miércoles, 24 de febrero de 2021

24 de febrero. La libertad en César Vallejo.


24 DE FEBRERO

LA LIBERTAD
EN CÉSAR
VALLEJO

Danilo Sánchez Lihón



César Vallejo



1. Libertad
en la poesía

 El día 26 de febrero es un día simbólico en relación a la libertad de César Vallejo, puesto que un día como aquel el fiscal suplente del tribunal de Trujillo, el Dr. Francisco Quiroz Vega firmó el dictamen que disponía su libertad. Cédula que literalmente fue arrebatada de sus manos por los compañeros de César Vallejo, quienes estaban pendientes y en permanente alerta, ejerciendo presión para que se liberara al poeta.

A partir de entonces, así como César Vallejo simboliza el anhelo de justicia social y representa conmovedoramente la solidaridad humana. Es también epígono y portaestandarte de la libertad que ese día tiene su eje y vibración mayor en el calendario del alma que todo peruano debería conmemorar de manera ungida y fervorosa.

Ahora bien, el concepto de libertad en César Vallejo lógicamente trasciende el de haber salido libre de la reclusión física que padeció en la cárcel de Trujillo; proyectándose más bien a otros campos en donde se hace paladín, ejemplo y paradigma.

 


Hotel El Arco, donde vivió César Vallejo en Trujillo


2. Libre

para innovar

 

En primer lugar, entonces, el concepto de libertad en César Vallejo no se agota ni reduce al hecho de salir libre de la cárcel.

Y esto por haberse involucrado en hechos de índole social, cívica y política, como fueron los hechos ocurridos el 1 de agosto del año 1920.

Hecho que motivaron su apresamiento atendiendo a la denuncia que formulara el juez ad hoc Elías Iturri y que involucraba a cerca de veinte personas, entre ellas César Vallejo.

Sino que también la suya es libertad, por ejemplo, para dejar atrás modelos, escuelas, tendencias, formas y maneras tradicionales de hacer poesía.

Y arrojarse a la búsqueda afanosa de lo nuevo, lo inédito y original en léxico, morfología, sintaxis, semántica y estructura, abarcando estas innovaciones también el ámbito de la lengua castellana.

 

Puerta de ingreso a la cárcel de Trujillo


3. Nadie

influye en él

 

Es libertad para innovar sin importar ser aplaudido ni comprendido; ni festejado o vilipendiado, como aconteció precisamente con el poemario Trilce que él culminó en la cárcel, en donde todo es insólito, descarnado y raigal.

Al punto de no haber sido sopesado en su verdadero valor por los intelectuales de su época entronizados en las universidades y medios de prensa, ni por aquellos ubicados en los sitiales de honor, como son los cenáculos y las academias.

Libertad la suya para que nadie se haya atrevido hasta ahora a mencionar un solo nombre de autor, de escuela o movimiento en donde pudiéramos encajar Trilce, los Poemas humanos, o España, aparta de mí este cáliz.

¿Quién influye en él? ¡Nadie! ¿Qué antecedentes encontramos para dichos versos? ¡Ninguno! ¿Qué ideología? ¡Nada! ¡Desconocida! Ni siquiera el materialismo histórico o dialéctico lo abarcan.

 

César Vallejo en Santiago de Chuco. Pintura de Eladio Ruiz



4. Amor

entrañable

 

Siendo así, Vallejo nos enseña a ser libres, creando. Y a tal punto que en los 112 días de cárcel reestructuró Trilce y escribió Escalas melografiadas.

Es decir. no enajenó su tiempo ni declinó su arte por la adversidad de la situación, ni bajó la guardia, condicionado por la penosa circunstancia y la desconcertante eventualidad.

Libre para ser único y auténtico, para asumir su identidad, para afirmar su origen sin buscarlo en otras partes ni lejos.

