2 de noviembre. El padre Fernando Rojas Morey. / El buen pastor.

2 DE NOVIEMBRE

EL PADRE FERNANDO ROJAS MOREY

BUEN

PASTOR

Danilo Sánchez Lihón

El padre Fernando jugando conmigo con un bastón

Escribe Marco Moncada Farro:

“Amigos, para informarles la situación de nuestro Pastor,

el Padre Fernando Rojas Morey, quien como todos sabemos

ha dedicado toda su vida a proclamar el Amor de Dios y hacer el bien

por intermedio de numerosas obras sociales, a la fecha con 87 años de edad

se encuentra imposibilitado de valerse por sí mismo, motivo por el cual su familia

le brinda los cuidados mínimos para conservar su vida y que ha demandado que

agoten todos sus recursos disponibles y no habiendo a la fecha ningún apoyo

eclesial y tampoco de parte de quien usufructúa los bienes materiales que le

pertenecen, recurro a ustedes para pedirles que compartan este mensaje y

las personas de buena voluntad que con algún medio económico puedan

apoyarlo, por favor lo hagan a la cuenta del Banco Continental BBVA

o Agente, Ahorros 0011 02490200387494 que pertenece a su sobrina

María Isabel Acevedo Rojas; mil gracias por la atención a este pedido”.

El Dr. Luis ciudad Miñano, amigo personal y médico de cabecera

del padre Fernando Rojas Morey, me asegura que ha chequeado

que esta cuenta es legítima de la familia que cuida al padre. DSL.

El ave canta

aunque la rama cruja,

porque conoce

lo que son sus alas.

J. S. Chocano

Rvdo. Fernando Rojas Morey

1. Ya estuvo

en el Paraíso

¿Quién es el padre Fernando Rojas Morey? Lo conozco desde que yo era niño.

Es un ser perteneciente a un mundo límpido y cristalino. Ámbito de guerreros y luchadores, de titanes de nobleza y raigambre sin par.

En él veíamos de niños, y lo vemos igual ahora de adultos, la faz de lo que es un ser auténtico, sin tachaduras ni dobleces. Sin reticencias ni tapujos: ¡Santo!

Él era y es para nosotros: la verdad en todo.

Se transparenta en sus actos que él es un heraldo del cielo, que es alguien que ya estuvo en el Paraíso, y está aquí por alguna razón divina.

Por lo menos sus raíces ya estaban desde antes allí. O allá, para quienes nos sentimos lejos de toda perfección

Y que ha venido a estar aquí para cumplir una misión con nosotros en nombre de Cristo, su Señor; y de Dios, quien es su báculo y su bastión.

Y para que, a través de él, se derrame alguna misericordia hacia nosotros.

Rvdo. Fernando Rojas Morey

2. Enamorado

de lo divino

Lo que más admiro y admiré en el padre Fernando Rojas es su fascinación por lo divino.

Y el enamoramiento por todo lo que es moral. Quien corrige con su ejemplo luminoso lo oscuro del hombre, siendo él diáfano.

Y el amor que enmienda lo salvaje con lo moral. Él no es un predicador de normas o cánones. Los ritos los asume personalmente, pero no los predica ni menos los impone.

Porque es difícil deambular como un ser cotidiano y aspirar a todo lo puro. E ir detrás de todo lo santo. Que por ser así ya no es ir detrás sino adelante y empujado.

Él está, lo estuvo y estará siempre, enamorado de todo lo que es celestial. Y en eso se lo siente como si hubiera nacido para ello.

Pero a la vez se lo constata hacer un esfuerzo supremo, que lo renueva cada día, de ser un apasionado de todo lo que estuviera más cerca de Dios desde el lado humano.

Homenaje de Capulí, Vallejo y su Tierra al padre Fernando

3. La fuerza

de la verdad

Pero un rasgo mayor es que elige la alegría interna, la fortaleza sosegada y la limpidez imposibles de herir, ni siquiera de aprisionar.

Mucho menos de mancillar y en absoluto de vencer: ni con armas, ni con normas. O, lo que es peor, con mandatos, imposiciones o normas. Ni a martillazos, ni con combas, ni palas mecánicas.

¿De dónde recibe la claridad para actuar de manera tan natural y a la vez para ser tan absoluto?

Solo de Dios.

Solo Dios puede permitir a alguien ser tan puro y bello. Tan sacrificado y tajante, al punto de ser pura luz.

Y representar ante nuestros ojos admirados la fuerza de la verdad y los principios acrisolados.

Y Dios se expresa más en lo natural y sencillo. En lo humilde y en los pobres. Que es aquello que don Fernando ha elegido y eligió siempre ser en la vida.