El poeta
español Antonio Gamoneda al recibir el Premio Cervantes de Literatura 2006, de
manos del Rey de España, en la Sala del Paraninfo de la Universidad de Alcalá
de Henares, en su discurso de recepción y en gesto de humildad expresó: “¿Quién
soy yo, al lado de François Villón, de Miguel de Cervantes y de César Vallejo?”
Al referirse
a François Villón lo que hizo fue dar a sus palabras un tinte de enlace con
otras culturas. Al mencionar a Miguel de Cervantes y César Vallejo quiso,
además de significar universalidad, excelencia, y centrarse en nuestra lengua,
colocar dos paradigmas, uno en la prosa y otro en la poesía, y como
representantes máximos y supremos en cada una de estas dos expresiones
artísticas.
Indudablemente,
la vida de estos dos genios se entrelaza, pese a que uno naciera en Alcalá de
Henares, en España, en el siglo XVI, y el otro en el siglo XIX, Y en Santiago
de Chuco, aldea del Perú situada a más de 3,115 metros sobre el nivel del mar,
abrupta y con dos amarus de roca viva entrelazados en sus cimientos.
César Vallejo
2. El
prodigio
de la
lengua
Tierra de
César Vallejo que es también el lugar de donde yo provengo. Pues nací en el
mismo pueblo donde él naciera César Vallejo, en el mismo barrio y en la misma
calle, así como estudié en la misma escuela en donde él estudiara, y después
fui alumno durante cinco años en el Colegio Secundario César Vallejo de mi
comarca nativa.
A estos
dos personajes, Miguel de Cervantes Saavedra, príncipe de los ingenios de la
lengua castellana, y César Vallejo, a quien ya se lo reconoce como el poeta
universal más egregio al lado del Dante, los unen muchos contenidos esenciales
que me esforzaré en esbozar y comentar brevemente sin alcanzar a desarrollarlos
por completo por el escaso tiempo de que disponemos en esta clase de
presentaciones.
Llegados
a este punto, un hecho del cual debiéramos estar más conscientes y el cual debiera
ser motivo del orgullo más henchido entre nosotros, cuál es el de hablar la
misma lengua. Y que esa lengua sea el idioma castellano como lengua madre. Y
compartir la inmensa satisfacción de formar una comunidad vinculada por tantas
esencias, pero la principal: la esencia del idioma o lengua española, a la cual
rendimos en esta ocasión al ocuparnos de estos dos genios, admiración y pleitesía.
Lucía Carlosama y parte de los miembros de Asorbaex
3.
Insertos
en su
realidad
Coherentes
con lo dicho: ¿qué une en principio a Cervantes y a César Vallejo? Lo primero,
que ambos han enriquecido la lengua castellana. Y, en segundo lugar, que renovaron
nuestra literatura. Que le han dado al lenguaje tal cabalidad que a partir de
ellos nuestro idioma es distinto.
Lo lograron
porque ambos fueron escritores naturales, de alma y natos; en quienes su
destino fue ineludible para ellos mismos, como una marca, un sello y un estigma
en la frente. Como una impronta, un tajo y una cruz infalibles, nacidos ambos para
ser tales, como un destino inevitable. Escritores ambos instintivos, originales
y hasta bárbaros y salvajes.
Y como
tal insertos en su espacio y en su tiempo. Que vivieron intensamente su contexto
geográfico y su época. Que no se sustrajeron a los hechos históricos que se
vivieron en su momento profundamente insertos en su realidad. Que no se
sustrajeron a ella, sino que más bien participaron en los acontecimientos de su
época con entrega, arrojo y pasión. Y vivieron los hechos intensamente. Y hasta
murieron en ellos y por ellos.
Rafael Alberti, Georgette y César Vallejo en Madrid
4. Obras
cumbres
Y ya en
este panorama otro de esos rasgos característicos que ambos comparten es la austeridad
y pobreza material más extrema.
Pues la
vida de ambos, tanto la de Miguel de Cervantes Saavedra, como la de César
Vallejo Mendoza, el poeta universal más humano de todos los poetas, es una
sucesión interminable de penalidades, escaseces e infortunio.
Resultando
paradójico en ambos casos cómo las obras cumbres de la literatura universal que
han escrito en nuestra lengua, una de ellas en prosa, como es: el Ingenioso
Hidalgo don Quijote de la Mancha, y la otra en verso, como son los Poemas
humanos.
