DÍA DEL
INGENIERO
SANTIAGO
ANTÚNEZ,
UNA
VIDA
QUE
ES EJEMPLO
Danilo Sánchez
Lihón
1. El farol
que ilumina
Conmueve que la luz que nos alumbra esta noche,
como todas las noches, sea producto de su mente y de sus manos.
De este hombre que nació en un paraje andino
desolado, ni siquiera un pueblo o una villa, sino en una casa al borde de un
camino, en Aija, en el departamento de Ancash.
Y que es la misma energía que enciende nuestras
computadoras, y nos llena de gratitud reconocer que es obra suya.
Pues él, el ingeniero Santiago Antúnez de Mayolo,
construyó las principales hidroeléctricas que actualmente funcionan en nuestro
país, como la del Cañón del Pato, la del río Mantaro, que lleva su nombre, y la hidroeléctrica de Machu Picchu.
Así como es la que enciende el farol que brilla e
ilumina en la calle y que cuando caminamos alumbra nuestros pasos para llegar a
casa saliendo de nuestro centro de labores.
Energía que nos sirve para todas nuestras
actividades cotidianas, y sea la misma que apagamos antes de la hora de dormir.
2. Jardines
colgantes
Porque las obras más portentosas construidas en el
Perú contemporáneo se deben a su ingenio y esfuerzo.
Son obras ciclópeas que no solo las ideó, sino que
las gestionó, con una paciencia sacrificada e infinita.
Y hasta podríamos decir que en su realización
concreta puso sus propias manos y latidos y hasta sus huellas digitales de
trabajo efectivo.
Eso sí, se quejó que de ellas se hubiera eliminado
la poesía, como era, por ejemplo, y en su diseño hacer caer las aguas de la
hidroeléctrica del Cañón del Pato a más de 500 metros de altura y frente al mar.
Constituiría la catarata artificial más alta del
mundo con jardines colgantes y hoteles incrustados en la roca, y que se eliminó
este aspecto por considerarlo no útil ni esencial.
3. Realidades
tangibles
De don Santiago Antúnez de Mayolo no solo su
desvelo para lo cual se había preparado prolija y conscientemente estudiando y
visitando plantas hidroeléctricas en Europa.
Sino que sus inquietudes abarcaban también otros campos
en los cuales hizo aportes fundamentales, como en la agricultura con los
fertilizantes, como en otras áreas, ciencias y saberes.
Él trazó la ruta de la carretera de penetración
Huarmey, Aija, Recuay, Huánuco, Monzón, Tingo María, Pucallpa, Brasil. Y ubicó,
las cinco cuencas petroleras en la selva del Perú, las mismas que actualmente
vienen siendo explotadas.
Trazó los planos del Oleoducto Troncal del Ucayali
a Bayóvar, la represa e hidroeléctrica de Olmos que desvía las aguas del río
Chamaya. Y nos dejó muchos otros estudios, diseños y proyectos, como la
hidroeléctrica del Pongo de Manseriche; y la del Lago Titicaca que sin duda en
el Perú del porvenir se han de realizar.
4. Hasta
el nombre
Pero sus hallazgos y contribuciones no quedan ahí. Se
adelantó ocho años a la formulación de la tesis de la existencia del neutrón
como partícula del átomo, al presentar en 1924, su "Hipótesis sobre la
constitución de la materia".
Y lo hizo felizmente en el marco de un certamen
científico, para que le conste al mundo, al sustentarlo en el Tercer Congreso
Científico Panamericano, realizado en Lima en el año 1928, y en cuyas actas
constan.
Tesis, planteamiento y comprobación según la cual sostuvo
la existencia de un "elemento neutro" en la composición del átomo,
poniéndole así hasta el nombre: “Neutrón”. Ocho años más tarde este hallazgo
fue confirmado, en laboratorio, por el inglés James Chadwick, recibiendo por
tal motivo el Premio Nobel.
Y tal como lo prometió, Santiago Antúnez de Mayolo:
descubrió un objeto celeste en nuestro sistema solar ubicado entre Saturno y
Urano, que es catalogado como un cometa al que denominó Perú, y que ahora lleva
el nombre del norteamericano Kowal.
5.
Rutas
y
planos
Ahora bien, ¿todo esto lo hizo acaso por encargo? ¿O
porque lo contrataban? ¿O porque le pagaban una fuerte, o siquiera una mediana
o mínima, cantidad de dinero?
O, acaso, ¿lo hizo porque formaba parte del
directorio de una gran empresa privada, o de un banco o un organismo
internacional? ¡No!
O, acaso, las hizo, ¿por qué era funcionario de un
organismo del gobierno? Tampoco. ¿Esperó, acaso, ser nombrado algo para
emprenderlas? ¡Nada!
Las hizo como un deber cívico, así como cuando
escribimos un poema, o un cuento, y más cuando lo hacemos para los niños. Lo
hizo por vocación, por cariño a su tierra y a su pueblo, por identificación y
amor al Perú. Por eso, puso el nombre del Perú al cuerpo celeste que él
descubriera.
Lo hizo como iniciativa propia, con su propio
peculio y recursos, viajando muchas veces con su esposa, Lucie Rynning, de
nacionalidad noruega, quien le ayudó a dibujar las rutas y los planos; y
comprometiendo a sus hijos en cada acto que emprendía.
6. Lágrimas
que luego fecundaron
Las obras de este genio de la ingeniería, como fue don
Santiago Antúnez de Mayolo, felizmente ya no solo son sueños ni proyectos por
comprobar; ni constituyen meras quimeras como parecieran serlo todos aquellos
planes suyos que se encuentran aún por elaborar.
Sino que algunas de ellas son ya realidades
tangibles que podemos palpar en actual funcionamiento y uso, y que constituyen
obras colosales que enorgullecen y construyen el Perú del futuro. Siendo lo más
importante que son útiles y nos servimos de sus beneficios cada día. Y todas
ellas son obras fundamentales para el desarrollo del Perú del presente y del
futuro
Pero hay algo que no se nos debe escapar: que
Santiago Antúnez de Mayolo es un referente de cómo ser un peruano cabal, porque
fue superior a las dificultades, reveses y caprichos que le impuso la realidad,
y con los cuales quiso marcarle el destino.
Porque ante la indiferencia y hasta humillación de
la cual fue víctima, antepuso coraje, abnegación y hasta lágrimas que luego
fecundaron en realizaciones que son maravillas y prodigios.
7. Ser
un hombre
¡No lo hizo en
ningún caso por ganar dinero! No. Porque fue consciente de la inmensa dignidad
y paz de conciencia que significa renunciar a toda riqueza material.
Y porque puede
mostrar sus manos no solo noblemente encallecidas por el trabajo, sino límpidas
por la honradez de cada acto de su vida estuvo investido.
Y, siendo así,
son manos en las cuales contemplarnos con fervor las generaciones pasadas,
presentes y futuras de un país símbolo y emblema como es el Perú.
De allí que él
haya sido denominado con una frase cabal, cuál es el de “Poeta de la luz”. No
solo por la luz que puso ante nuestros ojos sino por aquella que se instala
principalmente al fondo del alma
Frase a la cual
añadimos nosotros: Poeta de los ríos, de las montañas, del átomo y de las
estrellas, para todos quienes luchan y tienen esperanzas en la autenticidad de
lo que es ser un hombre.
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