15 de agosto. De espigas y claros de luna. / Los trigales en flor.

15 DE AGOSTO

DE ESPIGAS Y CLAROS DE LUNA

LOS

TRIGALES

EN FLOR

Danilo Sánchez Lihón

Vendedoras de pan en la Plaza de Armas de Santiago de Chuco

– Yo debo agradecerle a él. –Dice en público, señalándome a mí, Diana Chávez Llamoga, en la reunión del Aula Capulí, tenida en la casa de Amelia Melgar. –Por haberme hecho conocer Santiago de Chuco.

Y yo, entonces aprovecho para interrogarla:

– ¿Y, qué imagen tienes ahora de la tierra de Vallejo? ¿Qué es lo que más te gustó, luego de haberla conocido?

Le pregunto así, ingenuamente, a quien es profesora y compositora musical; quien integra y se ha vuelto fervorosa del movimiento cultural Capulí, Vallejo y su Tierra.

– ¡Ah! –Se queda pensando. Y luego expresa–: ¡El hecho de que en todas sus tiendas venden pan! –Nos dice a todos, extasiada y sonriente.

– ¿Así? –Hago como que me alarmo yo. –¡Qué interesante!

– ¡Claro! Siempre las tiendas tienen adelante y casi a la puerta canastas y vitrinas en donde se exhibe y se vende el pan. Y es que ustedes deben producir mucho trigo, ¿no? –Nos pregunta a todos a la vez.

Campos sembrados de trigales

Pero yo ya no respondo. Ya estoy sumergido en el pan de mi pueblo.

– ¡Te estoy preguntando a ti! –Se levanta y me samaquea.

– ¡Ah! ¡Sí! En Santiago de Chuco nos gusta mucho amasar el pan. Y todas las casas tienen su horno. ¡Y es que es zona triguera!

– ¡No he preguntado eso! –Se enoja de juegos conmigo.

Pero ya mis ojos y mi alma están vagando en los campos dorados de tallos y espigas de trigo en flor que mece el viento al amanecer.

Ensimismado en el color amarillo mate, combinado con un verde suave que hacen los trigales de tallo glácil ya al mediodía y ya al atardecer.

Donde me pongo a rozar mi frente y mis mejillas en las barbas de las espigas que solemos pasar por nuestro rostro para que borre de él toda sombra.

O ya estoy hundido en las parvas en donde se trilla y se ventea el grano, sabio y bueno, para sustento de nuestros días de existencia; y en esta vida ora atribulada y ora llena de contento y alegría.