sábado, 29 de febrero de 2020

29 de febrero. A luchar, hermanos, en defensa del agua. Destino del agua.


29 DE FEBRERO
A LUCHAR, HERMANOS,
EN DEFENSA DEL AGUA

DESTINO
DEL
AGUA

Danilo Sánchez Lihón

 
Laguna en cabecera de cuenca, en Santiago de Chuco 

Las aguas
con su sorda antigüedad!
César Vallejo


1. Luchar
por la vida

Para el mundo andino el agua en su estado natural es la representación de Dios.
A lo cual se suma algo conmovedor y extraordinario, y esto es: que es el Dios mujer.
Porque Dios es mujer en el agua. ¡Mayor razón para defenderla! Es Dios mujer, o en forma de agua. Hecho, ¡o hecha agua!
Por eso debemos aún más amarla y respetarla. Porque es la Pacha Mama amorosa, pero mujer. Por eso, habremos de desagraviarla ahora que se la está vejando.
Desalojando a los intrusos que han llegado a ofenderla, y la están hiriendo. Pero sin quedarnos en lo ocasional.
¡Restituyamos nuestra primigenia cultura del agua! Y en una actitud coherente con ella y ante ella, seamos seres morales, generosos y agradecidos.


Los nevados son fuentes de agua

2. Y el agua
desaparece

Por todo ello, defendamos ahora el agua de nuestras lagunas, ríos y nevados. ¡De nuestros arroyos, aljibes y manantiales!
¡De los humedales a los cuales se arroja basura y desmonte creyendo que son pantanos que hay que convertirlos en terrenos para hacer construcciones!
Más bien hagamos del agua, y para siempre, un motivo más de nuestras luchas, gestas y esperanzas. Porque luchar por el agua es luchar por la vida.
Sin embargo, el sistema social imperante, y el modelo económico vigente, rentista, usurero y deshumanizante, es quien la contamina y corrompe.
Sistema capitalista que se ha impuesto en nuestros países, que mal gobierna y prevalece a sangre y fuego reprimiendo a nuestros pueblos.
Que a lo primero que envilece es al agua, porque es libre y transparente. La contamina y la corrompe. Y el agua desaparece.


Manatial de Yamanate, en Santiago de Chuco

3. Donde nace
el agua

Y el agua lo que hace es que se enferma gravemente. Y se hace malsana. O, si no, se esconde y desaparece, como ocurre en mi comarca que es Santiago de Chuco.
Donde, a partir de las 9 de la mañana, y durante todo el día, no hay agua en una tierra que es pródiga, cuna de César Vallejo.
Así, desde esa hora, no gotea ni una sola lágrima, no importa si feliz o acongojada, de aquella sustancia vital. ¡Aunque humilde como todos nosotros!
Doliente y solidaria. Pero a la cual se la envilece dándosela a las compañías mineras. ¿Quiénes? Los corruptos, que son todos estos últimos gobiernos que la han vendido solapadamente, a ocultas.
Pero hay algo evidente, cuál es que ahora nos la están robando en nuestras propias narices, excavando con sus máquinas ahí donde nace el agua. ¡Y esto sí que ya es asunto completamente nuestro!


Laguna cerca de Quiruvilca en Santiago de Chuco

4. A golpe de pico
y lampa

Porque digo: ¿Se puede ser autoridad para ahogar de sed a un pueblo y para darle el agua que tomamos a una compañía minera? ¿A nombre de qué? ¿Qué iniquidad hay entre los seres humanos convertidos en autoridades locales, regionales y nacionales? ¡Ya sabemos las comisiones subrepticias que reciben!
Y quien es autoridad y diga que no puede hacer nada, ¡miente! ¡Está coludido! ¡Está recibiendo coima! Porque, la verdad y lo lamentable es que, entre nosotros, ningún alcalde ha dedicado esfuerzos especiales y efectivos en solucionar el problema del agua en nuestro pueblo. Todos son disimulos, evasiones, apañamientos. Y apariencias de que se está haciendo algo.
La única vez que se hizo algo fue en la Guerra del Pacífico, cuando se trajo a golpe de pico y lampa el agua hasta nuestro pueblo con la acequia Vicente Jiménez, como un exorcismo de defender la vida ante tanta muerte que sembraron los invasores.


