Mi padre se despierta
– Aquí, en nuestro jardín sería bueno tener una planta
de jazmín.
– ¡Claro! Y que al atardecer con su perfume arome toda
nuestra casa. ¡Ah!
– Y es un olor tan sublime que con él pareciera que
nos elevamos al cielo.
– Como con el incienso.
– Sí. Cierto
– ¿Y saben por qué es así? Y, ¿por qué su fragancia se
expande a esa hora en que ya están cayendo las sombras de la noche?
– No. No sabemos
– ¡Porque fue a esa hora que a esa planta la bendijo
la Virgen María!
– ¿Así? ¡Cómo fue! ¡Cuéntanos la historia, por favor!
2.
– Les contaré, y es así:
La virgen María, el niño Jesús y José, huían de Herodes
desde Belén donde nació Jesús e iban con rumbo a Egipto.
Y lo hacían acompañados de un burrito que montaba la
Virgen convaleciente, llevando en sus brazos al salvador del mundo.
Al principio avanzaron a trote lento, pero luego la canícula
del desierto y la sed los fue cansando ya en el camino.
Disminuyeron sus fuerzas, y el avance se hizo lento, calmado
y agobiante.
Fue en esa circunstancia cuando José recibe el anuncio
del ángel encomendado en guiarles.
Quien le advierte que se acercaba un pelotón de soldados
de Herodes que buscaban a todo niño menor de dos años para matarlo.
Planta de jazmín
3.
José en el desierto no encuentra ningún sitio en donde
refugiar a su familia, y siente que los soldados ya se acercaban.
Su angustia era grande, cuando ve por casualidad que
en un recodo hay una plantita que cuelga de una piedra.
Ya oye el galopar de los caballos, y le dice a María:
– Tú, el niño y el burrito escóndanse cuanto puedan
bajo esa planta. Yo me quedo solo en el camino, como si fuera un viandante.
Sin apearse del burrito la Virgen y el niño se esconden.
Pero la planta es enjuta, chiquita y casi nada les oculta de cualquier vista
exterior. Y entonces le ruega la virgen:
– ¡Planta bendita, estira tus ramas y escóndenos!
Y la planta extiende cuanto puede su ramaje y los cubre
de alguna manera, con todo su esfuerzo y su follaje.
4.
Llegan los soldados al recodo. Y solo ven a un
campesino de aspecto pobre e inofensivo caminando por el sendero.
Lo miran despectivos y a quien ni siquiera los anima a
preguntarle nada.
Eso sí, les llamó la atención el que allí, en la
aridez de ese sitio, hubiera una planta tan coposa, donde el tronco y las
raíces del vegetal se parecieran a las patas de un burrito.
Y prosiguieron su marcha feroz.
Cuando desaparecieron, y ya estuvieron lejos, la
Virgen bendijo a la planta, diciendo:
– Por habernos protegido a toda mi familia siempre a
esta hora, por haber salvado a mi hijo, exhalarás un intenso perfume que es el
mismo que hay en el paraíso.
5.
Y la Virgen justo en aquel instante, que era casi al
anochecer, la planta emitió su primer vahído de perfume celestial.
Y mirando al burrito y a la vez a la planta, volvió a
hablar, diciendo:
– Y tus flores serán blancas como el alma del burrito,
quien comprendiendo el peligro ha permanecido quieto y sin moverse cuando los
soldados miraban.
Y en ese mismo instante la planta se llenó de una
cascada de flores blancas, consagrando para siempre el alma blanca del burrito
que los acompañaba.
Y, por último, dijo la Virgen:
– Y te llamarás jazmín, que quiere decir: “Lo que
protege y salva en el camino”.
Y siguieron ya en la noche cerrada su viaje a Egipto,
huyendo de Herodes y sus soldados.
Planta de jazmín
6.
– Qué linda historia que has contado
mamá, pero yo quisiera señalar un rasgo en ella, que para mí resalta y que lo
considero muy importante.
– ¿Sí? ¿Y, cuál es?
– Que en este relato se muestra y
presenta que lo opuesto a la violencia no es la paz sino el compromiso. O no es
la paz que muchas veces se identifica con la imparcialidad y lo neutral.
– Y hasta con la inacción. Porque
pareciera imponerse la idea de que la paz es no involucrarse en problemas o de
evitarlos. –Aduce la hermana que ya cursa el quinto de media.
– Claro. Porque a veces la paz se confunde con
quietud, con no intervención, con dejar hacer y pasar, con el no asumir
problemas. Como cuando se dice: “¡Déjenme en paz! Y que no es lo que nosotros
quisiéramos aludir con el concepto paz, ni menos cultivar.
– En cambio, de esta historia se desprende que lo
opuesto a la violencia es determinarse en hacer el bien, arriesgando y
esforzándose al máximo, como hizo la planta de jazmín.
El autor y los jazmines
7.
– Pero en el cuento hay otro rasgo
interesante, cuál es que la belleza es producto de las acciones generosas. Y
esto hay que enfatizarlo precisamente entre los jóvenes que más atracción
sienten por lucir y aparecer bien.
– De acuerdo. Aquí el aroma
exquisito y sublime del jazmín es por una acción valiente y hasta heroica.
– Y que es asumir un problema y
jugar un rol en un trance difícil.
– Donde la belleza de la flor no es
producto de afeites, ni de adornos ni de oropeles, sino que es una cualidad
vinculada a la ética.
– Claro. Donde la belleza no es
superficial, sino que surge de las virtudes y de las cualidades de las
personas.
– Así como la paz no surge de la
indiferencia sino del compromiso, la belleza surge del coraje y de los valores.
– Cierto, hijos. La paz, que ustedes han unido a otra virtud
que es la belleza es iniciativa, compromiso y militancia con los valores más
supremos. Y de ello se desprende.
reproducidos, publicados y difundidos
citando autor y fuente
danilosanchezlihon@gmail.com
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Editorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.com
Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
Ediciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.com
Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es
DIRECCIÓN EN FACEBOOK
HACER CLIC AQUÍ:
393-5196 / 99773-9575
le rogamos, por favor, hacérnoslo saber.
No hay comentarios:
Publicar un comentario