Los microbios o
microorganismos son seres unicelulares tan sólo visibles al microscopio. Se
miden en milésimas de milímetro y hay algunos tan pequeños que sólo pueden verse
mediante un microscopio electrónico. Algunas especies son inofensivas, otras
útiles, y también existen aquellas que ocasionan enfermedades infecciosas
terribles. Viven en todos los lugares, en todos los objetos, en las bebidas, en
los alimentos y también en la tierra orgánica.
Hay
microorganismos que pertenecen al reino vegetal y que toman el nombre de
bacterias. Ellas habitan en todo el planeta, en las profundidades del océano, en
el suelo y en el aire. Pueden adoptar la forma de esferas, de bastoncitos, de
tirabuzones, en fin: de muchas formas, y suelen vivir agrupados en colonias o
en racimos y se reproducen a una velocidad increíble.
Hay un grupo de
bacterias que resultan útiles y son las que originan la descomposición de la
materia orgánica de plantas y animales muertos, que después es aprovechada por
otros seres vivos; formando parte este proceso del cual depende en gran medida
la supervivencia de la naturaleza en nuestro planeta.
Covid 19. Pintura: Juvenal Sánchez Lihón
2. Invasiones
bacterianas
Son beneficiosas
también las bacterias que producen el efecto de la fermentación, pues
intervienen en la elaboración, por ejemplo, del yogurt, de la mantequilla y el
queso; en la fabricación de alcoholes, cerveza, vinagres y vinos; en el curtido
de pieles para zapatos, carteras y otros artículos de cuero.
Son beneficiosas
asimismo aquellas que viven en el intestino de los seres humanos y animales
favoreciendo el proceso de la digestión. En contraste con tas importantes bacterias
está el grupo causante de enfermedades, algunas de efectos devastadores, como la
fiebre tifoidea, la difteria, la meningitis, la tuberculosis, la lepra y todas
las infecciones de heridas abiertas.
Entre las medidas y
prevenciones contra las bacterias nocivas se recomienda hervir los alimentos
dudosos, así como buscar la conservación de algunos alimentos mediante la
refrigeración, la congelación y el desecamiento. Una alimentación sana, la
higiene, el deporte y los ejercicios físicos, así como el uso de antisépticos
cuando hay necesidad, son útiles también en la lucha contra las invasiones bacterianas.
Investigación en medicina en el Perú
3. Se perfeccionó
el microscopio
Los
microorganismos del reino vegetal son los protozoarios, que son animalitos microscópicos,
que viven libres en el agua o en cualquier ambiente que conserve un alto grado
de humedad, así como también en el cuerpo de otros animales y del hombre mismo,
y que lo hacen en condición y calidad de parásitos. Unos carecen de medios de
locomoción y otros se mueven mediante seudópodos, flagelos o cilios.
Hay protozoarios
que son beneficiosos, pues ayudan a la alimentación de materias orgánicas
descompuestas, en otros casos al alimentarse de bacterias impiden su
reproducción excesiva. También contribuyen a la fertilidad de la tierra.
Las especies de
protozoarios nocivos al hombre y a los animales, son causantes de graves
enfermedades, entre ellas el paludismo, la disentería y afecciones al hígado,
pulmones y cerebro.
Afortunadamente, a
partir de la segunda mitad del siglo XIX se perfeccionó el microscopio que
permitió un conocimiento más amplio de los microorganismos nocivos. Esto a la
vez significó el desarrollo de medios efectivos de lucha contra ellos a través
de sueros, vacunas y antibióticos.
Luis Pasteur
4. Las
vacunas
Antes que se
inventara el microscopio los hombres no sabían de la existencia de los microbios
y, por lo tanto, la medicina desconocía la causa de gran parte de las
enfermedades.
Recién en el siglo
pasado estos invisibles enemigos fueron desenmascarados principalmente en los laboratorios
y altos centros de estudio y a cargo de médicos principalmente ingleses y
holandeses dedicados a la investigación en esta materia.
Fue el sabio
francés Luis Pasteur, quien implementó recursos y medidas para hacerle frente al
ataque y a la nociva presencia de los microorganismos, siendo a partir de sus
descubrimientos que se inventaron las vacunas, los sueros y los antibióticos,
con los que hoy nos defendemos lo más que podemos de los microbios.
