martes, 21 de julio de 2020

21 de julio. Quienes construyen una nación. / Ser un hombre.


21 DE JULIO
QUIENES CONSTRUYEN UNA NACIÓN

SER
UN
HOMBRE

Danilo Sánchez Lihón


Tren al centro del Perú



Hombre, te amo
no porque bajaste de una estrella
sino porque nos distes
herramientas, medios, llaves
para abrir las puertas de la luz.
León Felipe


1. Concretando
obras

Ser un hombre es quien ampara, protege y cobija. Quien pone su brazo y sostiene el don de vida. Es el árbol en el cual se guarecen y anidan los seres más tiernos e indefensos. Es quien defiende lo sagrado.
Ser un hombre es ser baluarte y viga maestra. En quien todo se traduce en obras verdaderas y tangibles. ¡Y todo se concreta en bienes que se aprecian y conservan!
Así, son hombres quienes abrieron el camino y los puentes por donde hemos transitado. Y aquellos que diseñaron la carretera por donde el ómnibus ha discurrido, que para construirla tuvieron que caminar hasta la extenuación, sufrir hambre y sed.
Quienes edificaron estas torres que se levantan de cumbre en cumbre llevando la energía eléctrica hacia lugares distantes, tuvieron que creer mucho en su empeño, no dormir por páramos y abismos en los cuales arriesgaron siempre la vida. Y todo para después concretarse esta obra que hace que hace que haya luz en los pueblos y las fábricas funcionen.
¿Cuántos sacos de arena, cemento y asfalto han tenido que cargar a las espaldas y en hombros por punas ariscas? ¡Ingentes!

Red de torres eléctricas

2. Pan
de la boca

Y son pesados esos bultos en estas arenas inhóspitas y candentes. Y luego subirlas hacia cada cumbre por senderos de cascajo en donde un mal paso produce un accidente horrendo.
¡Cada canal de agua en la cuneta, las chorreras ya encauzadas que bajan desde las inhiestas montañas; y el drenaje bajo la losa asfáltica, como la señalización de esta autopista!
Y, ¿dónde durmieron los trabajadores que cincelaron esta maravilla de vía que hace el tren en la roca viva?
¿No es acaso toda puna y páramo la región por donde hemos venido, en donde la respiración se agita y el aliento se entrecorta y nuestra respiración aceza?
Para construir cada estación y plantar cada poste y letrero en el sendero muchos han ofrendado sus vidas.
¿Y cuántos impuestos de gente sencilla ha irrogado poder construirla? ¡Pan que se extrajo de la boca de niños famélicos, y medicinas que no pudieron ser compradas por invertir los fondos en este portento!

Autopista de Abancay al Cusco

3. Ser
coherente

¿Y el libro que leo? ¿Aquel que lo escribió, acaso no asumió sacrificios? ¿Cómo lo hizo? ¿El desvelo a medianoche, la vigilia en las madrugadas, la tensión y el agobio de su autor porque esto y lo otro salga bien, acaso son obvios?
¿No he leído acaso que el poeta que compuso estos versos renunció a todo halago, comodidad y su vida fue de renuncias continuas? No sé, acaso, ¿qué el escritor que urdió estas páginas sufrió hambre, sed y miseria?
¿Que incluso fue arrestado y puesto en la cárcel por deudas a fin de concluir este volumen que yo leo en paz y tranquilo? ¿Y del cual me sirvo, mirando extenderse el valle desde la ventana y bajo mis pies?
Y el pensador que escribió este ensayo, para ser coherente con sus ideales ¿acaso no sufrió persecución y ostracismo? ¡Fue expulsado de su país y murió en el exilio en una patria extranjera y, encima, en total olvido!
Y, ¿acaso no sé qué la vida de este otro maestro, fue de un sacrificio enorme por ser íntegro, coherente y sin cortapisas?

