DANIEL CARPIO CRUZA A NADO
EL ESTRECHO DE GIBRALTAR
CARPAYO,
PARADIGMA
PARA SIEMPRE
Danilo Sánchez Lihón
Daniel Carpio, Carpayo
1. Nació
en Sicuani
La
gloria más alta de la natación peruana es Daniel Carpio Maciotti, más conocido
como Carpayo, quien nació en Sicuani, en el Cuzco, el 11 de marzo del año 1910,
de donde luego se trasladó al puerto de Mollendo y posteriormente vivió en el
Callao.
Participó
representando al Perú en cuatro Juegos Olímpicos consecutivos: en Ámsterdam, en
1928, en Los Ángeles, en 1932, en Berlín, en 1936, y en Londres, en 1948.
Vivió
parte de su niñez y juventud en el Callao, y fue campeón peruano de los 100,
200 y 400 metros espalda a los 12, 13 y 14 años de edad, es decir desde niño ya
era un campeón.
Fue el
primer sudamericano en cruzar el Canal de la Mancha, en los años 1947 y 1951;
cruzó a nado en tres oportunidades el Río de la Plata, en los años 1945, 1977 y
1982.
2. Diario
El Comercio
Y
cuatro veces atravesó nadando el Estrecho de Gibraltar, en los años 1948, 1977,
1987 y 1993. Es decir, siempre se impuso alcanzar récords mundiales, como debe
ser.
De su
travesía a nado del Estrecho de Gibraltar, la primera vez que lo hizo, que fue
el 23 de julio del año 1948, el diario El Comercio informó lo siguiente:
Daniel Carpio atravesó a nado el Estrecho de Gibraltar desde
Tarifa hasta la costa de Marruecos en nueve horas y veinte minutos, de acuerdo
con lo informado por los testigos presenciales de la travesía.
Entre los que figuran el gobernador militar de Algeciras, el
general Eduardo Sáenz de Buruaga; el capitán del puerto de Tarifa, Rafael
Barroso; el capitán de la Guardia Civil, Tomás Gómez; y otras personas más.
Cruzó a nado tres veces el Río de La Plata
3. Récord
en la travesía
Seis mil personas se congregaron para tributar una ovación a
Carpio cuando el nadador regresó a Tarifa.
Lo hizo a bordo de una lancha a motor de la Marina, después
de haber coronado su empresa.
Carpio fue llevado en hombros de la multitud hasta el Casino
de Oficiales, donde se realizó una recepción en su honor.
El nadador expresó a The Associated Press: “Me siento
personalmente orgulloso y más por mi patria, el Perú, de haber tenido éxito en
mi empresa.
Y doblemente complacido porque he logrado establecer un récord
en la travesía a nado del Estrecho de Gibraltar.
Estrecho de Gibraltar
4. Aplausos
estruendosos
Carpio se lanzó al agua a eso de las 11:30 a.m. Las fuertes
corrientes lo llevaron hacia el Oeste, obligándolo a luchar contra ellas, pero
dos horas después otras corrientes mixtas lo arrastraron hacia el Este.
Dijo Carpio:
“Encontré el agua intensamente fría, pero estaba decidido a
no abandonar la hazaña...”
Cuando Carpio pisó la playa africana, las numerosas
embarcaciones pesqueras que lo habían acompañado hicieron sonar sus pitos y
sirenas celebrando el acontecimiento.
Asimismo, cuando el grupo regresó a Tarifa, los numerosos
espectadores en el muelle y al frente de la bahía, muchos de los cuales habían
seguido la travesía con prismáticos y larga vistas durante las horas del día,
prorrumpieron en estruendosos aplausos.
Estrecho de Gibraltar
5. Es
conmovedor
Así
como este, otro hecho concreto como hazaña y portento es que volvió a cruzar el
Estrecho de Gibraltar en 1993 a los 83 años de edad. Y quiso volver a
intentarlo a los 99 años de edad, como prueba de fortaleza física y de una
recia longevidad.
Para
eso se preparaba y lo declara el año anterior cuando cumplía 98 años en Buenos
Aires, Argentina, y se lo entrevista desde el Perú. Pero lamentablemente la
muerte lo sorprende el 19 de agosto del año 2009. De allí que él sea un
referente importante para toda nuestra población en cuanto a la autosuperación,
al trabajo disciplinado y a tener muy en alto los ideales.
Pero,
¿no es conmovedor? ¿No es digno del mayor cariño, respeto y admiración? ¡A los
99 años de edad ensayarse para cruzar esas aguas arremolinadas!
Cuando
muchos que llegan sorprendentemente a esa edad, creen que están condenados a la
postración, a no levantar los pies del suelo, imposibilitados hasta para dar un
paso y alzar la mano.
Él, sin
embargo, se impuso volver a cruzar el Estrecho de Gibraltar nadando en aquel
fuerte oleaje, aguas que son repentinamente frías y cubriendo la distancia de
14 a 44 kilómetros que tiene dicho estrecho.
Ciudad de Tarifa, en el Estrecho de Gibraltar
6. Más
presente
Porque
él escogió la natación a fin de realizar las proezas que se impuso cumplir. Y
para ello se fijó metas. Y que estas fueran hazañas sorprendentes, preparándose
con todo rigor, de manera austera y sacrificada a fin de realizarlas, queriendo
siempre ser un ejemplo para la juventud, un referente y un espejo en el cual
nos mirásemos con orgullo y complacencia, dedicando en todos los casos sus
triunfos al Perú, para lo cual fue muy estricto en sus prácticas y
entrenamientos.
Si es
así, lo grave, lo inicuo y hasta una traición sería que lo olvidemos. Y esto,
¿en la responsabilidad de quienes está? En la de aquellos que tenemos el
ejercicio de la palabra oral y escrita, como somos los maestros, los
comunicadores y promotores culturales. No de los niños y jóvenes, que ellos
esperan que seamos los mayores quienes les dan referencias de estas vidas
ejemplares.
Tengámoslo
entonces más presente en nuestras vidas, entre nuestras efigies y nuestros
símbolos, en nuestras canciones y celebraciones. Que ante tanta inconducta de
que nos colma la prensa, ante tanto corrupto a quienes se les dedica hasta
portadas de periódicos, erijamos estas figuras de auténtica y verdadera peruanidad.
Portada en la revista El Gráfico
7. Un referente
de valor
Con sus
hazañas esforzadas y gloriosas él quiso exaltar a su patria, por un lado; y,
por otro, ser ejemplo principalmente para la niñez, hecho conmovedor.
Pero la
proeza sin lugar a dudas para todos más significativa, y hasta suprema, fue su
decisión y preparación para volver a cruzar a nado el Estrecho de Gibraltar a
los 99 años de edad.
Y en
este magisterio radica el rasgo más importante y significativo de su proeza
vital.
Esas
son vidas eternas. Esas son vidas en quienes la muerte se reduce a ser apenas
un mero y simple accidente. En donde la muerte deja de tener su negrura y su
tiniebla, y apaga hasta su misterio y su horror.
Cuando
se impuso en querer ser ejemplo, en erigirse como modelo, en el vivir con lo
mejor de sí mismo para los demás; en querer ser un referente de valor para la
niñez y la juventud, hecho que al haberlo logrado plenamente lo convierte en un
paradigma universal.
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