24 DE JUNIO
FIESTA GRANDE
EN TODO EL PERÚ
GLORIOSA
TRADICIÓN
POPULAR
Fiesta de San Juan en la Amazonía
1.
El sentido de creatividad de un pueblo se manifiesta a
través de sus usos, costumbres y festividades; de sus tradiciones, bailes y
celebraciones. En las fiestas del 24 de junio los pueblos del Perú expresan la
riqueza de su mundo interior, de sus vivencias, sentimientos y emociones,
ligados a su fervor religioso, a su sentido de comunión y pertenencia, a su
consustanciación con la naturaleza, así como a su espíritu de colectividad.
Es así cómo con variaciones y matices en los ámbitos
regionales del interior de nuestro país se celebra en un día como hoy, fiestas
donde se fusionan aportes precolombinos como la adoración al sol, en el Inti
Raymi, y aportes cristianos u occidentales como la festividad en honor al
patrono San Juan Bautista.
Fiesta de San Juan en la Amazonía
2. Fiesta
de San
Juan
En todo el ámbito de la selva amazónica de nuestro
país, el 24 de junio es fiesta popular, pues se celebra el día de San Juan, en
la que participan con gran algarabía todas las familias lugareñas, para lo cual
se organizan grupos y se cocinan platos de comida como los llamados “Juanes”,
preparados en base a arroz, pollo y condimentos que se envuelven en hojas de “Mijao”
o plátano.
Los entusiastas festejantes salen a las riberas de los
ríos a primeras horas del amanecer y una vez que han elegido el lugar de la
celebración encienden fogatas y plantan la “Umisha”, que es un árbol que
adornan con cintas multicolores y regalos en donde no faltan las tortuguitas
motelo. En torno a la Umisha se baila y se sirven los potajes preparados para
esta ocasión.
La presencia del río en la fiesta de San Juan tiene un
sentido religioso, pues se acostumbra entrar en sus aguas en el júbilo de la
fiesta con el fin de purificarse y rendir culto al santo patrono San Juan
Bautista. Se acostumbra también para esta ocasión hacer despliegue de juegos de
artificio sobre la superficie del agua utilizando mecheros que niños y jóvenes
colocan a altas horas de la madrugada y que a su paso por los poblados
presentan imágenes de animales, castillos, estrellas y personajes de formas
diversas, ofreciendo una visión deslumbrante y mágica.
3. Un
rito a
los
animales
En la región aymara se celebra la noche del 24 de
junio, que es la más larga y fría del invierno, pues a partir de ella los días
tendrán mayor duración y la luz triunfará sobre las tinieblas. Así, en las
pampas altiplánicas, donde hay ganado en abundancia, se realiza un rito de
identificación a los animales, según el cual los campesinos las pintan de
colores vivos, adornando a las crías con borlas de lana de colores.
Entre bailes y comidas, “picchando” coca, bebiendo
aguardiente, esparciendo mistura y pica pica de colores encendidos, los
padrinos de la fiesta al centro del corral hacen casar a una ovejita tierna con
un borrego, adornándolos de serpentinas y haciéndoles beber chicha y masticar
coca. Luego, invocando a la divinidad solicitan buena fertilidad para el ganado
en el año siguiente, dándoles suaves golpes para proceder después a
trasquilarlos y señalar al resto del ganado con cortes en las orejas.
Reservan una o dos ovejas para el asado y finalizado
el rito se inicia el baile en toda la extensión del canchón al son de las notas
de los instrumentos de viento denominados “pincullos” o flautas, con el
acompañamiento de zampoñas y tamboriles.
4.
Huífala,
o la fiesta
de las flores
En la parte norte del altiplano o zona quecha de Puno
se celebra la Fiesta de las Flores, o Huífala, entre pastizales, chacras y
sembríos, destacando la natural alegría de los bailarines, varones y mujeres
ataviados con adornos plenos de colorido y luciendo vistosas flores que, al
compás de las sonoras y ágiles melodías de los pincullos, del tambor y del
bombo, ejecutan la antigua y tradicional danza del Huífala.
La Fiesta de las Flores es una ocasión especial para
que los jóvenes, tanto varones como mujeres de 16 a 18 años que están en
capacidad de formar familia, se declaren, sometiéndose a diferentes pruebas.
Los bailarines varones deben ser ágiles y fuertes, valientes y aguerridos,
mientras las mujeres con bailes rítmicos, muy acompasados y tiernos, castigan
con sus borlas y fajas a sus parejas.
5. La
fiesta
de
Amancaes
Desde los tiempos de la Colonia hasta hace pocas
décadas se celebraba en las Pampas de Amancaes en Lima una gran fiesta en donde
se ponían de manifiesto expresiones costumbristas de esta región central del
Perú, y era cuando las pampas se cubrían de hermosas flores amarillas y
blancas, semejantes a las azucenas, aunque de menor tamaño, llamadas “Amancaes”.
Desde temprano acudían al lugar las familias limeñas llevando
consigo, muchas de ellas, sus propias viandas. También se ofrecían para la
venta sabrosos potajes criollos, como los típicos anticuchos y picarones, donde
no faltaba la chicha, los tamales y la chanfainita, donde la venta de flores estaba
a la orden del día.
En medio de aquel ambiente de gran alegría y colorido,
se escuchaba el bordoneo de las guitarras y el golpeteo de los cajones
acompañando el canturreo de valses y marineras en donde destacaba la participación
de la gente morena. Se bailaba con mucha gracia y salero la zamacueca, danza de
requiebros y coqueteos. Se organizaban también corridas de toros, adornados
estos con cintas de colores y se hacían demostraciones de las habilidades de
los caballos de paso, conducidos por chalanes ataviados con ponchos de lino,
fiesta que está presente en el recuerdo de nuestro pueblo.
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