7 DE JUNIO
DÍA DE LA BATALLA DE ARICA
RUMBO
HACIA
ARICA
DIARIO DE UN SOLDADO
Danilo Sánchez Lihón
Francisco Bolognesi
1. Una
hecatombe
Amor mío, pude haber tomado la ruta del norte y haberme refugiado en
Arequipa para después encontrarme contigo en Lima.
Jamás pensé que pudiera haber algo más fuerte que tú como para haber
caminado en sentido contrario adonde tú estabas. Y seguir tras de este llamado
a la vez simple y misterioso. ¿Cuál es?
Defender la tierra, la casa, el lar natal de nuestros ancestros. Y la
moral que sostiene la vida. Y ya ves, heme aquí, con mis pies en el desierto
sin huellas que me lleva a Arica.
La batalla del Alto de la Alianza fue una hecatombe, un holocausto, un
martirio. Tacna en este momento en que te escribo está siendo atacada; se
saquean establecimientos, se fusilan inocentes, se violan mujeres.
Y te escribo en esta libreta, de la cual arrancaré las hojas para enviártelas.
Y esto solo cuando haya alguien confiable que pueda llevártelas.
El Morro de Arica
2. Horas
de prueba
En Tacna se incendian casas y establecimientos comerciales, bienes públicos
y privados. Y se destruye todo lo que aparente progreso, desarrollo o tener
valor; o bien, afán de erigir y prosperar. Pareciera que lo que quieren es que
nunca alcancemos a estar bien.
Y nada se puede impedir ni evitar, puesto que han impuesto una ley por
la cual si uno de sus soldados es atacado degüellan a toda la población
circundante.
El ejército aliado de Perú y
Bolivia ha sido prácticamente aniquilado. La guarnición de Arica está aislada e
indefensa, bloqueada por mar y por tierra.
En el alto mando que aún queda del ejército del Perú sólo Andrés Avelino
Cáceres ha insistido en marchar y defender Arica.
En el fragor de la batalla ha sido y es tu regazo donde la vida, amor
mío, nace. Es la sensación y el temblor que me acompaña y me defiende siempre
en estas horas de prueba.
3. Lucho
por ti
Y, ¡oh, dulzura! Saber que mi vida existe imborrable en tu vida. Saber
eso me hace fuerte y ser un buen soldado.
Ahora es tu rostro el que va conmigo por todos estos breñales, páramos y
confines.
He cruzado el desierto. El ejército chileno se traslada a Arica por vía
férrea y otros batallones avanzan bordeando los contrafuertes andinos para
atacar Arica por el este.
Cuando la vida vuelva a su normalidad ¿desaparecerá el fervor en que
vivimos estas horas?
Yo lucho por ti, amor.
Y aunque parezca que los he abandonado, el cariño hacia ti y a mis hijos
me impone que yo esté aquí.
Hogar campesino
4. Da valor
y coraje
4 de junio. Arica es una ciudad
hermosa convertida ahora en cuartel militar, transformada en factoría y en
casamata, en trinchera y en furgón. Pero la vida en ella aún aflora bella y
exquisita.
Me he presentado al coronel Francisco Bolognesi. En algún momento creí
reconocer en él al padre que perdí de niño. Me parece un hombre noble, valeroso
y lleno de comprensión acerca de la vida, con raigambre y sentido muy hondo del
deber y del honor. Da valor y coraje verlo.
Me encanta pensar en él. En mi mente se ha quedado muy fuerte y muy
querida su imagen. Me ha asignado al Batallón Artesanos de Tacna comandado por
don Marcelino Varela. Y ya luzco mi nuevo uniforme de bayeta blanca, que no
alcanza para todos y es un privilegio el usarlo. ¡Es blanco y de bayeta!
¿No es grandioso?
