Ya en el primer semestre del año 1915 César Vallejo
había culminado la redacción de su tesis para optar el grado de Bachiller en la
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de La Libertad, que así se
llamaba la actual Universidad Nacional de Trujillo, y se había fijado la hora y
fecha de su sustentación para las 5 de la tarde del día 22 de septiembre de ese
mismo año.
Para ello él no tuvo que abonar la suma exigida porque
un año antes había ganado el sitial como el mejor estudiante y con ello la contenta
que lo eximía del pago por el derecho de sustentación de tesis, detalle que nos
muestra que César Vallejo era un alumno esforzado, serio y prolijo; que era un
estudiante ejemplar, sensato y responsable. Y un trabajador de la cultura tenaz
y desvelado.
La sustentación se produjo con total puntualidad,
adquiriendo el título de Bachiller. He aquí el registro formal del examen de
César Vallejo para optar su Bachillerato en Filosofía y Letras, trámite
registrado en el libro de Actas de Sustentación, con el número 194.- César A.
Vallejo, Br. En Filosofía y Letras; y que a la letra dice así:
2. El acta
correspondiente
En el salón de actuaciones de la universidad de La Libertad, el día veintidós de setiembre de mil novecientos quince, reunidos bajo la presidencia del Señor Rector don José María Checa; el jurado formado por los doctores Eleazar Boloña, Julio F. Quevedo, Saniel Chávarri y Guillermo E. Ramírez, procedió a recibir las pruebas académicas a don César Abraham Vallejo para conferirle el título de Bachiller en Filosofía y Letras.
Abierta la actuación, el graduado dio lectura a una tesis titulada "El Romanticismo en la Literatura Castellana" la que fue objetada por los catedráticos Quevedo y Boloña; verificando enseguida la votación que dio el siguiente resultado: 19, 20, 17, 18, 20, cuyo total dio un promedio de dieciocho puntos cuatro quintos, por lo que fue aprobado con el calificativo de sobresaliente.
Proclamada por el Señor Rector la calificación, confirió a don César Abraham Vallejo el grado de Bachiller en la Facultad de Filosofía y Letras, sentándose para constancia la presente acta, que firman los señores miembros del jurado, de que certifico. - José María Checa, Guillermo E. Ramírez, Julio F. Quevedo, E. Boloña, Saniel Chavarri B., Alejandro Morales Pro-secretario.
3. Excelsa
juventud
Luego de la sustentación se formó a la salida un grupo
entusiasta de amigos y compañeros de estudios de la universidad y a quienes se
sumaron otros compañeros del campo del arte pertenecientes a lo que Antenor
Orrego después denominó como El Grupo Norte.
Y entre todos ellos enrumbaron hasta el Bar Americano
situado en la esquina del Jr. Pizarro con Orbegoso, en donde brindaron con
champán, se dijeron palabras de saludo, discursos de felicitación y declamación
espontánea de poemas.
En todo momento César Vallejo mantenía una expresión
gentil y cordial, sin dejar de ser melancólica pues se cumplía exactamente un
mes de la muerte de su hermano Miguel él más amado y cercano a él, ocurrida en
Santiago de Chuco. Es la víspera de la Fiesta de la Primavera en Trujillo en
que se vive un clima de entusiasmo y efusión, de encanto y arrebato mágico.
Grupos de personas transitan por las calles en plan de jolgorio y celebración.
4. Con voz
plena de emoción
Pero he aquí otro detalle de enorme significado, y que
ocurre al día siguiente y al paso del desfile del Corso de la Primavera que
recorre apoteósicamente las calles de la ciudad en Trujillo. ¿Cuál es?
Que la multitud se detiene para escuchar a César
Vallejo decir uno de sus poemas alusivos a la ocasión y que responde al título
de “Primaveral”, en donde alaba a la excelsa juventud y la compara con un
jardín de oro.
El poema es recitado ante la algazara del conglomerado
humano que vive el frenesí de una comparsa, pero que en este caso permanece
reverente, a unos pasos de la Plaza de Armas; oportunidad en que César Vallejo con voz cargada y plena de emoción dice su poema.
Lo hace desde el balcón de la casona ubicada en el Jr.
Pizarro 551 frente a la Plaza de la Merced, también llamada O’Donnovan; poema
que fue luego publicado en el diario “La Reforma” que dirigía Antenor Orrego.
5. El hermano
mayor
Refiero estos hechos porque quiero sostener que la
tesis de César Vallejo es el texto más representativo de una época en la cual
él goza ya del reconocimiento ciudadano y él participa activamente en el acontecer
cívico. Y para que se vea cómo la poesía formaba parte del acontecer e
imaginario popular.
Así como goza también de la amistad fervorosa de sus
amigos y de la protección de su familia la misma que no está totalmente cerca
pero tampoco está muy lejos. Decurso este en que a su vez cuenta con el apoyo
efectivo de su hermano mayor Víctor Clemente, quien desde Santiago de Chuco le
envía constantemente remesas con qué sostenerse.
Como igualmente cuenta con la presencia de su hermano
Néstor Pablo, quien estudia la carrera de jurisprudencia en esa misma casa de
estudios y con quien comparte la misma habitación en el Hotel “El Arco”. Período
este en la trayectoria de la vida de César Vallejo que debemos valorarlo como
su edad de oro, a la que alude en su poema “Primaveral”, que empieza así:
6. Recios
y firmes
Excelsa juventud! Jardín de oro!
Palpitación de amor! Gloria de oriente!
¡Del ritmo celestial eco sonoro!
¡Tú que llevas un Sol en cada frente...!
Porque es su época dorada y feliz, de grandes logros y
realizaciones, pese a los avatares y sucesos algunos luctuosos que ocurren a su
alrededor. Época en que fue un joven empático que atraía la mirada de las
muchachas cultivadas, quienes lo adoraban en silencio como cuenta Ciro Alegría
que ocurría con su tía cuando él por esos años era un niño.
Pero, sobre todo, esta es una época pródiga,
consistente y fecunda en que él pone los cimientos de su formación, siendo una
de sus manifestaciones su tesis para optar el grado de bachiller.
Por lo que él llegó a ser, se nos revela que estos
cimientos fueron sólidos, recios y firmes. Y en ello lo que más cabe reconocer
es la influencia que ejerció en él la ahora Universidad Nacional de Trujillo
que propició que ello se produzca.
7. Edad
próvida
Siendo así debemos dar mérito a esta faceta como un
tiempo de triunfos, y de epifanía, porque como él mismo César Vallejo nos
señala, y lo dijo alguna vez: debemos saber apreciar y admirar en la flor la
raíz. Y esta época es una raíz fresca, lozana y vigorosa en César Vallejo.
Y qué hermoso poderla contemplar como raíz fuerte, cívica
y hasta ética. Siendo así “El romanticismo en la poesía castellana” es signo de
esa raíz, además de ser consigna, emblema y un símbolo en su formación.
En donde él confirma una profesión de fe cuál es la
poesía, donde se afilia a su lengua y nos declara su adhesión al romanticismo.
Es su edad próvida, espléndida y radiante. Y esto lo
esclarezco porque casi siempre creemos que aquí en nuestro suelo y en nuestra
tierra somos seres desdichados.
Pues no. César Vallejo aquí lo tuvo todo vivió a
plenitud, y fue feliz.
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