viernes, 13 de noviembre de 2020

14 de noviembre. La moral del Perú eterno. / El Perú siempre.


14 DE NOVIEMBRE 
LA MORAL DEL PERÚ ETERNO 

EL 
PERÚ 
SIEMPRE

Danilo Sánchez Lihón 





¡Eh mandoncillo!
¡Eh visitador!
¡Eh visorrey!
El Perú es eterno 


1.

 

El Perú es tierra de origen, pero aún más es tierra de dioses. Y síntesis de experiencia vivida, hechas himnos y cánticos.

Como los incas, síntesis de muchas culturas distintas que ellos supieron integrar y darles un orden en el concierto universal.

Así como en toda cumbre están todos los asientos, así en el Perú están todos los espacios y todos los tiempos. Y girando y creando vida como en la rosa de los vientos.

El Perú así es país de todas las sangres, de todos los pálpitos, alientos y utopías. Es el amplio espacio de los mitos, las leyendas; las emociones y pensamientos. País de fábula: de los cuentos mágicos y prodigiosos.

Es oración a flor de piel, todos con un brillo de ilusión en la mirada; y un destello de luz en las pupilas, como fe inalienable en el corazón. El Perú representado en el candor de las nieves eternas y de las espigas próximas a dar frutos.

 


2.

 

En el Perú florecieron las más grandes culturas de la antigüedad de la América del Sur. Culturas que nos han dejado vestigios de su grandeza en edificaciones asombrosas como Machu Picchu, Marcahuamachuco, Sacsayhuamán, Chavín, Chan Chan.

Pero de las cuales más grandiosas que sus edificaciones, andenes y caminos, son sus concepciones del mundo y de la vida; y de sus acrisolados valores totalmente vigentes para el mundo actual.

Porque son síntesis de culturas que reverencian la solidaridad, la reciprocidad y la fraternidad humanas; y el espíritu matinal de los pueblos.

El Perú como expresión del mundo andino contiene las más caras y sentidas esperanzas que se pueden albergar en el mundo contemporáneo, puesto que tiene las soluciones para el mundo del presente, como es el anhelo del triunfo del bien frente al mal sobre la faz de la tierra.

 


3.

 

He aquí un poema de Mario Florián, quien nos dice:

No te sientas pequeño, hombre común peruano,

peruano de estos días. Publica tu grandeza

delante de tu huésped, delante del foráneo

que llegó, de muy lejos, a comer en tu mesa.

Que llegó de muy lejos a vivir en tu espacio,

y a hablarte de su origen y a hablarte de su fuerza.

¡Tú desciendes del puma! ¡Tú desciendes del rayo!

Y en tus músculos duerme colosal fortaleza…

¡No te humilles! ¡Despierta! ¡Elévate, peruano!

¡Erígete! ¡Ya es hora…! ¡Revive tu ejercicio milenario

de Amansador de Mundos, de Continentes Bravos,

de forjador de Imperios sobre precipicios!

¡Levántate peruano! ¡Pisa, otra vez, tu tierra…!

¡Que el horizonte vea tu figura broncínea

de semidiós, de cóndor…! Despliega tu mirada,

y el poder de tus alas y tu aptitud antigua.

¡Vindícate en tu tierra…! ¡Porque estás en tu tierra

desde hace eternidades! ¡Y tu tierra te adora!

¡Exprésate peruano! ¡Exprésate de nuevo!

¡Sé heroicidad, destino…! ¡Levántate! ¡Ya es hora…!

 


4.

 

País donde la fiesta del alma es uno de nuestros principales componentes como lo es en el mundo andino. Fiesta pese a las adversidades. La fiesta que es también síntesis de complejos procesos históricos, sociales y culturales. Pero que es fiesta de adoración y veneración A la naturaleza, y frente a las montañas a veces oscurecidas, a veces coronadas de nieves eternas.

Pueblo indígena que como ningún otro canta y baila dichoso y comunitariamente. Y no encerrados en un salón sino cara al sol, a la luna y las estrellas. Con lo cual compensan toda aflicción por la injusticia, explotación y voracidad de los grupos de poder internos y externos.

Anteponiendo nuestro sentido colectivista de la vida y nuestra capacidad de alegría sana, luminosa que se transparenta en el canto y el baile en la parva, en el campo, en la colina o la hondonada. Fiesta vinculada al trabajo, al regocijo a construir la escuela, la posta médica o el local comunal.

La fiesta del alma es uno de nuestros principales componentes. Bailar por las ilusiones, la lucha de nuestro pueblo y la esperanza que entre nosotros nunca muere. Mundo de fiesta fue y es el factor de resistencia del mundo andino y base del Perú ancestral.

 



Fotos 1, 2, 4 y 5
Jaime Sánchez Lihón

Foto 3
Ruben Lettieri

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