sábado, 26 de septiembre de 2020

26 de septiembre. Semana Nacional por los Derechos del Niño. / El niño y su derecho a la alegría.

 

26 DE SEPTIEMBRE

SEMANA NACIONAL

POR LOS DERECHOS DEL NIÑO

 

EL NIÑO

Y SU DERECHO

A LA ALEGRÍA

 

Danilo Sánchez Lihón

 

 



PRESENTACIÓN

 

Cuatro secciones conforman la

«Convención Internacional

sobre los Derechos de la niñez»,

adoptada por la Asamblea General

de la Naciones Unidas

el 20 de noviembre de 1989

y ratificada hasta la fecha

por más de 192 Estados

reconocidos por la ONU,

con la excepción de los EE.UU.

y Somalia, abarcando derechos de:

1) supervivencia,

2) crecimiento,

3) protección, y

4) participación.


Agregados a los cuales proponemos

ahora los Derechos a la Esperanza,

que a su vez se dividen en cuatro capítulos

ineludibles tratándose de niños:


1. Derechos del Niño en Torno a la Fantasía e Imaginación. 
2. Derechos del Niño en cuanto a Crear Mundos Nuevos. 
3. Derechos del Niño en Torno a la Alegría. 
2. Derechos del Niño en Torno a la Educación. 

Exponemos a continuación parte del Capítulo tres 
correspondiente a los Derechos del Niño en Torno a la Alegría.

 





CUERPO DE PRINCIPIOS

 1.

 

El niño tiene

el derecho universal a la alegría,

a celebrar

la vida, y mirar cada una de sus

manifestaciones

con gozo, encanto y arrobamiento.

A caminar

libremente por las playas y colinas;

por valles y

desiertos; a sacarle el jugo y néctar

a los amaneceres.

A que saltemos junto a él. A correr

a su lado

A reír cuando él ríe revolcándonos

de risa.

A rodar frente a los crepúsculos. A

la danza libre

gloriosa en la adoración de todo lo

creado. A

saludar al sol, la luna y el arco iris.

A que

sus miradas de luz y transparentes

sean

respondidas con iguales miradas,

 quizá ya sin

luz, pero eso sí aún transparentes.

 



2.

 

Todo niño

tiene derecho a que su sonrisa

sea

respondida con otra sonrisa; si

es posible

de oreja a oreja, sobre todo por

los adultos.

Se impondrán penas severas

y multas

drásticas a toda persona mayor

que no responda

con la misma devoción, emoción

y cariño.

Al maestro se le suspenderá

 con un día

de trabajo si incurriera en este

agravio. Y

si un individuo de edad madura

responde

serio, y peor si es con regaños,

a la sonrisa

de un niño el caso se notificará

 inmediatamente

al Fiscal de turno en el distrito,

privándosele de

libertad durante todo un santo

día. Y

si después se volviera a incurrir

en lo mismo

se le prohibirá todo vínculo con

niños.

 



3.

 

Los niños

de cualquier estado y condición,

tienen

todo derecho a mirar la realidad

con ojos

fascinados, abiertos de asombro

y admiración.

Ante ello no podemos ser críticos,

ni descreídos, ni

recelosos, sino asidos a su vuelo

por el ámbito

de la fantasía; subidos a la proa

de aquellas

naves, trocados en alas y viento;

convertidos

en todo lo que viaja y se eleva.

Siendo

bienvenidas estas tres gracias:

el trabajo

gozoso, la distinción de sentirse

hermosos

y la divina locura de amar y mil

veces más

adorar convencidos e indivisos

todo lo creado.

 



4.

 

Todos los niños tienen derecho

a subir

a lo más empinado de una torre

y echar a volar

las campanas. Y a contemplar

desde arriba

el milagro simple de la creación.

Que

se abran los lugares más altos

de los edificios

y desde allí se pueda avizorar,

imaginar

y emprender el reto de hacer un

mundo mejor.

Que haya excursiones continuas

a las cimas

de las montañas a fin de quedar

arrobados

ante el vasto panorama estelar.

Tienen

derecho a conocer un castillo,

una catarata,

un lago. A mojarse con la lluvia,

a moldear

la arcilla y navegar en el mar.

A albergar

un gorrión, un caballo y un río

en el corazón.

 



5.

 

Tienen

derecho a creer en su familia, en

sus hermanos,

en la caballerosidad de sus vecinos,

y en el pundonor

de sus autoridades y gobernantes. 

Porque

 lo contrario significaría dejar de creer

y eso no solo

es triste sino muy grave. Gravísimo.

Los mayores

tenemos el deber de luchar a brazo

partido

porque la realidad no los desmienta.

A pedir

que las personas de su alrededor

sonrían

como ellos lo hacen cada día. Y a

que triunfen

los seres con los cuales ellos se

identifican.

Pedir el cambio de un maestro por

no triunfar,

por vestir de opaco, por hablar de

catástrofes

desgracias y de más calamidades.

 



6.

 

Tienen

el derecho a que fuertemente

se les apoye

en su convicción de que tienen

los mejores

padres del universo, y a que esto

verdaderamente

se reconozca así en una actuación

pública.

Que padre y madre sean coronados

rey él y

reina ella; y esto una vez siquiera.

Que su casa

es su casa, y no es casa alquilada

por la inmobiliaria

que quiere desalojarlos. Que nadie

diga que su país es

feo, ni que está lleno de ladrones.

Que se repita

mil veces mil, que no hay nada en

el mundo

más bello, bueno y hermoso que

el lugar

donde él ha nacido y donde él vive.

Y esto

por una razón muy simple, porque

es cierto,

porque no hay verdad más prístina

en esta.

 



7.

 

Los niños

tienen derecho a reconocer

y valorar

que sus brazos antes fueron

ágiles y

poderosas alas. Y con ellos

han de volar

por el mundo, en su proeza

de ser

amplios, dadivosos y vastos.

Que

sus manos, en el intento de

elevarse y

crear pueden y van a romper

esquemas,

hendir, trizar y descomponer

modelos como

demoler armatostes caducos.

Que

las manos son para inventar

y construir

mundos nuevos que releven

los arcaicos.

Que los brazos son hechos

para cobijar

 y proteger lo que está débil.

Que manos

brazos y pulso perfeccionan

las alas que

guarecidas quedan y están

para cuando

sea menester abrirlas, a fin

de dar

pábulo y asidero a nuevos

sueños.

 

 

Todas las fotos son de:

Jaime Sánchez Lihón


 

*****

No hay comentarios:

Publicar un comentario