domingo, 29 de noviembre de 2020

29 de noviembre. Clausura del II Congreso Mundial de las Letras Hispanas Miguel de Cervantes y César Vallejo. / Vidas paralelas de dos humanistas.


29 DE NOVIEMBRE 
CLAUSURA DEL II CONGRESO MUNDIAL 
DE LAS LETRAS HISPANAS 
MIGUEL DE CERVANTES Y CÉSAR VALLEJO 

VIDAS PARALELAS 
DE DOS HUMANISTAS 
UNIVERSALES 

Danilo Sánchez Lihón 



Miguel de Cervantes


Hoy culminamos el II Congreso Mundial de las Letras Hispanas Miguel de Cervantes y César Vallejo, certamen inmenso, profuso, inagotable, como un océano. Inabarcable, multánime, agitado, como lo es la historia de España y como lo son ahora las calles del Perú y de América en general agitadas de indignación que nos convoca para volver a restaurar la dignidad, a quienes no la tienen o la han perdido. Humanistas es el primer concepto que quisiera precisar en relación a estos dos grandes escritores de las letras universales, que para escribir partieron desde sus realidades concretas e intransferibles sin copias ni préstamos de ninguna laya.

 

César Vallejo


1.

 No deja de ser exaltante y digno erigir lo humano como la prioridad. Primero en tiempos de mercancía y cosificación en que ha sucumbido el mundo moderno. En tiempos del dinero mal concebido y mucho peor: mal utilizado, si es que no es dinero mal habido como está ocurriendo en las altas esferas de la política y la sociedad.

En tiempos de máquinas, de teclas, botones y chips, y de tecnología hacia lo vano e inútil, hacia lo vacío e intrascendente. Qué bueno en este panorama traer a Cervantes y Vallejo en estos tiempos en que hemos erigido lo trivial como trascendente y lo trascendente le hemos dado el puesto y el rol de representar lo trivial, como es el arte, la cultura y el espíritu.

Qué importante hablar de humanismo en tiempos del covid 19 y de pandemia generalizada que es raro que no se sepa ¡qué es!, ¡dónde nace y se origina!, aspecto en donde no hay duda que mucho se oculta, apaña y se calla bajo siete llaves.

¿Qué alentamos desde Asorbaex en estos tiempos aciagos? ¿Tiempos turbulentos, tiempos en que el ser del hombre se siente estremecido, amenazado y su vida peligra? ¿En que muchos han muerto y otros estamos en amenaza constante? Tiempos en que hay miedo. El miedo primitivo, ¡cerval!,, aquel que eriza la piel y revuelve la sangre. El miedo individual y de la especie. El miedo al desamparo, a la muerte. Mundo inseguro que parece haber perdido el rumbo. Por eso, qué importante alentar en estos tiempos el humanismo.

 

El Quijote y Sancho, de Picasso


2.

 Humanismo en su consideración más simple, cuyo asunto, tema o consideración es el ser humano, el hombre real y concreto que no deja de ser un misterio irresoluble, un arcano indescifrable; en conjunto, pero también en lo que es cada hombre individual. Humanismo definido como actitud en que el ser humano es el centro de todo.

Porque no vamos aquí a definir ni elucubrar sobre lo que es el humanismo en sentido erudito aspecto en que también hemos caído. Porque revísese cualquier enciclopedia o tratado sobre este tema para naufragar en un mar de tendencias, escuelas, posiciones, citas y autores que lo que más logran es confundirnos remitiéndonos a la ilustración, al renacimiento y hasta el medioevo de la civilización humana.

Enrevesando también el humanismo que debiera ser lo más simple y sencillo de entender, y que se lo ha embrollado, confundido y finalmente contaminado. Humanismo que aquí lo entendemos como un regreso a las fuentes de lo humano, a lo humano simple, a la esencia del ser. La del hombre en su esencia. Humanismo del hombre en carne y hueso, pero aspirando al bien, a la verdad y a la belleza.

Que sabe o intuye lo que es la verdad pero que no la dice o la esconde porque por ella puede ir preso o su vida amenaza. Humanismo que es simple, natural, sin afeites ni ropajes. Que pese a que El Quijote es un ícono y un héroe es un hombre simple, que zurce sus medias y calcetines.

Como Vallejo desde América que llora y tiempla su espíritu. Hombre al punto de prestarse los zapatos con sus amigos para que uno de ellos salga a la calle y los otros se queden porque son los únicos zapatos que tienen. Zapatos de hombres peregrinos, caminantes, de guerreros en mil batallas morales de este y otros siglos.

 

"El dolor crece en el mundo"


3.

