La
comprensión lectora vale sólo para un tipo o clase de textos, cuáles son los de
naturaleza argumentativa, en donde se presenta o exponen ideas o proposiciones.
Porque no
se lee única ni exclusivamente, ni siquiera de manera principal ni prioritaria,
para razonar ni para comprender.
La mejor
lectura es aquella de fascinación, de intensidad y de éxtasis. Donde alcanzamos
un pleno goce estético y de fruición con lo trascendente, sensación igual a
como cuando se amanece pletóricos.
O, así
como cuando se producen los encuentros que nos marcan la vida; o, así como cuando
se baila o se enamora.
Resultan
entonces limitantes y a la postre nefastas todas aquellas propuestas de lectura
comprensiva, que se la puede clasificar como lectura racional.
2. Conjuro
excelso
Calculada
en función de definir categorías de carácter intelectual. Toda ella no es en
definitiva la lectura, como tampoco es la mejor.
Con ello
también hay el afán de hacer de la lectura un producto funcional, administrativo
y burocrático, convirtiendo así la candorosa, sublime e incorruptible lectura
en un mecanismo de ganancia y hasta peor diríamos, de ganadería.
Gracias a
Dios un vasto universo de la lectura, que a su vez es el más pródigo y fecundo,
no son textos expositivos sino obras afectivas y recreativas; son mágicas y de
aventuras, son obras de exaltación y celebración; de emoción y pasión.
Y mucho
de lo mejor escrito por el ser humano es extraordinariamente pasional que queda
más al fondo; más allá, más lejos y más adentro de lo meramente intelectivo.
Y también
más cerca de lo que es nuestro centro y totalidad. Y que no se puede comprender
sino simplemente querer, creer e identificarse con ello. O sencillamente es
otro universo, es conjuro excelso, como en realidad es un poema, un mito o un
cuento.
3. En otra
calle
A este
inmenso caudal no es posible someterlo a un proceso de comprensión lectora.
Como
empieza a imponerse para que el niño todo lo someta a este esquema con lo que
terminaremos matando a la lectura misma.
Simplemente
hay que vivirlo. Con ello es suficiente y basta. En ello radica toda su proeza y
todo su prodigio
Porque si
todo lo reducimos a comprensión ¿dónde queda la lectura de fascinación,
intensidad y éxtasis?
Aquella
que es la mejor porque se la hace por gusto, por capricho y por las reverendas ganas
de hacerlo.
Cuando se
la hace por el hechizo de perderse para encontrarse uno mismo en otra calle,
dimensión o mundo.
4. Para
siempre
Aquella
que se hace por aventura con libertad plena y guiados por los moscardones de la
ilusión.
Y que
resulta ser la más poderosa. Como aquella otra aún más extrema como es la
lectura por rebelión.
Y la otra
de salvación. ¿Cómo someter estas lecturas supremas al esquema o cartabón de la
comprensión lectora?
Por eso
pienso que quienes preconizan, sustentan e imponen ese tipo de lectura en
realidad no son lectores ni leen nunca.
Sino que
son banqueros, administradores de rentas y burócratas a sueldo, que terminarán inmovilizando
la lectura para siempre.
5. Esa es
la que vale
¿Cómo,
pues, ser permisivos con ellos?
La que
vale es la lectura para salir de todo esto. La lectura que contraviene lo que
dice el libro o el texto escrito.
Aquella
que se hace a partir de ser réprobos para redimirnos. De extraviarnos para
descubrirnos por lugares ignotos.
Por
liberarse, por indagar más allá de toda norma y de todo canon.
¡Esa es
la que vale e importa!
Hechos
que están mucho más al fondo de lo que puede abarcarse con la comprensión
lectora.
6. Llena
de coraje
Lectura
desprovista de razón, casi siempre con una moral por conquistar o construir.
¡Esa es
la que verdaderamente importa! Por el hecho de que con ella y a través de ella se
enfrente lo ignoto.
¡Eso la
llena de coraje, de impulso y de pasión!
La
lectura tiene que ser de subversión siempre. No tratemos de hacer del águila o
del albatros aves domésticas o de corral.
La
lectura que quizá no comprende nada, sino que lo mejor lo presiente, lo adivina
y asume por instinto para cambiarlo y trastocarlo todo.
¡Esa es
la lectura de fascinación, intensidad y éxtasis!
7. Y hasta
heroica
Pero
alguien podría argüir, contraponer y refutar, diciendo que si la lectura no es
para comprenderla ¿entonces para qué es?
La
respuesta es simple: para vivirla, para gozarla y para compartirla. ¿No es
mejor así?
Porque se
vive maravillado, la mayoría de veces sin comprender la vida, ni intentar
tornarla en mecanismo, que si la redujéramos a eso ya no interesaría vivirla.
No
sometamos pues la lectura ni a técnicas, ni a esquemas, ni a fórmulas. Ella ha
sobrevivido porque es libre, impredecible y hasta heroica. Se enviste de gracia
y divinidad.
Ella
misma no sabe adónde va, o si se queda o si se vuelve, si se encuentra o si se
pierde.
reproducidos, publicados y
difundidos
citando autor y fuente
danilosanchezlihon@gmail.com
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Editorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.com
Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
Ediciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.com
Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es
DIRECCIÓN EN FACEBOOK
HACER CLIC AQUÍ:
393-5196 / 99773-9575
le rogamos, por favor, hacérnoslo saber.
No hay comentarios:
Publicar un comentario