país del pan, de la leche y de la miel.
Justo
lo que ahora saboreamos. Y poco a poco todo tiene brillo, luz, aureola. En la
lejanía, se dibujan las cadenas de montañas verdecidas.
6.
De azafrán
y
retama
Y
repentinamente llega como un soplo, como una invasión sin ruido, como un
aliento que se exhala y se propaga.
Y
todo de repente se aclara. Y una lámina espléndida de sol ingresa por la
ventana y prende su luz radiante de retama, de malva y azafrán dorando la pared
de enfrente, y delineando los objetos que están colgados sobre el tizne de la cercha
ahumada de la cocina.
–
¡Llegó el sol! –Es el grito unánime.
Mamá
sale a la puerta:
–
¡El sol! ¡Ya salió el sol! –Exclama–. ¡Y va a ser buen día!
–
¡El sol! –Es el griterío de todos.
–
¡Este sol evapora el agua que ha caído y deja la tierra justo para transitar!
¡Y así hoy hará un día espléndido!
–
¡Aún alcanzamos a llegar a la misa!
–
¿Qué hora es?
–
Aún falta veinte minutos para las ocho.
–
¡Vamos!
–
¡Enciendan la plancha para darle la última desajada a las camisas!
Sentados: De niño, el autor de este artículo. En medio:
mis primos Róger y Víctor. A la derecha: Juvenal.
7.
Todo brilla
alrededor
El
sol luminoso, y ya cálido, se hace sentir atravesando el tejado. Y todos los
sonidos del mundo antes dormidos ahora se expanden: el piar de las aves, el
ladrido de los perros, el rumor de las acequias, el cacareo de las gallinas,
las voces de la gente que pasa por la calle.
–
¡Son los Reyes Magos, que han llegado con el sol de la mañana!
–
El sol es el oro. El incienso es la leña que arde en el fogón y el aroma de los
árboles que desprende. –Dice conmovida, mamá.
–
¿Y la mirra?
–
¿Qué es la mirra, papá?
–
La mirra la llevaron los Reyes Magos en ofrenda a Jesús como un bálsamo. Se
extrae también de un árbol, pero significa la gracia de la vida como si fuera
una bendición.
–
Y aquí en la casa, ¿dónde puede estar?
–
En nuestros corazones, si es que están contentos.
Todo
brilla alrededor. Y todo tiene fulgor. Y desde las quebradas colindantes empieza
a levantarse un vaho de hondas fragancias.
Fotos 2 y 3
Jaime Sánchez Lihón
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