13 de junio. Día del Perú Libre de Analfabetismo. / Motivar a leer.

13 DE JUNIO

DÍA DEL PERÚ

LIBRE DE ANALFABETISMO

MOTIVAR

LEER

Danilo Sánchez Lihón

El amor mueve al sol

y a las demás estrellas.

Dante Alighieri

1. Al otro lado

del río

Un niño cruza una valla o un cerco por el atractivo o el interés de lo que hay al otro lado; o descubrir lo que hay dentro de una imagen, presencia o fenómeno, imagen y hasta hechizo. Se atreve a pasar un túnel por el paisaje y la luz que irradia hacia el otro lado de la galería.

Se atreve a vadear un río por lo que hay al fondo de esta experiencia y por las sorpresas que nos depara conocer lo que hay en la otra ribera. Se echa a andar un camino por conocer una villa o un pueblo.

Pero nosotros nos proponemos enseñarle a leer y escribir sin importarnos estas proyecciones y motivaciones. Y lo hacemos mecánicamente, reconociendo letras y sus asociaciones en sílabas, y las sílabas constituyendo palabras carentes de sentido.

Sin importarnos si el niño tiene o no tiene interés en ello. Porque en verdad no lo hemos interesado en ello, en lo que hay al otro lado del río para que intente cruzarlo.

2. Mostrarle

el sentido

Y porque no lo hacemos tiene la mayor importancia insistir en el cultivo del interés por la lectura para afianzar la afición hacia ella, mostrándole el sentido y el fin acerca de para qué sirve leer. Y esto no como una explicación o discurso sino como vivencia y experiencia vital, vivida de manera intensa y apasionada.

Y nos atrevemos a repetir, sin que se nos ruborice las mejillas, que este es el núcleo de la cuestión, el centro y el protagonismo de todo el proceso de la lectura, cuál es el sentido que se pueda encontrar y construir a partir de ella y no cualquier otro aspecto técnico, formal o metodológico.

No podemos pretender que éste aprenda algo a lo cual no le brinda la mayor importancia, sentido e interés. Por eso, anterior al proceso de su alfabetización el niño ha tenido que comprender, intuir y ser atraído hacia la lectura de manera apasionante, etapa a la cual yo llamo de la motivación.

3. Toma

de decisiones

Por eso, una frase que pergeñé en uno de mis libros que abordan este tema, es que el niño tiene que ser un gran lector antes del proceso de su alfabetización que el niño encara por sí solo, por la fuerza de la motivación a leer.

De allí que la mejor manera de iniciarlo y dar el primer paso en esa dirección y en la conquista de la lectura como una actividad permanente es el poder de fascinación y atracción que la palabra escrita puede alcanzar a tener.

Y la tendrá si se la presentada de manera vivaz y extasiada de tal manera que los momentos de lectura sean explosiones de vida intensa abriendo espacios para el encanto, la reflexión y consecuentemente la toma de decisiones alturadas y trascendentes.

4. Lo quieren

y estiman

De allí que el cuidado, la dedicación y el énfasis que hay que ponerlo en la motivación. Y, ¿de qué manera? Leyéndole al niño lo que para él resulte más emotivo y fascinante, antes de iniciar con él el proceso de su alfabetización.

Todo ello se consigue propiciando experiencias en donde despertemos el interés por la lectura y el libro.

Y cuando entendamos que el secreto es sintonizar con la prodigalidad que encierra la palabra escrita depositada en los libros que encajan con sus gustos y predilecciones. Esto es vital.

Seamos lo suficientemente dedicados a presentarle al niño esa luz y ese paisaje que hay al otro lado de la cortina.

Y ello a fin de que él con sus propios medios descubra y conduzca su propio proceso de aprendizaje del código de la escritura, asistidos por las personas adultas que lo quieren, lo estiman y lo aman.

5. Ir

al lado suyo

Porque, para que la lectura se produzca de manera natural hace falta encender los motores, la energía del propio niño.

Y no jalarlo desde adelante ni empujarlo desde atrás, sino ir al lado suyo y hasta instalarse dentro de él.

La motivación, como etapa fundamental del proceso de adquisición de la lectura, no ha sido tomada en cuenta, ni en serio.

Porque hasta ahora predomina en la concepción educativa, dominante en la mayoría de países, la corriente conductista que solamente reconoce actitudes y competencias observables, medibles y evaluables externa y mecánicamente.

En un modelo empresarial de la escuela no hay que suscribirse a ese pensamiento, sino que él se respira y a él se adscribe instintivamente. Para lo cual basta acercarse a una institución educativa, y más aún ingresar a un aula de clases, y comprobar qué es lo vigente.

6. Concretar

nuestros sueños

El conductismo se basa y toma en cuenta las relaciones entre variables de estímulo y de respuesta sin presuponer construcciones internas explicativas.

En cambio, el campo de la motivación tal cual como lo venimos considerando entra en los factores que dicha concepción no acepta y recusa, por considerarla vestigio del mentalismo y la inspiración.

Y esta manera de concebir la vida afecta más a la Educación Inicial que abarca la edad en donde se vivencia lo esencial, entre otros aspectos: es motivar.

Una actitud motivada hacia la vida es la clave. Una actitud en donde privilegiemos la emoción, el encanto, los sentimientos a favor de algo y la imaginación, así como la voluntad para perseguir y concretar nuestros sueños.

7. Revolución

de la inteligencia

Es importante la magia, el encanto y el espíritu; el ritmo, la danza y la fiesta del alma, una actitud en la cual lo importante sea el gusto, no olvidando que saber tiene la misma etimología de sabor, y significan lo mismo.

Y como tal entonces, plenos de calidez humana, de la capacidad de compartir, del don que tienen los seres humanos de asombrarse y sentirse maravillados por algo, o por todo.

Despertar en el niño la capacidad de asombro es básico. Convertir su ser, su mente y su alma en insaciables de conocimientos, de experiencias, de aventuras, es fundamental. Y que al final ellos mismos se convencerán que todo eso son y nos dan los libros.

Contenidos que luego replicaremos en la realidad mejorando de este modo el mundo, mejorando nosotros mismos y haciendo mejores a los demás.

Esa es la revolución de la inteligencia y la sensibilidad que concretará alguna forma de utopía que tanto lo buscamos y anhelamos se concrete de alguna manera sobre la faz de la tierra.