– Y, ¿de quién es hijo?
– ¡De quién va a ser! ¿No le
ves la cara? De quien venía de Trujillo a esta casa.
– ¿De tu hermano Serapio?
– Igualito,
¿no? Su fiel retrato. Es de mi hermano y de la Aurora. ¿Te acuerdas de ella? Cómo
no te vas a acordar, ¡tan buena que es! Ahorita viene. Aquí, ya está entrando. Mírala.
Si no lo encuentro en la calle ahora, nunca lo hubiéramos sabido, refundidos
como han estado en la chacra.
– Buenos días don Eulogio.
– Buenos días, Aurora.
– Ni negarlo puede el
Serapio, porque es su vivo retrato.
– ¿Le dijiste a él hijita?
¿Serapio sabe que es padre de esta criatura?
– No sabe niña.
No lo dije que ya estaba embarazada, por la vergüenza. Solo a ustedes les pedí
permiso para irme.
– ¿Y, qué nombre le has
puesto?
– Víctor Manuel
se llama, que es el nombre de mi papá. Y de apellido Pinillos, el de usted y el
del joven Serapio, que es su papá. Y, después tiene mi apellido, que es
Monteverde.
Gustavo Pinillos Monteverde
2.
Tan joven
y
linda
Natividad
Enriqueta Pinillos y Eulogio Porturas se casaron y vivían en una amplia casona
en el pueblo de Santiago de Chuco, al pie del campanario. Casa solariega que
lamentablemente no pudieron poblar de niños, pues por alguna razón no podían
concebirlos.
Quienes tenían
numerosa servidumbre y frecuentemente los visitaban familiares que venían de
Trujillo, que se alojaban en las habitaciones de la casa de airosos corredores,
siendo uno de ellos Serapio Pinillos Paredes, hermano de doña Natividad.
Serapio era un joven
apuesto. Muy inquieto, inclinado a tener muchos amigos en el pueblo, quien se
hacía querer por el buen ánimo y facundia que tenía. Y por ser gustador de fiestas
y reuniones. Y animador de eventos deportivos
Don Eulogio y
doña Natividad ayudaban a la gente del campo. Frecuentemente concurrían a la
iglesia y tenían un trato muy amoroso con su servidumbre. De ahí que les
extrañara que la muchacha más querida por ellos, por bella y hacendosa, de
contextura firme, pero a la vez grácil, ese día se fuera:
3. Así
nació
– Bueno, –dijo
doña Natividad– este niño es mi sangre. Lo vamos a criar aquí. Y esta va a ser
su casa. Tú tienes que venirte a vivir aquí, Aurora. Y cuando quieran venir tus
padres que también vengan. Para eso la casa es grande, y tú pasas a ser como
una hija. Ahora, con más razón todavía. Aquí tenemos que educar y criar a este
niño. Y como no tenemos herederos esta casa le corresponde a este niño como
herencia.
– Es cierto, Aurora. –Acota
don Eulogio–. ¿Cómo vamos a permitir que un sobrino nuestro no tenga la
comodidad que tenemos aquí?
– ¡Y mira cómo está de
rotoso, mi sobrino!, tan lindo que es. –Añade doña Nati con los ojos que se le
hacían miel.
– Anda, hijita, anda a Llaray
y trae tus cosas. Pero el niño de una vez se queda aquí. O, si no, primero
caliéntame agua que vamos a bañarlo–. Se apuró en decir doña Nati.
– Caliéntame
agua mientras ahorita salgo a comprarle ropa.
Así nació, se crio
y creció don Víctor Manuel Pinillos Monteverde, a quien se menciona cada vez
que se conversa con paisanos acerca de quién ha sido el mejor alcalde que ha
tenido el pueblo de Santiago de Chuco.
4. Quien más obras
ha realizado
Don Víctor
Manuel creció en la casa de don Eulogio Porturas y de doña Natividad Pinillos,
quienes lo criaron como al hijo que no pudieron procrear.
Sin embargo,
don Víctor Manuel siempre se sintió muy ligado y comprometido con el mundo
campesino, en honor a su madre, a la cual adoraba, y quien lo concibió en esta
casa siendo trabajadora del hogar.
Don Víctor
Manuel es quien como alcalde más obras ha realizado por los alrededores de Santiago
de Chuco. Así, el año 1933, en la conmemoración de los 50 años de la Batalla de
Huamachuco, realizada el 10 de julio del año 1883, y como presidente del Comité
Pro-construcción de un Obelisco en Homenaje al Batallón Libres de Santiago de
Chuco, que se batiera bizarramente en esa gesta, diseñó la estela que
actualmente se levanta a un costado del Convento.
