miércoles, 14 de octubre de 2020

14 de octubre. Se promulga la Ley del Libro que fomenta el derecho a la lectura. / Leer libres y juntos.


14 DE OCTUBRE 
SE PROMULGA LA LEY DEL LIBRO 
QUE FOMENTA EL DERECHO A LA LECTURA 

LEER 
LIBRES Y 
JUNTOS 

Danilo Sánchez Lihón 




1. Es 
un camino

 

No podemos pasarnos el tiempo alabando la lectura y recomendando que ella es buena, y que entonces se lea; y creer que así hacemos mucho por su expansión mediante consejos, recetas e indicaciones. La lectura no prospera como lección ni enseñanza, ni como tarea escolar. Se empuja desde más al fondo, o atrás, o desde más abajo, en el tiempo libre y cuando estamos juntos, por lo menos dos; madre e hijo, por ejemplo.

Pero en verdad no se empuja, sino que más bien se atrae o se jala desde adelante, desde allá o desde lejos, o de más arriba. Y desde el cielo arrebolado que también constituye parte de nuestra esencia. Y la lectura es seguida en la medida en que hay alguien cerca que da testimonio vivo, real y convincente de su bondad, de su hermosura y de su plenitud.

Y ese testimonio ha de ser vivencial. Y más en lo que la persona es como un ser integral. Y será mucho mejor si esa persona nos habla acerca de la lectura, pero, ¡más de su secreto, de su intimidad y de su estremecida confidencia! Porque la lectura es un camino, y como tal necesita que alguien que esté a nuestro lado lo haya recorrido antes para que nos cuente del viaje.

 

Añadir título


2. Seres que

se quieren

 

Y que cuando vayamos con él, al principio de esta aventura, nos diga: ¡mira aquello! ¿Qué maravilla no? Aquí hay algo más, ¡detente y toca, escucha y huele estos abrojos, o las madreselvas del jardín y los pétalos de sus flores!  Y, ¡mira allá!

Para finalmente decirle: ¡Sólo a ti se te ofrecen, y a nadie más! Y poco a poco se vuelva esta incursión, que empezó como un paseo, en una expedición de vida y muerte hacia lugares cada vez más vibrantes, intensos y plenos de magia, fascinación y prodigio.

Y en eso, primero, abrir el libro juntos. Y estar muy cerca todos en el hogar. ¡O convirtiendo todo, cuando la lectura se aviva, en hogar! ¡Ojalá muy cerca unos de otros! Unidos hasta en la pulsación y el aliento sutil y esperanzado de nuestros corazones, conjugando los acentos en las voces que modulamos y en los pasos que vamos dando inseparables.

Fusionados y sinceros cuando nos arriesgamos por los atajos y meandros de la fantasía que vamos recorriendo, porque mirar juntos el libro significa que quienes lo hacemos nos sentimos sostenidos mutuamente como hermanos, familia o seres que se quieren.

 


3. Convicción

y compromiso

 

Porque leer significa saber internarse por el mundo de los sueños más acrisolados de los grandes hombres, sabiendo que alguien va al lado nuestro.

Y que, en esa relación, hasta las creaciones compartidas en ese momento adquieren a futuro incluso el carácter sagrado, de ser pactos sociales de no fallarse unos con otros, jamás. ¿Y esto no es lo que queremos que sea el mundo para nuestros hijos, y para todos?

Por eso, para hacer a un niño lector hay que partir reconociendo que padres, maestros o adultos que deseen guiar este proceso tienen que convertirse junto a ellos primero en lectores gozosos, emotivos y entusiastas.

Y hasta volver a ser niños, ¡hecho que nunca debimos haber dejado de ser!, si es que queremos ser hombres de a verdad; porque, sólo se puede motivar y animar hacia algo en la medida en que nuestra relación, convicción y compromiso con aquello sea veraz, auténtica y apasionada.

 


4. ¿Dónde

radica?

 

Porque la lectura es un acto uterino, que no se ubica en la visión ni en la mente, ni en los ojos ni en los labios que reconocen y pronuncian las palabras de los textos. No se sitúa ni en la mano que palpa las páginas donde están las letras; ni en los impulsos nerviosos que van del interior nuestro hasta el exterior del universo.  No, señor.

