martes, 19 de enero de 2021

19 de enero. Nace el poeta Javier Heraud. / Luz que brota de sus heridas.


19 DE ENERO 
NACE  EL POETA JAVIER HERAUD 

LUZ 
QUE BROTA 
DE SUS HERIDAS 

Danilo Sánchez Lihón 

 

Javier Heraud


1. Pregunta

un niño

 

– Si fuera tan amable, ¡un cigarrillo, por favor!

– ¿Cómo? Este aún está vivo. Creía que estaba muerto. Y todavía pide un cigarro. Remátalo de una vez.

– Déjelo, mi capitán. Déjelo nomás; de todos modos, va a morir.

– Entonces lo remato yo. –Y saca su pistola.

– Déjelo. –Lo dice por compasión el policía. Y arguyó–. Nos puede ser útil por la información que podemos sacarle.

Esto fue lo que convenció al capitán y salvó a Alain Elías. Es ya la una y veinte de la tarde del día 15 de mayo de 1963 y la cacería ha durado hora y media. El sol resplandece, pero en el alma hay frío, oscuridad y silencio.

En cambio, llegado a la fiscalía el cuerpo del poeta Javier Heraud es tirado al suelo. Y ahora lo arrastran y lo arrojan sobre una losa. Los principales del lugar sonríen orondos y satisfechos poniendo a descansar sus rifles, algunos con las culatas en el suelo y otros sosteniéndolos en sus hombros.

– Y ¿por qué lo han matado así, papá? –Pregunta un niño mirándolo, quien a sus ocho años ha presenciado en Puerto Maldonado todo el operativo y la expiación.

– Porque son guerrilleros comunistas.

– Y, ¿qué es un guerrillero comunista?

– ¡Un bandido, enemigo de la sociedad!

 

Puerto Maldonado, donde es abaleado y muere


2. Cruzó

el puente

 

Cuando se preparaban en Cuba para iniciar la lucha armada en América Latina, al poeta Pedro Morote se le distendió el tendón de Aquiles y se le hinchó el pie de tal manera que ya no podía caminar, ni siquiera asentar el pie en el suelo. En la subida del pico Turquino, el más alto de Cuba, hay un río que atravesarlo significa tomar el juramento y la decisión final de hacerse guerrillero de alma. Muchos se detienen allí para decidir. De cada agrupamiento varios se quedan. Pedro Morote se sentó adolorido en la rivera. Se acercó Javier, sin desmontar su mochila ni desprenderse de su armamento, y le dijo, porque lo quería:

– Pedro, tienes que seguir.

Este le enseñó su tobillo rojo, hinchado y a punto de reventar. Y le respondió:

– Javier, si tú sintieras el dolor que yo siento te quedarías aquí.

Javier Heraud descargó su equipaje, se quitó la bota y le mostró la planta del pie que era una llaga purulenta. Tenía destrozada gran parte de la piel, en carne viva y bañada en sangre. Era una herida horrorosa. Se volvió a poner la media, se volvió a poner la bota, y sin decir nada cruzó el puente. Pedro se levantó, pisó el suelo con firmeza y siguió detrás de él.

Porque ha circulado la tesis sosteniendo que fue engañado y no sabía a qué lo enviaban. ¡No! La convicción de Javier Heraud de hacerse guerrillero fue clara y contundente, porque quienes habían decidido serlo, realizaban un entrenamiento agotador en Sierra Maestra, aprendiendo manejo de armas, estrategia militar, marchas sacrificadas cargando pertrechos de guerra y una mochila de campaña. Para ello había que tener mucho coraje y un convencimiento cabal y pleno. Y no cualquiera se arriesgó. Él sí, con toda lucidez y convicción.

 


La Habana, Cuba, a donde viaja

3. La esperanza

de la patria

 

Y he aquí esta carta de Javier Heraud, publicada muchos años después de su muerte, que encargó a la esposa de Abraham Lama, compañero de combate, con el siguiente acuerdo: que si no pasaba nada la guardaba, y si moría ella se comprometía a entregarla personalmente a su madre. Y que ya entregada la madre guardó amorosamente sin darla a luz, donde le dice:

Querida madre: No sé cuándo podrás leer esta carta. Si la lees quiere decir que algo ha sucedido… y que ya no podré saludarte y abrazarte como siempre. ¡Si supieras cuánto te amo! ¡Si supieras que ahora que me dispongo a salir de Cuba para entrar en mi patria y abrir un frente guerrillero pienso más que nunca en ti, en mi padre, en mis hermanos tan queridos!

Voy a la guerra por la alegría, por mi patria, por el amor que te tengo, por todo, en fin. No me guardes rencor si algo me pasa. Yo hubiese querido vivir para agradecerte lo que has hecho por mí, pero no podría vivir sin servir a mi pueblo y a mi patria. Eso tú bien lo sabes, y tú me criaste honrado y justo, amante de la verdad, de la justicia...

Porque sé que mi patria cambiará, sé que tú también te hallarás dichosa y feliz, en compañía de mi padre amado y de mis hermanos. Y que mi vacío se llenará pronto con la alegría y la esperanza de la patria.  

Te besa Tu hijo Javier

 

Javier Heraud y su hermana Cecilia


4. La alzaba

en sus brazos

 

Y cuenta Cecilia Heraud, su hermana:

Generalmente después de almorzar pasaba horas en su cuarto leyendo o escribiendo. Hacia las cinco o seis de la tarde, solía bajar las escaleras rápido y haciendo mucha bulla. Gritaba:

"–Vieja, mi lonche"...

