miércoles, 23 de septiembre de 2020

23 de septiembre. Se inicia la primavera. / Es natura que canta.


23 DE SEPTIEMBRE 
SE INICIA LA PRIMAVERA 

ES NATURA 
QUE 
CANTA 

Danilo Sánchez Lihón 





1. Nacer 
de nuevo 

– Niños: Hoy 23 de septiembre se inicia la estación de la primavera que significa “primer verdor”, de las yemas de los árboles que renacen y de las semillas que brotan para hacerse plantas, que dan flores y espigas, y después frutos. La primavera es una estación dichosa cuyo signo es el renacer, el renovarse, el resucitar. Pero, ¿acaso solo las plantas? A ver, ¿quién comenta?

– No solo ellas, sino también nosotros mismos, profesor.

– ¡Y nuestro carácter, niños! Que es como un árbol que puede desprenderse de sus ramas viejas y volver a hacer brotar en sus gemas y en su tronco hojas nuevas y dar flores y echar frutos. Y ese es el mayor significado de la primavera: el florecimiento de la vida, la renovación de nuestra mente, el nuevo crecimiento y la creatividad del espíritu humano.

– Es la crisálida que deja de ser larva. Es la mariposa que se posa en la flor.

– Siendo así, cada día volvamos a nacer haciéndonos nuevos y mejores, más confiados, alegres y pujantes.

 


2. Flores

y lectura

 

– Ahora, niños, cuando saliendo de la escuela se enrumben en su regreso a casa, aprecien cómo hasta en las mismas piedras y hasta en los muros de nuestras casas cómo han abierto sus pétalos las flores, y si van por el campo en los barrancos y hasta en las rocas de las peñas, incluso en los resquicios de los árboles y hasta entre teja y teja de los techos de nuestras casas.

El color y el perfume de las flores en esta estación son derramados hasta en las grietas y en los rincones más ásperos. Allí encontramos anémonas, rosas, jazmines, violetas, zenias. Y, en fin, cientos de flores distintas, constituyendo un panorama de extraordinario embeleso.

Los poetas antiguos y modernos, inspirados en la primavera, cantan con bellas y vibrantes expresiones los mejores sentimientos, plenos a la vez de la más excelsa sabiduría. Y todo ello se encuentra en los libros, niños, razón por la cual es muy importante el cultivo y aprecio de la lectura.

Y recuerden que la primavera se perenniza en la lectura. Por eso, hay que leer siempre. Solo en la lectura las flores conservan intangibles su frescura, sus colores y su fragancia. Y solo en la lectura las flores escancian permanentemente su mejor néctar.

 


3. Natura

que canta

 

– Por esa razón entonces ahora vamos a entonar aquella canción cuya letra y melodía todos lo sabemos, y que dice así. ¡A ver, niños, todos juntos a cantar!

¡Alegría, alegría!
de Natura que canta.
¡Alegría, alegría!
de nuestro corazón.

Primavera, primavera
nuevo triunfo de la vida...
savia y corola encendida,
perfume, luz y calor...

Yo te canto, primavera,
como el ruiseñor te canta
y sus arpegios levanta
para ensalzar tu esplendor.

¡Alegría, alegría...!

 – Bien, niños, los felicito, por la fuerza y la emoción que le ponen al cantar. ¡Así es cómo se debe ser siempre!





4. Gracia

de la vida

 

– Decir primavera, niños, es hablar del aire puro, del sol y la brisa amables y benignos, como el clima que tenemos ahora y todos los días que vendrán.

Es valorar una de las etapas de la vida más tiernas y jubilosas y llenas de promesas, cuál es la juventud.

Es apreciar todos aquellos recursos que conservan y hacen bien a nuestra madre tierra, y a la naturaleza en general.

Es valorar el significado de cada uno de los seres vivientes. Es extasiarse con los sentimientos que nos inspiran los dones de la creación.

Porque en el sentido que nos sugieren las flores está todo el significado de cómo debemos asumir este mundo.

Y de lo que cabe hacer con la vida que se nos ha dado como un regalo temporal maravilloso y supremo.

Y entonces, como las flores hacerla siempre abierta hacia el cielo y las estrellas, esencialmente lozana y armoniosa con todo lo que está a nuestro alrededor.

¿Han visto cómo los pétalos se abren en mil y un colores y se despliegan para rendir pleitesía a la gracia de vivir?

– ¡Sí!

 


5. La flor

de la virtud

 

– Incluso Jesús se sintió conmovido por las flores, al decir que:

Ni Salomón con toda su gloria

podía vestirse como se viste un lirio.

¡Y nada es más cierto! Para finalizar esta actuación, niños, quiero ofrecerles un pensamiento que contiene un hondo significado. Y que dice así:

La hermosura es una flor lozana

que brilla en el jardín de la vida.

Y el aroma de esa flor es la virtud.

¿Alguien de ustedes quisiera interpretar qué nos quiere decir este pensamiento?

– Que el bien es la flor más excelsa.

– Que nuestro carácter debe ser sereno y bondadoso.

– Que los actos de las personas sean nobles y por ser así irradiarán belleza.

– Que los seres humanos debemos cultivar virtudes que luzcan como en la naturaleza lucen las flores.

 


6. Tres

vivas

 

– Todo lo que han dicho es atinado y correcto. Debemos terminar, relacionando siempre belleza con virtud.

Y primavera con el bien de ser. Que seamos en nuestra vida siempre límpidos y con una conducta siempre buena y honorable.

Y, ¡seamos siempre buenos, niños! ¡Seamos siempre honrados! ¡Seamos siempre acomedidos y trabajadores! ¿Lo prometen?

– ¡Sí!

– Ahora bien, vamos a pasar a los salones. Les agradezco su atención. Y vamos a dar tres vivas por nuestra escuela, por nuestro pueblo y por el Perú.

– ¡Ji, jip!

– ¡Ra! ¡Ra ¡Ra!

– ¡Tres vivas por Santiago de Chuco! ¡Ji, jip!

– ¡Ra! ¡Ra ¡Ra!

– ¡Tres vivas por el Perú! ¡Ji, jip!

– ¡Ra! ¡Ra ¡Ra!

 



7. La vida

buena

 

– ¡Muchas gracias, niños, y muy buenos días!

Aquí termina de hablar el maestro y de participar los niños de la escuela fiscal en su viejo local donde el sol dora hasta los guijarros que la lluvia pule entre piedra y piedra de cada escalón que sube del patio a los corredores.

Donde hasta la sombra es luminosa y transparente. Donde las mariposas revolotean con sus vuelos cristalinos en los jardines al pie de los muros y alrededor de los maceteros aún con el relente de la amanecida.

En los aleros despliegan sus ritos amorosos gorriones, calandrias y santa rositas briosas.

Por doquier en los campos la tierra exhala un mensaje de vida nueva.

Donde por uno y otro confín se producen balidos, crujidos y hondos suspiros de alivio y exaltación.

Y los niños con sus cantos, y pasando a sus salones, celebran el advenimiento de la primavera. Y con ella el despertar de la vida sana, buena y ahíta de júbilo y de promesas.

 

 



Pintura 1
Juvenal Sánchez Lihón

Pintura 2
Agustín Rojas

Fotos 3, 5, 6 y 8
Jaime Sánchez Lihón


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Los textos anteriores pueden ser

reproducidos, publicados y difundidos

citando autor y fuente

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