Tampoco se ubica en el cerebro, ni en el hígado ni en el corazón, ni en el aliento o en la respiración. La lectura tiene mucho más fondo y raíz, más altura y abismo, como también más hondura y horizonte, más incidencia en el instante y trascendencia. ¿Dónde entonces se ubica? ¿Dónde se encuentra, se centra y radica?

Leer es una actividad de la entraña humana, del manantial de donde procedemos y venimos. De aquel lugar en donde la vida se gesta, y en donde todo nace. Se vincula, entonces, al regazo matriz. Se urde a la sazón en las faldas maternas. Se entreteje con los dolores y retorcijones del parto.

 


5. Linaje

y progenie

 

Se asocia al acto de la concepción, de ser concebidos como seres humanos y de nacer de nuevo. Y esta vez sí de nosotros mismos. Por eso al leer nacemos de nuevo, porque la lectura es el significado que otorgamos a nuestra vida.

Por eso, leer se vincula a la casa nativa y a la morada del ser que es el hogar. Se une con todo aquello ligado al dormir y al despertar, al permanecer o cambiar, al pasar de un reino a otro reino, al pernoctar y al trascender.

A ir a un lugar de quedada, y no de paso. De arraigarse a una tierra y ahí fundar nuestro origen. Se vincula y condice con todo lo que es brotar, encarnar, parir.

De allí que la lectura es la mejor manera de viajar, de explorar mundos, de estar en uno y otro lugar, porque uno con ella va a quedarse en un sitio y fundar linaje y progenie.

Y como todo aquello que nace entonces la lectura está asociada al capricho, al arbitrio y a la libertad, pero no externa sino íntima y raigal. A aquello que, es decir: de esta no salgo vivo.

 


6. Por todos

los tejados

 

De allí que un preso al leer puede ser más libre que cualquier persona que ande por la calle, incluso que cualquier persona que lo custodia y que tiene las llaves de su celda, siempre y cuando sea un consumado lector.

De allí que leer tenga también su natural ubicación en la familia, en la habitación al pie de una ventana, al lado del sillón del abuelo o la abuela; en el dormitorio primero de los padres y después en el nuestro.

O en cualquier rincón de la casa, sea en el altillo, el desván o debajo de la escalera. O en el sótano, en donde estamos aparentemente recluidos.

Pero que en verdad no lo estamos, sino que al contrario allí permanecemos, pero más libres que nunca, suspendidos o montados en un vertiginoso viaje astral, tocándonos maravillados para saber si es cierto que estamos vivos, con los ojos llorosos por el milagro de sabernos presentes, bendiciendo el hecho de sobrevolar por todos los tejados del universo.

 


7. Buscar

la matriz

 

De allí que un hogar sin libros y sin lectura es una casa vacía, sin sentido y sin alma. ¡Escuchen bien esto, fantoches que tienen plata como cancha! Sin lectura sus casas y sus almas son como un cuerpo inerte, sin corazón, sin mente ni espíritu. Y hasta sus cuerpos estarán vacíos. En suma, yertos, aunque se muevan.

Serán un cuerpo sin aliento, aunque respiren. Un hogar sin lectura será un lugar hueco y precario, un nicho previo a la muerte, un túmulo de tierra que ni siquiera tiene una cruz encima. Porque con la lectura no se muere nunca.

Un hogar sin lectura será un páramo así haya lujo y ostentación exterior en sus aposentos, porque carecerá del arrobamiento del enigma que es el centro de la vida y que nos recrea permanentemente, y nos desafía a desentrañar el milagro y el prodigio de la existencia.

Una casa donde no se lee es desolada, porque en ella no aletean las luminosidades bienhechoras de los seres alados. Porque en ella no se posa el hada. Porque no es matriz y en ella nada ha nacido de a verdad ni para siempre.

 

Personaje de las fotos

Rocco Sánchez Lihón Martínez


*****

 Los textos anteriores pueden ser

reproducidos, publicados y difundidos

citando autor y fuente

dsanchezlihon@aol.com

danilosanchezlihon@gmail.com

 Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:

Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com

Editorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.com

Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe

Ediciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.com

Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es

   *****

DIRECCIÓN EN FACEBOOK

HACER CLIC AQUÍ:

 https://www.facebook.com/capulivallejo

 *****

 Teléfonos:

393-5196 / 99773-9575

 Si no desea seguir recibiendo estos envíos

le rogamos, por favor, hacérnoslo saber.


No hay comentarios:

Publicar un comentario