Para ello
construyó la Alameda frente a la Plaza del Mercado, en lo que antes se
denominaba Av. Santiago Calderón, en memoria al jefe de dicho batallón. El
obelisco mide cinco metros de altura y constituye un bello pasaje de la ciudad.
En cuatro
períodos fue alcalde provincial, entre 1955 y 1957, entre 1962 y 1963, entre
1970 y 1972 y entre 1972 y 1973.
5.
Construcción
del
Palacio Municipal
Ideó, gestionó
y construyó el actual Palacio Municipal de Santiago de Chuco, situado en la
Plaza de Armas de la ciudad, que también es obra suya.
Porque antes, a
principios del siglo pasado, había allí un edificio colonial de dos pisos con
arcadas de ladrillos. En el primer piso funcionaba la Escuela del Cabildo, que tenía
dos secciones, una para hombres y otra para mujeres, institución solventada por
la Municipalidad.
El año 1919
dicha edificación fue demolida, con el fin de levantar una nueva.
Subió al poder Augusto
B. Leguía y la obra quedó paralizada en el estado de edificio a medio demoler.
Como el tiempo pasaba ese espacio fue siendo ocupado como puesto de venta de
frutas, de comida, de chichería y hasta servía para encerrar animales.
En los
paredones que quedaron en pie se hicieron cuchitriles de una y otra especie.
Gustavo Pinillos Monteverde al centro de la primera fila
6. Más
resistente
El año 1962 se
dio el golpe militar de Ricardo Pérez Godoy, que derrocó al presidente Manuel
Prado Ugarteche. Se nombró como subprefecto de Santiago de Chuco a Ernesto Ponce
de León quien al llegar y ver el espectáculo que tenía la Plaza de Armas para
ese flanco, se le oyó decir:
"¿Que
significa esto? ¡Esta es una afrenta para un pueblo notable y egregio como es
Santiago de Chuco!"
Nombró una
Junta de Apoyo Pro Construcción del Palacio Municipal que lo integraron entre
otros ciudadanos los doctores Andrés Avelino Ciudad y Gerardo Sánchez Porturas.
Gestionaron en la Junta 4º Centenario y consiguieron una partida de 500 soles
para empezar la construcción de la sede del gobierno provincial.
El alcalde era
don Víctor Manuel Pinillos quien asumió la construcción de la obra. Para ello
inició una serie de innovaciones, tales como: el cimiento no es de piedra sino
de concreto armado; el tamaño del adobe lo hizo más pequeño del normal; porque
así, según él, resultaba más resistente.
La
construcción de la obra se llevó a cabo entre los años 1962 y 1967.
7. Recogida
del camino
La gente
colaboraba haciendo gratuitamente adobes en la misma Plaza de Armas.
Se utilizaron 8
maderos largos y derechos de eucalipto para que sirvan de umbrales los mismos
que fueron traídos desde la hacienda Chaguín para ser colocados sobre la
portada que ayudaron a construirla unos otuzcanos, comerciantes de víveres.
Mucho tiempo el
edificio permaneció en su aspecto de adobe desnudo, esto es de tierra pura a
fin de que asiente el adobe verde y no reviente el estuco.
En 1970 se
inició el enjarrado con mezcla de barro bien batido mezclado con paja especial
de la jalca de Santiago de Chuco, que es un ichu.
Terminada esa
mezcla se inicia el enarenado con arena fina recogida del camino a Chambuc la
misma que se mezcla con boñiga de burro para darle mayor consistencia.
Recién encima
del terrajeado viene la pintura como actualmente luce, de color celeste cielo,
tal como es la aspiración de Santiago de Chuco.
Llaray
Epílogo
tenaz
Víctor Manuel
Porturas Monteverde, el mejor alcalde de mi comarca, fue hijo de una empleada
del hogar. Y de un señorito llegado de Trujillo y quien nunca asumió su función
de padre.
Alcalde quien
siempre fue leal a su origen campesino, pues se crio sus primeros años en el
campo. Fue humilde y servicial, quien siempre amó el mundo rural. Le dio mucha
prestancia a su cargo, pero cuando no era necesario vestía de poncho y sombrero
campestre.
Heredó de doña Natividad
y de don Eulogio la casona al pie del campanario, en cuyos vetustos tejados
gorriones y golondrinas, cuculíes y torcazas se aparean, tejen sus nidos, ponen
sus huevos y donde nacen estas y otras criaturas dichosas que pueblan el
universo.
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