El antecedente fue
que el médico inglés Eduardo Jenner había observado que los campesinos que
ordeñaban vacas enfermas de las ubres jamás padecían de viruela, curiosidad
científica que fue salvadora. Porque le hizo suponer que el contacto con las
vacas si bien Íes producía una infección inofensiva llamada “peste vacuna”, que
causaba molestias pero que eran menores, en cambio los inmunizaba contra la gravísima
y devastadora enfermedad de la viruela que no tenía cura.
En las ubres del ganado vacuno
5. Ganando
batallas
Comenzaron
entonces a hacerse algunos experimentos inyectando a personas sanas la
secreción de la "peste vacuna", comprobando con éxito que las personas
quedaban así inmunes al temible flagelo de la viruela.
Desde esa ocasión
se le llama "vacuna" a cualquier tipo de inyección que aplicada antes
de adquirido el mal previene contra las enfermedades infecciosas.
Después de sus
estudios sobre la fermentación, que demostraron la presencia de bacterias en
las materias orgánicas en descomposición, el gran benefactor de la humanidad
Luís Pasteur se empeñó en una de las tareas más importantes realizadas por la
ciencia a favor de la vida.
Cual fue demostrar
que los microbios eran la causa de las enfermedades infecciosas, contribuyendo
de esta manera al progreso de la cirugía médica. Para ello, trabajó con ahínco
en el estudio de las enfermedades e identificó los microbios del carbunclo que
atacaban a las ovejas y vacas, y los del cólera que diezmaba a las gallinas.
Salvando vidas humanas
6. Sueros
y antibióticos
Después liego a la
conclusión de que si los microbios eran los causantes de las enfermedades entre
los animales también podrían serlo en el caso de los seres humanos.
Bajo esta
conclusión se dedicó Pasteur a estudiar intensamente los males infecciosos y la
manera de curarlos. Todo esto en un ambiente de incomprensión y hasta de burla
a estos postulados pues rompía esquemas de la medicina tradicional, ámbito en
el cual hay muchos intereses creados.
Así, en 1885,
logra por primera vez que un adolescente mordido por un perro rabioso se salve
de la horrible muerte que produce la enfermedad de la rabia.
Para combatir las
enfermedades infecciosas una vez que han sido ya contraídas, se aplican los
sueros y los antibióticos.
Los sueros se obtienen de la sangre de los animales que han vencido la enfermedad y que por esto en su organismo abundan las defensas contra ella. Una vez aplicado el suero a los enfermos éstos se vuelven fuertes contra ese mal. Ahora, antes de ser contraída una enfermedad la salvaguarda es administrar la vacuna correspondiente.
de la ciencia
Los antibióticos
se descubren gracias a los estudios del microbiólogo inglés Alexander Fleming. Y
fue gracias a un hecho aparentemente casual y fortuito; debido a que observó
que una de las placas que utilizaba para el cultivo de microbios se había
cubierto de un moho semejante al que crece en los alimentos descompuestos.
En su observación
providencial, en las proximidades de esa zona habían muerto todos los microbios
malignos. Estudiando el fenómeno, comprobó que los hongos microscópicos que
formaban el moho segregaban una sustancia venenosa que lograba destruirlos de
una manera prodigiosa, pero además inofensiva para otros microbios y en general
para la vida.
Con ello había
descubierto la penicilina, el 28 de septiembre de 1928, descubrimiento que fue
una auténtica revolución en la lucha contra las enfermedades infecciosas que ha
salvado a millones de vidas humanas y de animales.
Nunca antes la
ciencia había sido protagonista de una proeza tan grande a favor de la
humanidad. Por eso, nuestra gratitud perenne a estos verdaderos héroes de la ciencia y a su legado que es seguido hoy
por batallones de personas que altruistamente se imponen garantizar la vida
sobre la faz de la tierra.
Los textos anteriores pueden ser
reproducidos, publicados y difundidos
citando autor y fuente
dsanchezlihon@aol.com
danilosanchezlihon@gmail.com
Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar
a:
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Editorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.com
Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
Ediciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.com
Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es
*****
DIRECCIÓN EN FACEBOOK
HACER CLIC AQUÍ:
https://www.facebook.com/capulivallejo
*****
Teléfonos:
393-5196 / 99773-9575
Si no desea seguir recibiendo estos
envíos
le rogamos, por favor, hacérnoslo
saber.
No hay comentarios:
Publicar un comentario