Feria Internacional del Libro de Lima

4. Ilustración
que recrea

¡Y quienes editaron el libro, la prolijidad puesta para hacer los márgenes, el espaciado de las letras, la combinación de tipografías, la colocación de los capitulares y viñetas!
¿Acaso no suponen un arte depurado y exquisito?
Y el dibujante que hizo cada caratulilla interior y las cortinas con que se abre cada capítulo, con la preciosa ilustración que recrea cada pasaje, y que halaga no solo mi vista sino mi sensibilidad entera, ¿no nos ofrendó en este arte su vida?
Así como para hacer el contorno del lomo del tratado que acaricio complacido: ¿no ha costado renuncias, desvelo y hasta sacrificio consagrarse a todo ello?
¿Y en la biblioteca donde me lo prestan, las personas no hacen sobretiempo para clasificar y catalogar cada pieza bibliográfica, trabajando altruistamente con un sueldo magro y austero?

Biblioteca Nacional. Sala de Lectura

5. Que todo eso
se atesore

Así también esta calle por donde paso. En ella hay un muro y sobre el artesonado un friso. ¿Puedo dejar de apreciarlo, y aún más: dejar que se derruya? ¡Tengo que hacer algo!
He aquí un balcón con balaustres y talladuras que evocan un estilo de tiempos idos. Y una vida que debo rememorar devotamente, siquiera como estampa conmovedora de otras épocas. ¿Puedo dejar que se pierda?
El pontón de esta esquina, el lapislázuli de la cornisa, tal y como están puestos hacen un panorama de sublime belleza.
El frontis de esta casa, el material y la forma de esta puerta, los adobes de que está hecha, son documentos de una vida pasada y constituyen nuestra cultura más prístina y acrisolada.
Los aleros del techo y la teja que lo cubre, no puedo reemplazarlos por materiales que adulteren la identidad de este patrimonio. Velar porque todo eso se atesore es una dimensión de realizarse como un verdadero ser humano.

Puente sobre el río Perené

6. Igualmente
preciosas

El remate de este zaguán, el azulejo en la pared de la entrada, el acabado de la puerta, son esenciales. y constituyen todo un legado invalorable.
El rellano en la escalera, las cenefas en la pared son únicas y es probable que como aquí no lo haya en ningún otro lugar del mundo.
Y de otro lado, los muros de esta y la otra calle no pueden ser ensuciados con inscripciones, ni propaganda, ni grafitis abusivos.
Ni puedo, si algo ha caído, dejarlo tirado sin recogerlo y ponerlo en su sitio. Todo aquello que afee y denigre mi ciudad, sea la fisonomía de sus calles como la actitud de su gente nos afecta a todos sobremanera.
Si luce bien nos favorece. Si su presencia es adversa nos perjudica. Todo lo que está mal hay que corregirlo, para complacernos con la perspectiva de sus calzadas, aleros y tejados.
Y, en segundo lugar, para hacernos dignos beneficiarios de estas obras, debo yo legar otras igualmente preciosas que hagan el bien a todos quienes compartimos este universo

La ingeniería de represas en el Perú

7. Gran
compromiso

Y ofrendarla a los demás, sin esperar recompensa, tal y cual me valgo de ellas porque se me lo brinda generosamente, sin pagar para nada lo que tanto ha costado. Inquietos por respondernos a esta pregunta: ¿qué defendí de lo que vino hacia mí como un encargo y ahora lo traspaso incólume y aún más enaltecido?
Igual que la luz, el agua, el teléfono, el libro, la calle y la ciudad en que vivo. Y de todo lo que me valgo, debo preguntarme: ¿Cuál es mi aporte, mi contribución y mi cuota a mi comunidad y a mi historia?
Además de ser personas honestas, con responsabilidad cívica, ¿cuál es mi ofrenda creativa?
Por eso, construyendo ahora esta vía tan lejos de ustedes, tan lejos de ti, amor mío, hoy día, pienso en todo lo que es ser un hombre.
¡Esto que hoy me aleja de estar junto a ustedes, es mi pequeño gran sacrificio! Gracias por reconocer el sencillo beneficio de lo que hacemos como legado a los hombres que vendrán mañana.


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