 Cervantes y Vallejo con quienes no hay nadie que no se identifique; que no sienta devoción y cariño sincero, honesto al punto de a ellos consagrar sus vidas. Representando Cervantes el bien frente al mal. La transparencia frente a la hipocresía, lo popular frente a lo palaciego. En Vallejo la solidaridad frente a la indolencia. Y la fraternidad frente al dolor.

Los dos con su mensaje humanístico auténtico. A quienes recurrimos como los seres más representativos de nuestras culturas y lengua. A Miguel de Cervantes por ser lo que es en la prosa y la narrativa. A César Vallejo en la poesía, eje que integran los dos y que resulta dialéctico. Cervantes allende los mares, en tierras de Castilla.

César Vallejo allende las cumbres y bajíos en tierras de Santiago de Chuco. Cervantes representado en la persona de El Quijote. Y Vallejo en la persona de sí mismo. Ambos hablándole al género humano de este y otros tiempos, presentes, pasados y futuros. En el Quijote el ser humano cargado en su interior de creencias. O de dudas en el caso de Sancho.

El Quijote lleno de fe que no importa que las circunstancias desmientan. Imbuido de cariños e ideales que la realidad le golpeen con toda su crueldad en el rostro. Acompañado frecuentemente de burlas, dándose de bruces contra los molinos de viento.

 

Lucy Carlosama, presidenta de Asorbaex


4.

 Creyendo en todo y no creyéndole a él casi nadie, salvo Sancho que representa el pueblo fervoroso anónimo al cual muchas veces y frecuentemente le negamos sitio en la mesa.

Asumiendo esta vida que es lábil; y tomándola en serio. Enseñando siempre, hasta a la dureza de las piedras. Y a lo que no aprende ni siente nada.

Cervantes cargado de deudas, de incomprensión y sinrazones de tribunales, de jueces y alguaciles, tanto que uno se pregunta:

¿Por qué España tiene el estigma de haber cargado de cadenas y estigmas a sus mejores hijos incluyendo a sus mártires y santos, como también maltratado a hijos ajenos que murieron defendiendo a lo mejor de su pueblo? Cervantes hablando consigo mismo, porque todo eso es Don Quijote, un hablar consigo mismo, prueba de que lo hizo en la cárcel de Sevilla.

Y eso mismo es César Vallejo, un hablar consigo mismo. Un César Vallejo diciendo por humildad que sus huesos tal vez son ajenos. Que tal vez él los robó. Y que, si no tomara ese café, tal vez otro pobre lo tomaría por él. César Vallejo que se dispara y repercute hombre heroico y honesto.

 

Exponiendo desde Alcalá de Henares


5.

 Vallejo yéndose a París, a Madrid y a Moscú y Cervantes viniendo a Potosí en el Alto Perú, al menos en anhelo, en sueños y en la carta de su petición al Rey. Vallejo muerto de nostalgia, sentado en una banca solitaria en Montmartre. Y en el amanecer ahora de todos los días de París.

Vallejo convirtiéndose de niño mimado y de hermano querido en un militante y en un peregrino mísero, cuando todos se afanan en ser ricos y poderosos. Él eligiendo la causa del marginal, del pobre y del desgraciado, despojándose de todo, no importándole el genio y el talento que Dios le había dado, eligiendo ser más bien solidario y abrazarse incluso, como lo dijo, al cadáver de un camino.

Cervantes y Vallejo son quienes más han ahondado en lo humano bajando a los entresijos del alma humana, pero no de manera cruel, sino para empapar todo ello de fe, de esperanza, de fervor y heroísmo, convencido del destino superior de la especie humana como sociedad y como entelequia. Quienes junto a Jesús son quienes más nos prodigan esperanzas en un mañana mejor forjado con el esfuerzo de todos y en el destino trascendente del hombre sobre la faz de la tierra. Termino con estos versos de César Vallejo, que dicen así:

pelear por todos y pelear

para que el individuo sea un hombre,

para que los señores sean hombres,

para que todo el mundo sea un hombre, y para

que hasta los animales sean hombres,

el caballo, un hombre,

el reptil, un hombre,

el buitre, un hombre honesto,

la mosca, un hombre, y el olivo, un hombre

y hasta el ribazo, un hombre

y el mismo cielo, todo un hombrecito!

 

 

*****

 

Los textos anteriores pueden ser

reproducidos, publicados y difundidos

citando autor y fuente

 

dsanchezlihon@aol.com

danilosanchezlihon@gmail.com

 

Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:

Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com

Editorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.com

Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe

Ediciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.com

Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es

 

  *****

DIRECCIÓN EN FACEBOOK

HACER CLIC AQUÍ:

 

https://www.facebook.com/capulivallejo

 

*****

 

Teléfonos:

393-5196 / 99773-9575

 

Si no desea seguir recibiendo estos envíos

le rogamos, por favor, hacérnoslo saber. 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario