martes, 29 de septiembre de 2020

29 de septiembre. Nace Miguel de Cervantes en Alcalá de Henares. / Cervantes y Vallejo, vidas paralelas.


29 DE SEPTIEMBRE 
NACE MIGUEL DE CERVANTES EN ALCALÁ DE HENARES 

CERVANTES Y 
VALLEJO, VIDAS Y 
OBRAS PARALELAS 

Danilo Sánchez Lihón 



Exponiendo sobre Cervantes y Vallejo en el Primer Congreso
Mundial de las Letras Hispanas, en Alcalá de Henares




Miguel de Cervantes


1. Dos 
amarus 

El poeta español Antonio Gamoneda al recibir el Premio Cervantes de Literatura 2006, de manos del Rey de España, en la Sala del Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, en su discurso de recepción y en gesto de humildad expresó: “¿Quién soy yo, al lado de François Villón, de Miguel de Cervantes y de César Vallejo?”

Al referirse a François Villón lo que hizo fue dar a sus palabras un tinte de enlace con otras culturas. Al mencionar a Miguel de Cervantes y César Vallejo quiso, además de significar universalidad, excelencia, y centrarse en nuestra lengua, colocar dos paradigmas, uno en la prosa y otro en la poesía, y como representantes máximos y supremos en cada una de estas dos expresiones artísticas.

Indudablemente, la vida de estos dos genios se entrelaza, pese a que uno naciera en Alcalá de Henares, en España, en el siglo XVI, y el otro en el siglo XIX, Y en Santiago de Chuco, aldea del Perú situada a más de 3,115 metros sobre el nivel del mar, abrupta y con dos amarus de roca viva entrelazados en sus cimientos.

 

César Vallejo


2. El prodigio

de la lengua

 

Tierra de César Vallejo que es también el lugar de donde yo provengo. Pues nací en el mismo pueblo donde él naciera César Vallejo, en el mismo barrio y en la misma calle, así como estudié en la misma escuela en donde él estudiara, y después fui alumno durante cinco años en el Colegio Secundario César Vallejo de mi comarca nativa.

A estos dos personajes, Miguel de Cervantes Saavedra, príncipe de los ingenios de la lengua castellana, y César Vallejo, a quien ya se lo reconoce como el poeta universal más egregio al lado del Dante, los unen muchos contenidos esenciales que me esforzaré en esbozar y comentar brevemente sin alcanzar a desarrollarlos por completo por el escaso tiempo de que disponemos en esta clase de presentaciones.

Llegados a este punto, un hecho del cual debiéramos estar más conscientes y el cual debiera ser motivo del orgullo más henchido entre nosotros, cuál es el de hablar la misma lengua. Y que esa lengua sea el idioma castellano como lengua madre. Y compartir la inmensa satisfacción de formar una comunidad vinculada por tantas esencias, pero la principal: la esencia del idioma o lengua española, a la cual rendimos en esta ocasión al ocuparnos de estos dos genios, admiración y pleitesía.

 

Lucía Carlosama y parte de los miembros de Asorbaex


3. Insertos

en su realidad

 

Coherentes con lo dicho: ¿qué une en principio a Cervantes y a César Vallejo? Lo primero, que ambos han enriquecido la lengua castellana. Y, en segundo lugar, que renovaron nuestra literatura. Que le han dado al lenguaje tal cabalidad que a partir de ellos nuestro idioma es distinto.

Lo lograron porque ambos fueron escritores naturales, de alma y natos; en quienes su destino fue ineludible para ellos mismos, como una marca, un sello y un estigma en la frente. Como una impronta, un tajo y una cruz infalibles, nacidos ambos para ser tales, como un destino inevitable. Escritores ambos instintivos, originales y hasta bárbaros y salvajes.

Y como tal insertos en su espacio y en su tiempo. Que vivieron intensamente su contexto geográfico y su época. Que no se sustrajeron a los hechos históricos que se vivieron en su momento profundamente insertos en su realidad. Que no se sustrajeron a ella, sino que más bien participaron en los acontecimientos de su época con entrega, arrojo y pasión. Y vivieron los hechos intensamente. Y hasta murieron en ellos y por ellos.

 

Rafael Alberti, Georgette y César Vallejo en Madrid


4. Obras

cumbres

 

Y ya en este panorama otro de esos rasgos característicos que ambos comparten es la austeridad y pobreza material más extrema.

Pues la vida de ambos, tanto la de Miguel de Cervantes Saavedra, como la de César Vallejo Mendoza, el poeta universal más humano de todos los poetas, es una sucesión interminable de penalidades, escaseces e infortunio.