Entonces, la alzaba en sus brazos fuertes y la paseaba por la casa. Ella gritaba, lo amenazaba, se hacía la molesta, pero en verdad, se sentía encantada. Era el único que podía cargarla y sé que hasta ahora extraña esos juegos.

La llevaba cargada a la cocina, cuando estaba de buen humor, y nos sentábamos en la mesa del repostero y conversábamos mientras mamá nos servía el café con leche, el budín con miel que ella nos preparaba, los panes con mantequilla o los bizcochos que compraba al panadero que pasaba a las cuatro con su carretilla blanca llena de pan caliente.

Después le daba un beso a mamá y salía para regresar a veces a comer, otras veces muy tarde.

 

Javier Heraud



5. Diálogo

de zorros

 

Allí termina Cecilia, y yo compuse este diálogo entre zorros:

Zorro de arriba: –Era el poeta más sobresaliente de su generación. De palabra simple, transparente, visionaria. Había escrito: “Yo no me / río de / la muerte. / Sucede / simple- / mente, / que no / tengo miedo / de morir entre / pájaros / y árboles.”

Zorro de abajo: –¡En realidad no sabían a quién mataban aquel mediodía!

Zorro de arriba: –¡Sí, sabían a quién mataban! Porque participaron todos los principales del pueblo, los ricos, los que tienen el poder. ¡Todos los que ven peligrar sus intereses! Ellos azuzaron al pueblo.

Zorro de abajo: –Es una muerte inútil, de un ser valioso.

Zorro de arriba: –¡Oye Zorro de abajo, ladino y vil! ¿Qué te crees? Que primero alabas para luego deformar las cosas. Reivindiquemos lo que parece fallido. La muerte de Javier es una semilla de luz. Encuentro más sentido en todo lo que aparentemente está perdido que en aquello en donde hay un aparente éxito.

Zorro de abajo: –¡Pobre su familia! ¿Es necesaria tanta violencia?

Zorro de arriba: –¡Hay seres que ya no pertenecen a una familia, zorro! Sino que nos pertenecen a todos. Hay seres que duelen, permanentemente. Son seres símbolo. Pero es la luz de nuestra esperanza, que la calandria, el cielo y las estrellas lo guardan en lo más hondo de sus corazones. Y la violencia no es nuestra sino de los opresores. Si no, para saberlo he aquí esta carta:

 

Con Cecilia Heraud en el Aula Capulí


6. Con balas

de cacería de fieras

 

Carta del padre del poeta, dirigida al director del diario La Prensa.

Señor Pedro Beltrán:

El sacrificio de mi hijo Javier ha sumido a mi familia en el más profundo desconsuelo, tanto por la forma como ha desaparecido como por la pérdida de una promesa para la cultura y el pensamiento de mi patria.

Pero mi pena, con ser insondable, se ha agrandado más aún al saber que mi hijo, que había ido allá urgido por un ideal, arrostrando los más graves peligros con el más absoluto desinterés, había sido víctima de una cacería inhumana. Cuando, inerme en una canoa de tronco de árbol, desnudo y sin armas en medio del río Madre de Dios, a la deriva, sin remos, mi hijo pudo ser detenido sin necesidad de disparos, más aún por cuanto, su compañero, había enarbolado un trapo blanco. No obstante, eso, la policía y los civiles a quienes se azuzó les disparaban sobre seguro, desde lo alto del río, durante hora y media, inclusive con balas de cacería de fieras.

Una bala explosiva había abierto un boquete enorme a la altura del estómago de mi infortunado hijo y muchas balas más se habían abatido sobre el cadáver de mi hijo que, con sus 21 años y sus ilusiones, había tratado de hacer una incitación para que cesen los males que, según él, debían desterrarse de nuestra patria. 

 

Ciudad de Lima donde nace Javier Heraud


7. Epílogo.

Por eso, niños

 

Por eso niños, es bueno que esta historia la conozcan tal como fue, en cada detalle, en donde se puede ver el ideal de un ser prístino y generoso. Y los males que aún subsisten, que están vigentes y en nada han cambiado.

Javier murió entre dos espejos de agua, hundido en un leño calado, convertido primero en canoa y ahora en árbol que se eleva inhiesto, para que lo tengamos muy en cuenta en nuestras vidas.

Él amó mucho su casa, su familia y a sus hermanos, como todos nosotros. Y todo lo dejó, por legarnos una patria digna. No era pobre pero tampoco era rico. Su padre era maestro y en su casa todos tenían que trabajar para poder sostenerse.

Pero con igual amor adoraba a su pueblo y no quería que en él hubiera miseria. Todo lo dejó por cambiarlo y redimirlo, aún cautivo de males aberrantes e infames. Nosotros tenemos que decirle:

Javier, no te defraudaremos, nuestro país aún hecho llaga y harapo lo transformaremos con arrojo, con cariño y valentía como tú nos lo enseñaste.

Tu vida nos inspira a ser verdaderos, a ser personas con compromiso, y aquel país que soñaste advendrá por mano nuestra, porque es la luz que brota de tus heridas, del brillo de su ausencia, aquel país hermoso como una espada en el aire.

Te lo prometemos y juramos, Javier, hermano del alma.

 

*****

 Los textos anteriores pueden ser

reproducidos, publicados y difundidos

citando autor y fuente

 dsanchezlihon@aol.com

danilosanchezlihon@gmail.com

 Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:

Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com

Editorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.com

Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe

Ediciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.com

Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es

   *****

DIRECCIÓN EN FACEBOOK

HACER CLIC AQUÍ:

 https://www.facebook.com/capulivallejo

 *****

 Teléfonos:

393-5196 / 99773-9575

 Si no desea seguir recibiendo estos envíos

le rogamos, por favor, hacérnoslo saber.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario