NACE THOMAS ALVA EDISON
EL GENIO ES
90 % SUDOR, Y 10%
INSPIRACIÓN
Danilo Sánchez Lihón
Santiago de Chuco de noche, mi comarca andina
1. Sobre todo
laborioso
A quien debemos
agradecer que las ciudades ahora luzcan iluminadas y encendidas, así como reconocer
que es gracias a él el funcionamiento de muchas otras maravillas tecnológicas y
científicas, es a Thomas Alva Edison, quien nació el 11 de febrero del año 1847
en Ohio, en los Estados Unidos de Norteamérica.
En su desempeño
como escolar era un niño aplicado y atento, pero no sobresaliente ni menos
deslumbrante que se hiciera notar.
Era un niño más
bien tímido y retraído, pero puntual; exacto y formal; gentil y cortés. Y,
sobre todo, laborioso; ayudando a su madre en el sostenimiento del hogar.
Sin embargo, un día
su maestro de escuela sin saber él por qué, lo llamó y le entregó una nota que
estaba dirigida a su madre, que él puso en el maletín.
2. Abrazó
a su hijo
Fue directo a su
casa, sin distraerse por el camino y lo primero que hizo fue entregar la misiva,
considerando que era importante para sus estudios, y tal vez se trataba de una
felicitación.
El verla leyendo la
esquela notó el rostro de pesar de su madre, y luego vio cómo sus ojos se
inundaban de lágrimas.
En ella el maestro le
decía que su hijo era un niño estéril, débil de carácter e improductivo; de
temperamento apático y retrasado, que no destacaba en nada y que nunca llegaría
lejos.
Al terminar de leer
dobló la carta, la guardó en su seno y abrazó a su hijo. Interrogada la madre
con la mirada del pequeño, ella le dijo que era una carta muy elogiosa del
profesor por su excelente desenvolvimiento.
3. Mitos
y leyendas
Al inquirirla
entonces por qué había llorado, ella le contestó que a la vez el profesor le
decía que en la escuela por su alto rendimiento ya no tenían nada que
enseñarle.
La madre retiró a
Tomás de ese centro educativo y se dedicó ella misma a instruirlo con especial
esmero y dedicación.
En tanto él vendía
periódicos en el tren matutino que iba de Port Huron a Detroit en donde
trabajaba un amigo de su padre que pudo conseguir un permiso para que así lo
hiciera. Pero también vendía verduras, mantequilla y moras en ese mismo tren.
En el tiempo que
permanecía en casa la madre al mismo tiempo que le enseñaba le leía cuentos y
novelas, poemas y apólogos, sobre mitos y leyendas, así como revisaba con él libros
de tecnologías y de ciencias.
4. Pleno
de entusiasmo
No se ha querido
hacer conocido el nombre del profesor que escribió la nota dirigida a su madre.
Y no hay razón para que se lo sepa, pues es mal del que adolecen muchos
profesores.
Pero Tomás Alva Edison
nos alumbra cada día y cada hora con su genio al ser quien puso en uso la
lámpara incandescente o bombilla eléctrica que nos ilumina todo espacio y todo
lugar.
Quien está presente
en muchos artefactos que cogemos y hacemos funcionar. Quien está detrás de
muchas actitudes que realizamos, pues llegó a patentar 1,093 inventos,
incluyendo el fonógrafo y el cine.
Siendo el último
que alcanzó a registrar cuando ya tenía 83 años de edad, y un año antes de su
muerte, pleno de entusiasmo y altruismo y energía.
¿Cómo un profesor
se equivocó tanto acerca de él?.
5. ¿Qué
hubiera sido?
Ya anciano y lleno
de gloria, vuelto un personaje acerca de quien Henry Ford escribió el libro: “Edison,
mi héroe”.
Y a quien le dedicó
una cena invitando a los mil científicos más renombrados de todo el planeta
tierra, él pudo encontrar la carta del profesor que he referido en el baúl de
su madre, que ella había escondido para que nunca él lo pudiera encontrar ni
leer.
Porque, ¿qué
hubiera sido para la autoestima de ese niño si él a esa edad en que se deciden
muchos asuntos de la vida lo hubiera alcanzado a leer.
Aquellas palabras
ella nunca quiso dar a conocer a su hijo. Carta que más bien convirtió en nota
de felicitación, revirtiendo totalmente su sentido y ella consagrándose más a
él.
Porque, ¿qué
hubiera sido si la madre le blandiera por la cara esa misiva queriendo
corregirle de algún defecto, que siempre ante los ojos de los adultos tienen
los niños?
6. Medalla
de oro
Edison, ¿hubiera
sido quien fue después de ese golpe mortal que a diario infligen los maestros a
los niños?
No quiso su madre
herirlo de ese modo, contusión en el alma que a esa edad pasa, de ser heridas a
ser golpes mortales, abismos y pozos negros; como cualquier concepto negativo
que se vierta hacia los niños se tornan en cuchillos y espadas de muerte.
Así como todo
estímulo que se le dé a un niño, los impulsa con frecuencia inmensamente hacia
adelante; hasta hacerlos tocar las estrellas, como hizo con él la madre de
Edison.
Ejemplo que lo
tenemos en él, a quien el presidente Calvin Coolidge le hizo entrega a nombre
de los Estados Unidos de Norteamérica de la Medalla de Oro que el Congreso de
esa nación hizo grabar especialmente para él.
7. Palabras
de aliento
Edison es quien más
ha contribuido a configurar la vida moderna transformando las costumbres y los
hábitos de consumo, en unos que resultan anticuados y en otros que resultan
modernos.
Aquel niño apático
condenado por su maestro de escuela ha contribuido como nadie a la revolución
industrial del mundo contemporáneo y a la mejora del bienestar y de las
condiciones de vida de millones de personas.
Todo ello gracias a
que su madre no le leyó la carta de su profesor, y que más bien cambió por
palabras de aliento, de elogio y hasta de reconocimiento.
Por eso, cuando
murió a los 84 años de edad, el 18 de octubre de 1931, como homenaje póstumo fueron
apagadas las luces de varias ciudades del planeta, quedando a oscuras como
fuera en gran parte el mundo si él no hubiera existido.
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