La cumbre del morro donde acampamos es una explanada natural de 10 mil
metros de extensión y 260 de altitud. Aquí se emplazan las piezas de artillería
y en la pendiente se han hecho fosas y refugios. Somos aproximadamente 1600
hombres repartidos en varios batallones.
El Repaso chileno matando a los heridos
5. Una grandeza
mayor
Bolognesi ha mandado volar la
línea férrea y los terraplenes de la estación del Hospicio, así como los
puentes de El Molle y Chacalluta, para evitar la movilización de tropas
enemigas. Sus equipos de ingenieros los han reparado al instante. Es una
maquinaria de guerra implacable, intencionalmente preparada, y siniestra. Esto
demuestra su eficacia, pero también su vileza. Demuestra que se venían
preparando hace mucho tiempo con traición, alevosía y ventaja.
Hoy ha ocurrido una desgracia: El ingeniero Teodoro Elmore que conoce
los planos y ha tendido las minas que rodean al morro, y defienden a Arica, ha
sido capturado por una patrulla chilena. Esto es desastroso, pero desnuda otro
hecho macabro del ejército enemigo: que tiene un servicio de inteligencia que
se vale de todas las artimañas, que ha sabido dar con el hombre clave que si es
leal con nosotros debe estar en una cámara de tortura.
La señal de que Elmore no confesó nada será que en las próximas horas
será fusilado. Y su cadáver aparecerá a la vera de un camino o arrojado al
campo. No cabe otra lógica. Si vive es que el Perú luchó investido de una
grandeza mayor: sabiendo que luchaba incluso en contra de la suerte puesto que
conocen los planos de nuestras defensas.
Bolognesi aún herido siguió luchando
6. Ante
un hecho así
En esta hora crucial ¡qué suerte
conocer a algunos hombres sublimes dentro de lo sencillo, como Francisco
Bolognesi! Es como ver la síntesis de todo lo que se puede decantar como
esencia de la vida. De aquel que ya todo lo conoció y procesó, y cada uno de
sus actos es como un rayo de sol que ilumina y que abriga.
Basta mirarlo para sentir que la vida ya te premió por el solo hecho de
haberlo visto y conocido. Y que por el hecho de compartir aquello en lo cual él
también está comprometido, de alguna manera esto te salva. Y de esa nobleza se
envisten tantos aquí, en verdad todos los que custodian el morro, que nos hemos
hecho soldados de improviso, como yo.
En cambio, el ejército enemigo
tiene hasta este momento seis mil hombres, al pie y en los contornos del morro,
que son sabuesos, entrenados solo para matar, que no saben lo que es hogar ni
humanidad.
Donde nosotros somos 1600 hombres que han tenido que dejar el arado, o
la garlopa, la tiza de pizarra o el cepillo de pulir, la hebra de hilar y la
aguja de coser, porque allanaron nuestro hogar y terruño. Ante un hecho así, ¿cabe
humillarte?
7. Esta es
la lógica
Que dejamos todo porque abofetearon a nuestros seres queridos. Y en
nuestra propia casa. ¿Cabe permanecer pasivos, aunque tenga que dejarlos a ti y
a mis hijos a quienes amo tanto?
Nos levantamos porque vinieron a imponer cupos infames y hacer
explosionar lo que habíamos construido y levantado con esmero. ¿Cabe ser
indiferentes?
Amor mío, si no vuelvo a casa, cuando crezcan nuestros hijos háblales
que si no estoy con ellos la razón es que su padre quiso que vivieran en un
país intachable, con honor y moral. Y eso lo conquistaremos hoy día.
Y esa es la razón de esta partida. Ganaremos para siempre aquí el ser
dignos. Porque se puede ganar una guerra, pero también la ignominia y el
oprobio. Como creo que lo ganarán ellos.
Esta es la lógica de hoy día; quienes ganarán la infamia por agresores,
y quienes ganarán la gloria porque supieron defender su patria hasta morir si
es posible. Adiós, amor mío, cuida a nuestros hijos.
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