jueves, 13 de mayo de 2021

13 de mayo. Día del Químico Farmacéutico. / Plantas que curan.


13 DE MAYO
DÍA DEL QUÍMICO FARMACÉUTICO

PLANTAS
QUE
CURAN

Danilo Sánchez Lihón



También cura el hablar de la gente


y la función
de la yerba purísima
César Vallejo

1. Sanan
y alivian

 

Pertenecemos los del mundo andino a una cultura donde la medicina, la salud y hasta la alimentación estuvieron sustentadas en las cualidades y virtudes curativas de las plantas, lo cual constituye prodigio, maravilla y esplendor.

Y, ya más particularmente, yo encuentro una relación del nombre de las plantas con su efecto en el cuerpo y, sobre todo, en el alma; con el abrirse de nuestros corazones, casi siempre cerrados, al punto de exponernos y arrobarnos por los vocablos que a esas plantas las enuncian, incluso ahora en su denominación en lengua castellana.

Por eso, cuando a veces me preguntan cómo es que nació en mí el gusto por las palabras y la literatura, yo contesto que fue por la farmacopea de las plantas. Por el oficio de niño curandero que fui en base a las plantas que sanan y alivian los males del cuerpo y del alma, oficio que a mí me lo enseñó mi madre, y a ella mi abuelo Benigno.

 


De las plantas se extraen sustancias medicinales


2. Cocida

en hidromiel

 

Y todo ello basado en yerbas que en mi ingenuo sentido sanaban tanto por su sustancia como por el poder de la resonancia de sus nombres y terminología en el ser que las acoge y recibe.

Sustancia que más reside en la naturaleza e índole del lenguaje, y hasta más en la manera cómo se lo dice, rasgo que es lo que más las ayuda a curar. Y que es aquello que hace a las plantas tener los mágicos poderes curativos que poseen.

Y con ellos espantar y hacer retroceder a los males que con frecuencia son fieros y obstinados.

Pero que las palabras los exorcizan, deteniendo y conjurando inclusive hasta a la misma muerte. ¡Y haciendo que aflore y estalle luminosa la vida!

Como es la pimpinela es para los enjuagues tónicos. O la trinitaria cocida en hidromiel y pasada en vino, que es excelente contra las molestias respiratorias y el asma persistente.

 


El llantén compasivo


3. De una puerta

a otra puerta

 

Siempre el poder curativo de las plantas me ha parecido el gesto de que está en la naturaleza pródiga la salud y el remedio a los males del mundo y el genio del bien escondido en la tierra que habitamos.

Como también, y curiosamente, porque todo ello forma parte de las conversaciones de la gente, que es también aquello que cura y que sana.

Y esto cuando a primera hora de la mañana, estando aún en la cama, viendo el sol del amanecer como un milagro que se cuela por las rendijas de la puerta escuchamos hablar en la calle o en el patio de la casa a la gente.

Luz del sol que inunda con sus rayos ya entrando por la ventana, ya por la puerta o ya por la ventana, que es cuando escuchamos en la calle a las señoras barriendo, y que se hablan de una puerta a otra puerta:

–¡Ay, mi Catita ha amanecido con la erisipela!

 


Aquí en todo mercado hay una yerbera


4. Te la damos

a sorbos

 

– Póngale compresas de hojas de malvavisco, pero hervidas. También son buenas las cataplasmas de lechuga verde; o bien te de ajenjo y aceite de almendras. Ahí tengo el malvavisco si necesita.

– Ay, ¡cómo no!, démelo para ponerle.

Y yo me digo entonces: ¡Cómo no va a curar todo esto!

Y así como esto ocurre con el malvavisco acontece con la escorzonera que sirve para la temible tos ferina, con que se mueren tanto aquí los niños; la semilla de membrillo en panetela es para formar el estómago de los recién nacidos.

Y con la valeriana que te la damos a sorbos a ti, mamá, en tus desmayos, sin que tú te des cuenta. Así como te damos a oler el “agua florida”, frotándote la frente que la tienes tersa y luminosa como de alabastro.

 


La temible ortiga


5. El nombre

mismo

 

Otra planta es la ortiga, y he aquí evidente la relación de su nombre áspero con lo que la planta hace, porque ¡cuánto no habré chillado y zapateado por cogerla mal en el camino a Cachulla! Buena cuando está seca, para curar los resfríos. Y se la toma también para detener la caída del cabello.

Aunque fresca, con sus temibles hojas aserradas, sirve para latiguear las rodillas o los brazos de la gente atacada por el reumatismo. ¡También las madres desalmadas la cultivan frente a la puerta de sus casas para castigar las malacrianzas de sus hijos indefensos!

Y los odiosos ¡churgapes!, para baños de "caisas" y consentidos, con los cuales me amenazaron mis tías de parte de madre. Nunca las otras. Pero que tú jamás permitiste que lo hicieran, mamá.

Y mi padre ¡menos todavía! ¡Jamás lo hubiera consentido! Además, la palabra churgapes, por sí misma ya produce escozor, irritación y molestia. Por el nombre mismo ya resulta odiosa, hostil y repelente.

 


Camino a Pasabalda

6. A un día

de camino

 

Pero no hablemos de platas adversas teniendo tanto que hablar de plantas amables y buenas, plantas piadosas y que hacen hasta milagros.

O que por lo menos nos consuelan. Así que es de ellas que debemos seguir hablando.

Así tenemos una hierba es el matico, de color pardo, y que sirve para tomarlo en emoliente, cuando hay inflamaciones de pecho; o para lavar las heridas, y hasta para hacer gárgaras.

Otra es el mastuerzo, de pecíolo largo, bueno para el escorbuto, mezclado con el jugo de granadilla.

Y que cuando un hermanito tierno en casa presenta esas heridas mi padre, poniéndome al hombro una alforja, me envía de madrugada a traerla desde el fundo de Pasabalda, que queda a un día de camino.

 


El ajenjo

7. El sol

que brilla

 

El llantén y el ajenjo son para dolores de estómago. La congona es para curar una vergüenza. El “amor seco” es bueno para la inflamación de los riñones.

La cola de caballo, en tizana sirve para las compresas y cataplasmas aplicadas en curar heridas, detener hemorragias de la nariz y calmar las úlceras de las encías.

Pasada por la barbilla provoca estornudar que lo hacemos de juego; pero que notando que es a propósito, enoja mucho a las mamás, que por ese hecho nos resondran jalándonos de las orejas.

¡Ah, las plantas tan importantes para el cuerpo, pero más para el alma! En relación con el lenguaje y el hablar de la gente sencilla. Y más, cuando se da en el patio de la casa llena de luz, y con en todo el firmamento.

 

Foto 1
Nalo Alvarado

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