miércoles, 20 de enero de 2021

20 de enero. Fundación de Huaraz. 1574. / Ternura en ovillos de luna. Perfil de Rosa Cerna Guardia.


20 DE ENERO 
FUNDACIÓN DE HUARAZ, 1574 

TERNURA 
EN OVILLOS 
DE LUNA 
PERFIL DE ROSA CERNA GUARDIA 

Danilo Sánchez Lihón 

 


Rosa Cerna Guardia


1. plenas

de sabiduría

 

El libro por el cual es mayormente célebre la escritora nacida en Huaraz, Rosa Cerna Guardia, es “Los días de Carbón”, historia entrañable que sigue las aventuras de una niña y su perrito que es tan negro como el carbón, referencia de la cual deriva su nombre.

Donde la narración fluye en una trama clara y directa que va presentando la visión de una protagonista tierna.

Y quien madura con cada suceso que le ocurre en compañía de su perro y en íntima relación con la naturaleza y con el ambiente en que vive.

Esta obra constituye así una fidedigna expresión de los paisajes, de los hombres, de las cosas, de las costumbres, de toda la vida de un pueblo de la cordillera andina, como es Huaraz.

Región donde florecieron culturas como los Huaris y Chavines que han dejado manifestaciones asombrosas en el ámbito de la cosmovisión del mundo, del arte y de la cultura, plenas de sabiduría.

 


Parte alta de Huaraz y el Huascarán

2. Noche oscura

en que llegó

 

He aquí unos párrafos de “Los días de Carbón”:

Carbón es negro como la   noche. Me lo trajo mi padre una tarde de lluvia bajo el poncho y me lo echó a los pies como si me tirara un copo de lana negra, tibia y esponjosa, mientras mi madre calentaba la comida y el agua resbalaba en los tejados.

Apenas cabía en la palma de mis manos.

No se movió. Estaba aterido. Sólo su hociquito húmedo, ansioso de comida, cambió de sitio.

Afuera tronaban los rayos y parecían meterse dentro de la casa. Lo escondí entre los pliegues de mi falda después que tomó |u sopa y ambos nos quedamos dormidos junto al fuego.

Me parece que en sueños le puse el nombre de Carbón. ¿Qué nombre podía quedarle más a tono con su tamaño, su forma y noche oscura en que llegó?

 


Rosa Cerna Guardia

3. Una flor

de cuentos

 

Otra obra representativa de Rosa Cerna es Una flor de cuentos, conjunto de variados relatos amenos e interesantes, tanto para niños y jóvenes como también para adultos.

Como su nombre lo indica, tienen en la belleza y la armonía su eje central, donde la prosa es armoniosa y delicada, lo que hace que los relatos sean excelentes para animar un plan lector.

Tiene todos los matices: la leyenda, la fantasía, la picardía, el romance.

Los cuentos son siempre relatos de hechos o asuntos pasados, reales o imaginarios. Hay en nuestra habla popular expresiones como: "No me vengas con ese cuento" y "Anda con ese hueso (cuento) a otra parte". Pero esta no es la respuesta que espero ruando te anuncie que hay una flor de cuentos para ti, porque como sé que te gustan los cuentos los he escrito con mucho cariño.

 


Parte alta de Huaraz y el Huascarán

4. Desde

el alba

 

Los cuentos son cuentos porque son asuntos pasados, algunos tan distantes que se pierden en el tiempo, otros no tanto; es más, pueden haber sucedido recién hace unos segundos o no haber sucedido nunca, y solo existen en la mente o imaginación del autor.

En Una flor de cuentos encontrarás la fantasía, el ángel, el misterio, la picardía, la aventura, el asombro, el romance, el secreto, la ficción o la realidad que hay en nuestra tradición. Mi deseo es que al ir descubriendo su encanto te conviertas en mi nuevo narrador de cuentos.

Otros títulos de esta autora son: “Tataramundo” y “Al alcance de los niños 1 y 2”, que constituyen una maravillosa recolección del folclore literario de su tierra; y “La alforja del jorobado”.

Rosa Cerna es autora también de poemarios como “Imágenes en el agua”, “Figuras del tiempo”, “El mar y las montañas” y “Desde el alba”. Y de acertadas antologías como: “Los niños del Perú y sus poetas”. 

 


Cordillera Blanca


5. Aquel

altar

 

Invitados por la embajada de Francia en Lima a fin de homenajear a François Fauces, director de la Editorial Le Pere Castor - Flammarion presente en el Perú por esos días.

Participamos varios escritores en un coloquio denominado Esposition Litterature pour Enfants, que se realizó en el señorial local de la Librería Studium, situado en la recoleta Plaza Francia, entre el 6 y 14 de octubre del año 1983.

La moda en esos momentos era hacer una separación drástica entre literatura y todo lo que fuera educación, aludiendo a que lo que más hacía daño al arte era el “pedagogismo” y que aquel altar de lo estético se pudiera contaminar con la escuela.

Casi todos los expositores incidían en señalar este aspecto como si el mal, o la adverso para el arte proviniera de las instituciones educativas, o desde los maestros, o de quienes tuvieran la debilidad de querer enseñar a través de la literatura.

 


Cordillera Blanca al atardecer

6. El mejor

signo

 

Al final de la jornada le tocaba participar a Rosa Cerna Guardia, la misma que sin aspavientos era y es la mejor escritora de literatura para niños.

Laureada con los premios IBBY de Chile, Lazarillo de España, como con los primeros puestos en los premios: “José María Eguren” y “Juan Volatín” del Perú.

– Bueno, –empezó diciendo, sin querer alardear y con sincera humildad–, yo escribo mis cuentos en la pizarra, delante de mis niños y en el aula de clases.

Frases que echaron un balde de agua fría a tanta impostura, y que no solo constituían una cátedra, sino que señala el mejor signo de la literatura infantil en el Perú.

Y cuál es que como ninguna otra en el mundo la nuestra está ligada a la escuela, al noble ejercicio de formar valores y a educar.

 

Homenaje a Rosa Cerna, ella al centro, en al Aula Capulí


7. Alma

de niña

 

Me obsequió para el Museo de la Fantasía que tengo en mi casa una obra de arte preciosa como es un baulito en forma de libro conteniendo una pajarita de lata como aquellas que Margarita en “La niña de las trenzas azules” soplaba bajo las alas y les daba vida.

Ya en otro artículo he escrito cómo ella coleccionaba zapatitos de vidrio, de murano, de madera. Zapatitos mínimos en esculturas que estaban por todos lados en los estantes, repisas o puestos sobre las mesas en su casa de Barranco. Veneraba estos objetos porque le daban miedo los caminos.

Era supersticiosa y el final coleccionaba caídas. Siempre le llegaba la noticia de que alguien se había caído, tropezando en una piedra, en una vereda o cruzando la calle. Y me llamaba condolida:

– Danilo, se ha caído Matilde… se ha caído Carmencita… se ha caído Esther…

Indudablemente, hay una relación entre los zapatitos y las caídas en esta mujer candorosa, ingenua y asustadiza; demasiado pura, y quien conservó inmarcesible su alma de niña.

 

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1 comentario:

  1. Gracias por darnos a conocer a la Gran escritora de niños, Rosa Cerna Guardia. Dónde adquirir "Los Dias de Carbón"?

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