Manantial de Yamanate

5. “Del
común”

Después solo rebrillan estos resultados ocurridos en los últimos años, y que hablan por sí solos:
1. Ya no llega el agua al pueblo, que antes se precipitaba en cascadas por la acequia que baja por el cerro Quillahirca.
2. Las lagunas están cercadas por alambradas de púas, como en los campos de concentración o guetos de prisioneros. Y están excavando, echando químicos y contaminando ahí donde nace el agua.
3. Se han ventilado documentos en el poder judicial por los cuales las lagunas de Callacuyán, lugar al cual se ha cambiado de nombre, para tratar de confundir, y ahora la llaman Alto Chicama.
4. Resulta ahora que esas tierras que eran “Del común”, o “Del pueblo”, ahora ya son propiedad privada de la mina.
5. Santiago de Chuco, tierra de Vallejo, muere de sed, inanición y desaliento.


El agua filtra y aparece en los puquiales

6. Turquesa
y esmeralda

De allí que es en el agua en donde más se evidencia los efectos del cambio climático y el fenómeno del calentamiento global, que en el fondo es la crisis de un sistema social y político aberrante.
Que se grafica en las avalanchas de los ríos, en la subida del nivel de los mares, en la desglaciación de los nevados, en la contaminación de lagunas, quebradas, fontanas y vertientes.
Y se dramatiza en su escasez, que ya resulta pavorosa. Así en mi pueblo, en muchos otros en donde las minas campean. En mi pueblo solo una hora al día llega por los caños ansiosos, famélicos y apenas gorgoteantes.
Y se ve a las personas echar de mano a cualquier utensilio o recipiente, aunque sea un cacharro, una lata o una teja.
Y juntar agua gota a gota, lo que ahora no solo parece, sino que ya es joya: diamante, turquesa y esmeralda.


Bebiendo la poca agua pura que queda de nuestras vertientes

7. Y arrasa
todo

Y así se llenan los baldes, las jarras y los lavatorios. Jarro tras jarro, ilusionados en ver llenarse cántaros y tinajas.
Y todo lo que se encuentra a la mano, porque al instante el agua desaparece.
Y, ¿para qué? Para que del agua se haya apropiado la mina. Y donde hay mina, desde hace siglos, la pobreza tiende sus harapos. No hay sitios más pobres en el Perú que allí donde hay minas.
Hace poco pasé por Hualgayoc, donde se explota oro desde hace centurias. Desde el ómnibus veía a la gente pasar con sus baldes cargando agua desde algún pozo.
El agua ahora está enojada. Por eso, asola, inunda y cae en avalancha. Y está molesta en contra del sistema imperante, contra las minas que siguen siendo formas de explotación y no de desarrollo.
Por eso el agua se desprende negra por los peñascos y arrasa todo.


Laguna de Llanganuco en la Cordillera Blanca

8. Unidos
venceremos

– Pero, ¿por qué, maestro, es a la gente humilde y sencilla a quienes castiga el huaico y no a la gente pudiente ni a los funcionarios del gobierno?
– Porque somos nosotros quienes no estamos atentos a los asuntos que verdaderamente importan para la vida. Así, no somos conscientes y nos volvemos cómplices.
Y encima empeoramos todo cuando elegimos mal a nuestras autoridades. Y cuando eso ocurre no protestamos ni defendemos nuestros derechos.
– Y, ahora, ¿qué podemos hacer?
– Organizarnos. Luchar y vencer, porque la vida se ordena de este modo: amar, sufrir, luchar y vencer.
Los dos primeros aspectos ya se cumplieron: amamos nuestra tierra que es la Pacha Mama, y el agua que es dios mujer. Eso es lo básico.
Ahora estamos sufriendo por ella. Tenemos que organizarnos, y luchando unidos venceremos.


Todas las fotos son de:
Jaime Sánchez Lihón






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