Fueron ambas
compuestas por seres humanos en quienes las privaciones y las situaciones
adversas fueron atroces. Como es por ejemplo sufrir cárcel por deudas
contraídas para sobrevivir, en el caso de Cervantes.
Y pasar
hambre y no tener techo dónde dormir en París en el caso de Vallejo, fueran el
signo atroz en el cual transcurrieran las vidas de estos dos seres humanos que
nos han legado obras cumbres de la literatura universal.
Quijote y Sancho, dibujo de Pablo Picasso
5. Sin
tapujos
Miguel de
Cervantes y César Vallejo sufrieron la pobreza como escasez, limitación y como
padecimiento. Y hasta como martirio, con todo lo que ella tiene de horroroso,
de vergüenza y de humillación.
No la
pobreza como virtud ni aquella que se busca como coronación de la vida
espiritual, sino aquella que sume al ser humano en la anulación de actividades,
en el deterioro psíquico y en la depresión.
Que es la
misma que sume en la miseria a poblaciones enteras de uno y otro continente y que
tienen masivamente que emigrar, dejando al descubierto otros problemas como son
egoísmos y prejuicios, taras y exclusiones, mezquindades y sordideces.
Fue también por eso que ambos pudieron partir de la realidad para edificar sus obras, porque la proeza mayor de Cervantes fue poder presentar la realidad sin convenciones ni tapujos, sin escapes ni fantasías como ocurría en su tiempo, puesto que en su época dominaba, por ejemplo, en la literatura las novelas pastoriles, la novela picaresca y los libros de la caballería andante.
6. Fidelidad
con la vida
Cervantes
ante tanto marasmo presenta la realidad hasta de la manera más plástica,
gráfica y concreta, tal y como empieza la obra El Quijote, que es así:
En un
lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que
vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y
galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches,
duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de
añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda.
Y con
César Vallejo ocurre lo mismo, pues antes de él dominaban como corrientes
literarias el modernismo, que incidía en lo exótico, el simbolismo que se
abstraía de la realidad, el parnasianismo que buscaba la perfección de las
formas. Sin embargo, escribe César Vallejo en La violencia de las horas:
Todos han
muerto. / Murió doña Antonia, la ronca, que hacía pan barato en el burgo. / Murió
el cura Santiago, a quien placía le saludasen los jóvenes y las mozas,
respondiéndoles a todos, indistintamente: “Buenos días, José! Buenos días,
María!” / Murió aquella joven rubia, Carlota, dejando un hijito de meses, que
luego también murió a los ocho días de la madre.
¿Qué más prolijidad de detalles? ¿Qué más fidelidad
con la vida? ¿Qué esencia poética más sintética y acrisolada?
Primer Congreso Mundial de las Letras Hispanas, en España
7. Solucionar
los males
Y, continúa:
Murió mi
tía Albina, que solía cantar tiempos y modos de heredad, en tanto cosía en los
corredores, para Isidora, la criada de oficio, la honrosísima mujer. / Murió un
viejo tuerto, su nombre no recuerdo, pero dormía al sol de la mañana, sentado
ante la puerta del hojalatero de la esquina. / Murió Rayo, el perro de mi
altura, herido de un balazo de no se sabe quién. / Murió Lucas, mi cuñado en la
paz de las cinturas, de quien me acuerdo cuando llueve y no hay nadie en mi
experiencia. / Murió en mi revólver mi madre, en mi puño mi hermana y mi hermano
en mi víscera sangrienta, los tres ligados por un género triste de tristeza, en
el mes de agosto de años sucesivos. / Murió el músico Méndez, alto y muy
borracho, que solfeaba en su clarinete tocatas melancólicas, a cuyo articulado
se dormían las gallinas de mi barrio, mucho antes de que el sol se fuese. / Murió
mi eternidad y estoy velándola.
Nótese
que además de referir acerca de la realidad comprobamos la extraordinaria
proeza del lenguaje para crear belleza en base al mundo
cotidiano, a lo simple, común y corriente. Con lo que resulta que estos dos
autores, poniendo siempre por delante de la literatura la vida, como debiera de
ser, y ya para siempre unidos en el Congreso Mundial de las Letras Hispanas,
ahora caminan juntos en otra misión sacrosanta, cual es tratar de solucionar
los males que asolan la tierra.
Gracias, Danilo por mantenernos siempre bien informados sobre nuestro vate mayor Cèsar Vallejo.
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