miércoles, 17 de junio de 2020

17 de junio. Hoy César Vallejo viaja a Europa. / Razones de su alejamiento.


17 DE JUNIO
HOY CÉSAR VALLEJO
VIAJA A EUROPA

RAZONES
DE SU
ALEJAMIENTO

Danilo Sánchez Lihón 

César Vallejo frente al mar


1. Hay
un signo

Un día como hoy, 17 de junio del año 1923, César Vallejo desde este punto que es el Muelle Dársena en el Callao, desde aquí, de pie desde este mismo sitio, partió para Europa para no volver físicamente nunca más.
Estaba acompañado aquella tarde en que partió de su hermano Néstor Pablo, quien vino desde Huamachuco a despedirlo, y de Crisólogo Quezada, un amigo suyo y casi un padre putativo.
Decía adiós al Perú no sabiendo cuál era su destino, pensando en volver en pocos meses, como le escribió a su hermano Manuel, aunque en las alas del recuerdo y la añoranza regresó siempre. Y hasta podría decirse que en honor a la verdad él nunca se fue.
Por eso, a este día lo hemos denominado Día del Adiós y del Regreso de César Vallejo; como también lo hemos denominado “Día Vallejo en el Callao”, constituyendo ya entre nosotros una efeméride dando lugar a reunimos aquí todos los años para conmemorar esta partida y este retorno.
Pero hay un signo que vinculan mucho más entrañablemente a César Vallejo con esta Provincia Constitucional, y cuál es que él fue amigo de dos grandes artistas legendarios del Callao.

Homenaje a César Vallejo el 17 de junio en el Callao


2. Toque
de corneta

Y hay entonces, además de una huella en el espacio físico, cuya incidencia es el día de hoy, hay ese otro eje en relación al Callao, cual es que dos personajes estuvieron muy ligados a él y que son grandes figuras de actividades artísticas e intelectuales de enorme significación.
Ellos fueron, por un lado, Alfonso de Silva, el genio musical del Perú, quien fue entrañable amigo y hermano del alma suyo; y, de otro lado, la periodista Ángela Ramos, con quien César Vallejo tejió una relación cálida, como un amor platónico y de ensueño.
Por eso, el Callao es en su vastedad y en este punto del Muelle Dársena un hito que se debe a que un día como hoy resuene en el aire el toque de corneta de diana, para lo cual nos acompaña siempre esta escolta de la Marina de Guerra del Perú, y un soldado que ejecuta en su clarín las notas que acabamos de escuchar.
Y es que César Vallejo desde aquí salió del Perú, para no regresar corporalmente nunca más.

Capulí en la Plaza Grau del Callao

3. El ejemplo
de su vida

Y fue así porque el barco Oroya en el cual viajaba en su ruta de navegación no tocó ningún otro puerto peruano, siendo el siguiente el de Guayaquil, ya en el Ecuador, desde donde le escribe una carta a su amigo José Eulogio Garrido. Pero fue también por este punto, en donde estamos ahora, que él llegó, viniendo desde Trujillo a Lima, el 31 de diciembre del año 1917, ingresando a nuestra capital por este mismo lugar.
Es natural entonces que por aquí haya regresado muchas veces, ya en la añoranza y en espíritu. Regresó por este mismo lugar en la persona de su esposa Georgette Philippart, quien vino tras sus pasos y llegó aquí el 5 de mayo del año 1953.
Y recordamos todos estos hechos y detalles porque su poesía y el ejemplo de su vida es el paradigma moral más prístino que tenemos, constituyendo ya un patrimonio y una herencia literaria nacional. Por eso, desde esta rada renovemos nuestro juramento de un Perú más unido, más fraterno y solidario, diciendo: – César Vallejo! / –¡Presente!

Frente a la iglesia catedral del puerto Callao

4. Algunos
motivos

Cinco razones fundamentales determinaron el doloroso alejamiento de César Vallejo del Perú: Primero, realizar su vida, cumplir con su suerte y dar rienda suelta a su destino. En segundo lugar, por la atracción que ejercía Europa, y en especial París, a todo artista y escritor, más aún en aquella época, siendo enorme la fascinación por participar de cerca en el debate cultural más vigente a nivel mundial y el mejor posicionado del momento.
Este hecho que motivó su alejamiento del Perú también podríamos identificarlo como su anhelo legítimo de universalidad, ámbito al cual su genio le impelía. Y esto abarcando la totalidad del mundo, para estar presente en aquellos lugares en donde se cribaba lo más significativo y trascendente de la experiencia humana.
El tercer motivo fue la conclusión definitiva a la cual llegó, de que su poesía y su arte no serían comprendidos en el Perú. Y esto fue al constar que su libro Trilce, publicado el año 1922, cayó en el total vacío, incomprensión e indiferencia en nuestro país. Trilce no alcanzó a ser apreciado en un medio local estrecho y limitado, como era Lima y el Perú de aquel entonces. Tanto que uno de los pocos comentarios que aparecieron fue el de Luis Alberto Sánchez que lo calificaba de estrambótico.

