18 DE
DICIEMBRE
EL TIEMPO
A TRAVÉS
DEL CALENDARIO
Danilo Sánchez Lihón
El intihuatana, o reloj solar, en Machu Picchu
1.
En la antigüedad el hombre miraba hacia lo alto pretendiendo leer en el
firmamento señales de los misteriosos designios de los dioses sobre el tiempo
que afectaba su propio destino.
Pero también, ya en otra dimensión, el tiempo afectaba el destino de la
comunidad, el del conglomerado social, el de la historia humana y hasta el
devenir del universo y del cosmos, involucrando al conjunto de la naturaleza,
incluyendo animales y plantas.
Desde entonces el ser humano sintió la necesidad de una pauta temporal
para organizar su vida, y comprendió que lograría este propósito a través de la
observación de la majestuosa inmensidad de los cielos, de sus movimientos
regulares, de la distribución de los períodos de luz, de penumbra y de sombra,
u oscuridad.
Para la marcación y medición continua y regular del tiempo se idearon
diversos instrumentos y aparatos, desde el reloj solar de los Incas, pasando
por los relojes de arena hasta llegar a los relojes mecánicos y electrónicos de
hoy en día.
El calendario incaico
2.
Así también surgieron los calendarios y la división del tiempo en años,
meses, semanas y días, tomando siempre como base los movimientos aparentes del
sol y las revoluciones de la luna alrededor de la tierra y el movimiento de las
constelaciones y de todo el universo en su conjunto.
La cabalidad y precisión con que se sujetaría al principio de la medida
que había adoptado le demostraría al hombre a lo largo de su historia que era
fundamental para regir sus usos y costumbres. Y para poder trabajar
coordinadamente con los demás.
En este contexto lo primero que es interesante destacar es que el cómputo
del tiempo en las grandes culturas originarias de nuestra América, antes de que
fuera descubierta por Colón, había alcanzado entre incas, mayas y aztecas una
precisión admirable, donde la duración del año se computaba en 365 días y seis
horas, menos algunos minutos, sobrepasando en exactitud al calendario europeo
de la época.
El Inti Raymi o fiesta del sol
3.
Los incas, en base al calendario regularon los procesos agrícolas como el
calendario de efemérides, así como sus grandes festividades.
En donde se cultivó la música y la danza como expresiones mágico
religiosas de veneración a la prodigalidad de la naturaleza.
Admira, en tal aspecto, la rigurosidad de la coincidencia de toda su
organización con el movimiento de los astros y cuerpos celeste, lo que ha dado
como reconocimiento a que eran grandes científicos en el conocimiento de los
secretos astronómicos.
Admira, como característica de la cultura incaica, la reproducción exacta
que se hace hasta en las construcciones arquitectónicas, como ocurre en Machu
Picchu, con los ciclos astronómicos y la rotación de las estrellas.
El calendario regía las actividades agrícolas
4.
Según las crónicas de los conquistadores españoles, en Cuzco, la capital
del imperio Inca, existía un imponente calendario solar de carácter público, el
cual estaba constituido de pilares de 5 metros de altura, cada uno. Los
pobladores podían establecer la fecha, por la extrapolación visual de los
pilares hacia el horizonte.
Las fiestas más importantes eran celebradas en los meses de diciembre,
junio y septiembre. Correspondía, respectivamente, a la Fiesta de Huarachico,
diciembre; a la fiesta del Inca y el Sol, junio (Inti Raymi) y a la fiesta de
la Coya y la luna, septiembre.
El Inti Raymi o Fiesta del Sol, celebrada en junio, permitía al Inca
desempeñar sus funciones religiosas de intermediario entre la tierra y los
poderes celestes. Se hacían numerosos sacrificios.
Según los estudiosos de la Civilización Inca, el calendario utilizado por
los antiguos peruanos era el siguiente:
Se observaban los fenómenos atmosféricos
5.
Raymi, o diciembre. Gran pascua del Sol,
Huarachicuy.
Camay, o enero. Penitencias y ayunos de los incas.
Jatunpucuy, o febrero. Mes de las flores en el cual
se realizaban sacrificios con enormes cantidades de oro y plata.
Pachapucuy, o marzo. Mes de la lluvia, se
sacrificaban animales.
Arihuaquis. o abril. Maduración del maíz y la papa
(principales alimentos del pueblo inca)
Jatuncusqui, o mayo. Mes de la cosecha.
Aucaycusqui, o junio. Fiesta en honor al dios Sol
(Inti Raymi), coincide con el solsticio de invierno.
Chaguahuarquis, o julio. Mes en el que se llevaba a
cabo la repartición de las tierras, y la preparación para la siembra.
Yapaquis, o agosto. Mes de la siembra.
Coyarraimi, o septiembre. Fiesta en honor a la Coya
(reina), y para expulsar a los malos espíritus y las enfermedades.
Humarraimi, u octubre. Época para la invocación de
las lluvias.
Ayamarca, o noviembre. Tiempo de rendir culto a los muertos.
Los calendarios rigen la vida cotidiana
6.
En la cultura occidental el calendario egipcio es el primero de que se
tiene noticias y su antigüedad data del año 4,236 antes de Jesús.
Se reguló primero por la aparición de la brillante estrella Sirius en el
cielo del amanecer y luego, por el sol.
A partir de estas observaciones los egipcios establecieron un calendario
de extraordinaria exactitud de 365 días, dividido en 12 meses de 30 días cada
uno, con un agregado de 5 días al final de cada año.
De esa manera se ha ordenado el tiempo, fluyente e inasible, con tino y
sabiduría a fin de tener una vida más afortunada, feliz, plena y más dotada de
sentido.
También por tal razón hagamos del tiempo un instrumento para construir un
mundo mejor, en el sentido de más humano, y ojalá que más divino.
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