Libre, no para allanarse a corrientes de moda, ni de esta ni de otras latitudes; sino para suscribirse como coraquenque ciego, como llama incaica, y huaco milenario y absorto.

Libre para amar a su pueblo natal, Santiago de Chuco, con amor entrañable, inocente y consagrado.

Libre como lo fue después para no aceptar nacionalizarse francés y asumir una vida complaciente. Libre al haber respondido así a la propuesta que le hacían, expresando:

 

César Vallejo y Georgette en Versalles


5. Libre

en todo

 

“En ese caso, prefiero regresar al Perú, aunque apenas llegue me encarcelen, (pues la causa por la cual sufrió prisión había sido reabierta). Si algo tengo de ser humano y vuelo de cóndor, es porque nací en la sierra del Perú y aunque no tuviera pasaporte o me lo quitaran, jamás dejaría de ser peruano”.

Se negó a afrancesarse, a deponer su identidad. Pero fue mucho más allá: permaneciendo en aquel país adoptó la posición de defender las causas humanas.

Se hizo comunista, verdadera razón por la cual fue expulsado de Francia. Y murió después por España.

Libre para superar inquinas, para renunciar a toda comodidad y prebenda. Para no contaminarse con el dinero. Para obviar lo frívolo e intrascendente, la inercia y el desánimo.

Libre para dejar todo lo eventual, parcial y esporádico. Para no atarse a convenciones, compromisos ni rutinas.

 

Casa de César Vallejo en Santiago de Chuco


6. Entre la vida

y la muerte

 

Porque existe la prisión de las costumbres, de los prejuicios y los dogmas.

César Vallejo las señala y las combate. Así, dos años antes de los sucesos por cuyo motivo sufrió cárcel, luego de estar en Lima y regresar a Trujillo siente que sus compañeros de arte deambulan en el desgano, la abulia y hasta en las mezquindades. Y él les dice:

“Estáis muertos. Qué extraña manera de estarse muertos... flotáis nadamente… vibrando ante la sonora caja de una herida que a vosotros no os duele. Estáis muertos no habiendo antes vivido jamás”.

Libre para dejar lo que nos aherroja, con actitudes muchas de ellas abruptas y radicales; y hasta violentas. Como fue decidir entre la vida y la muerte al dispararse, el 27 de diciembre del año 1917, una bala con el revólver Browning Colt, que él portaba al cinto bajo el saco. Bala puesta en el tambor del arma y que por un hecho inexplicable del destino no detonó.




Capulí ante la casa de César Vallejo 



7. Hay muchísimo

qué hacer

 

Capulí, Vallejo y su Tierra desde hace algunos años ha instituido el día 26 de febrero como Día de la Libertad de César Vallejo, así como también hemos consolidado el 17 de junio, en que él se despidió del Perú para viajar a Europa y ya no volver, como el Día de la Universalidad de César Vallejo, fecha que la conmemoramos en el Callao, como también ese mismo día lo hemos instituido como Día Vallejo en Puerto Callao.

Por dichas razones venimos desarrollando en el Aula Virtual de Capulí, que se lleva a cabo los días sábados a las 6 pm., el Seminario Virtual “100 Anos de la Libertad de César Vallejo”, inaugurado el sábado 6 de febrero del presente año 2021, por el Dr. Marco Martos, presidente de la Academia Peruana de la Lengua.

Y el día mismo en que se concretó la libertad de César Vallejo realizaremos una actividad conjunta con el Instituto de Estudios Vallejianos de Trujillo, Instituto de Estudios Vallejianos de Utah, y el Instituto de Estudios Vallejianos Filial Lima. En el Aula Virtual Capulí, que esta vez corresponde llevarla a cabo el sábado 27 de febrero, disertará el Dr. Jorge Kishimoto sobre este tema, con los comentarios de Saniel Lozano, Juan Paredes, Iván Rodríguez y Francisco Távara. ¡Hay, hermanos humanos, muchísimo qué hacer!

 

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