Capulí navegando en el Mar de Grau

5. Y aquello
sucedió


Este mismo personaje recordaba todavía años después tal circunstancia, diciendo que:
Trilce fue isla incógnita y repudiada. Orrego y yo nos hicimos el hara-kiri crítico al amparar eso que los ‘viejos’ llamaban, irritados, ‘disparate’ y los jóvenes ‘pose’.
La opinión de este señor, aún pasados los años, llegó a tal punto que expresaba que él se hizo el hará-kiri por defender dicha obra, que en verdad no la defendió, sino que apenas hizo un comentario de ella, por demás adverso, pero que para algunos críticos basta que tomen en cuenta una obra para que ya le estén haciendo un favor.
El cuarto factor del viaje de Vallejo a Europa es que meses antes, con el argumento de una reducción de plazas, se quedó sin trabajo en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe, donde trabajaba como maestro de educación primaria. Y aquello sucedió pese a que Vallejo disponía de grado académico otorgado por la hoy Universidad Nacional de Trujillo.

César Vallejo

6. Esto
no quita

El quinto asunto para su alejamiento, fue la inminencia de ser nuevamente encarcelado, pues se había reabierto la causa que motivó su prisión de 112 días en el penal de Trujillo.
Para responder por este caso tenía ya una cita de comparecencia fijada para el 28 de junio de ese mismo año, es decir once días después de la fecha en que Vallejo viajó a Europa, circunstancia en la cual era probable que él quedara nuevamente detenido y encarcelado.
Esa orden meses después se remitió a París donde él ya se encontraba. Y siguieron llegando continuamente a la legación peruana en esa ciudad, citaciones que le causaban enorme estrago en su salud.
Hay un sexto hecho que motivó su viaje a Europa, y cuál es que estaba en su temperamento y en su talante, que era su inclinación y manera de ser el afrontar riesgos, y asumir situaciones límites, difíciles y trascendentes.

Capulí en el Instituto Nacional de Cultura del Callao

7. Solemos
olvidar

Él era una persona que siempre buscó hechos fuertes, intensos y decisivos para su vida, en los cuales era fundamental actuar con coraje y valor, asumiendo riesgos y a fin de probar su humanidad.
Buscaba siempre en la vida y la existencia situaciones que significaran cambios radicales, que pusiera a prueba su capacidad de afrontar desafíos. Así se vino de Trujillo a Lima de manera abrupta. Y así viajó de uno a otro confín, de Madrid a Moscú, y recorrió casi toda Europa asumiendo la vida como una osadía y un descubrimiento permanentes.
Pero hay otro factor, que es el séptimo y el último que queremos consignar aquí, el mismo que como el anterior no se lo ha tomado hasta ahora en cuenta, y que es el que más estimulaba a Vallejo en su vida, cuál es arrojarse a lo desconocido, el desafiar aquello que es incógnito, y que es lo que más mueve a los artistas y poetas, en general.
Esta séptima razón, como la anterior son más bien de carácter subjetivo, pero que muchas veces son las más determinantes y a las cuales solemos obviar. 
En el Muelle Dársena

8.Razones
del corazón

Esta razón de algún modo está amparada y lo prueba una expresión en la carta que César Vallejo le escribe a su hermano Víctor Clemente el primer día de su llegada a París, donde le dice:
“Es un sueño! ¡Un sueño! ¡Quiero llorar!”
Que como todos sabemos un sueño es misterioso, y es un arcano por descifrar, sueño que él estando ahí lo veía más de cerca y por fin realizado.
Concluimos así que a las razones visibles y prácticas hay que agregar estas otras de carácter anímico: ocultas, inexplicables y misteriosas, que la podríamos graficar del modo siguiente, diciendo que: “César Vallejo viajó a Europa atraído y para encontrarse con Georgette Philippart, con quien se unió como pareja. ¿Es válida esta alusión?
La vida es incomprensible, y muchas veces nos movemos en ella no solo por lo práctico y explícito, sino por el enigma, lo incógnito e ignoto; y por las razones soterradas invisibles que suele dictarnos el corazón.


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1 comentario:

  1. La incomprensión y la indiferencia no solo de la intelectualidad limeña, sino, la incomprensión del público lector. Porque sus obras literarias qué denotaban magnificencia de celestial espíritu poético, estaban guardadas en la secreta ánfora del destino, para irradiar su propio fulgor.
    Macs Jara Bravo. Poeta peruano Radicado en Cochabamba. Bolivia.

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