Resultando paradójico en ambos casos cómo las obras cumbres de la literatura universal que han escrito en nuestra lengua, una de ellas en prosa, como es: el Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, y la otra en verso, como son los Poemas humanos.

Fueron ambas compuestas por seres humanos en quienes las privaciones y las situaciones adversas fueron atroces. Como es por ejemplo sufrir cárcel por deudas contraídas para sobrevivir, en el caso de Cervantes.

Y pasar hambre y no tener techo dónde dormir en París en el caso de Vallejo, fueran el signo atroz en el cual transcurrieran las vidas de estos dos seres humanos que nos han legado obras cumbres de la literatura universal.

 

Quijote y Sancho, dibujo de Pablo Picasso


5. Sin

tapujos

 

Miguel de Cervantes y César Vallejo sufrieron la pobreza como escasez, limitación y como padecimiento. Y hasta como martirio, con todo lo que ella tiene de horroroso, de vergüenza y de humillación.

No la pobreza como virtud ni aquella que se busca como coronación de la vida espiritual, sino aquella que sume al ser humano en la anulación de actividades, en el deterioro psíquico y en la depresión.

Que es la misma que sume en la miseria a poblaciones enteras de uno y otro continente y que tienen masivamente que emigrar, dejando al descubierto otros problemas como son egoísmos y prejuicios, taras y exclusiones, mezquindades y sordideces.

Fue también por eso que ambos pudieron partir de la realidad para edificar sus obras, porque la proeza mayor de Cervantes fue poder presentar la realidad sin convenciones ni tapujos, sin escapes ni fantasías como ocurría en su tiempo, puesto que en su época dominaba, por ejemplo, en la literatura las novelas pastoriles, la novela picaresca y los libros de la caballería andante.




Capulí, Vallejo y su Tierra en Madrid


6. Fidelidad

con la vida

 

Cervantes ante tanto marasmo presenta la realidad hasta de la manera más plástica, gráfica y concreta, tal y como empieza la obra El Quijote, que es así:

En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda.

Y con César Vallejo ocurre lo mismo, pues antes de él dominaban como corrientes literarias el modernismo, que incidía en lo exótico, el simbolismo que se abstraía de la realidad, el parnasianismo que buscaba la perfección de las formas. Sin embargo, escribe César Vallejo en La violencia de las horas:

Todos han muerto. / Murió doña Antonia, la ronca, que hacía pan barato en el burgo. / Murió el cura Santiago, a quien placía le saludasen los jóvenes y las mozas, respondiéndoles a todos, indistintamente: “Buenos días, José! Buenos días, María!” / Murió aquella joven rubia, Carlota, dejando un hijito de meses, que luego también murió a los ocho días de la madre.

¿Qué más prolijidad de detalles? ¿Qué más fidelidad con la vida? ¿Qué esencia poética más sintética y acrisolada?

 


Primer Congreso Mundial de las Letras Hispanas, en España



7. Solucionar

los males

 

Y, continúa:

Murió mi tía Albina, que solía cantar tiempos y modos de heredad, en tanto cosía en los corredores, para Isidora, la criada de oficio, la honrosísima mujer. / Murió un viejo tuerto, su nombre no recuerdo, pero dormía al sol de la mañana, sentado ante la puerta del hojalatero de la esquina. / Murió Rayo, el perro de mi altura, herido de un balazo de no se sabe quién. / Murió Lucas, mi cuñado en la paz de las cinturas, de quien me acuerdo cuando llueve y no hay nadie en mi experiencia. / Murió en mi revólver mi madre, en mi puño mi hermana y mi hermano en mi víscera sangrienta, los tres ligados por un género triste de tristeza, en el mes de agosto de años sucesivos. / Murió el músico Méndez, alto y muy borracho, que solfeaba en su clarinete tocatas melancólicas, a cuyo articulado se dormían las gallinas de mi barrio, mucho antes de que el sol se fuese. / Murió mi eternidad y estoy velándola.

Nótese que además de referir acerca de la realidad comprobamos la extraordinaria proeza del lenguaje para crear belleza en base al mundo cotidiano, a lo simple, común y corriente. Con lo que resulta que estos dos autores, poniendo siempre por delante de la literatura la vida, como debiera de ser, y ya para siempre unidos en el Congreso Mundial de las Letras Hispanas, ahora caminan juntos en otra misión sacrosanta, cual es tratar de solucionar los males que asolan la tierra.

 

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1 comentario:

  1. Gracias, Danilo por mantenernos siempre bien informados sobre nuestro vate mayor Cèsar Vallejo.

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