El presente año, 2021,
celebramos el Bicentenario de la Fundación de la República del Perú como nación
libre, soberana e independiente.
En esta efeméride como
figura central, egregia y señera está presente la vida y obra del patriota huamachuquino
José Faustino Sánchez Carrión.
Intelectual brillante, hombre
noble y ciudadano probo, destacando, sobre todo su dedicación y sacrificio por
ver consolidado y en rumbo promisorio a nuestra patria.
País que él ayudó a
configurar, nacer y forjarse un porvenir, como lo viene haciendo hoy en día a
día, con fragor, tesón y esperanzas consumadas.
Acerca
de él expresó quien lo conoció más de cerca y en los momentos más decisivos,
como fue Simón Bolívar en carta que le dirige a su amigo Francisco de Paula Santander, lo siguiente:
“... Sánchez Carrión tiene talento, probidad y un patriotismo
sin límites”.
2.
Tres
hombres
Ahora bien, para sopesar la
verdadera y real dimensión del prócer José Faustino
Sánchez Carrión vale tomar en cuenta el siguiente hecho, o cuadro, como si
fuera una foto o daguerrotipo de una época crispada y convulsa y agitada como
fue el Perú de aquella época.
Territorio que era centro
del poder virreinal en el nuevo mundo, que había mantenido su vigencia como eje
en América del Sur por cerca de tres siglos, y que medía en esos momentos sus
mayores y supremos recursos, en confrontación con las fuerzas patriotas que
buscaban consolidar aquí la libertad de la América mestiza en toda su dimensión
y plenitud.
Tres hombres gobernaban el
Perú en esas horas y días determinantes. Ellos eran: Simón Bolívar, como Jefe
Supremo; Antonio José de Sucre, como Jefe del Ejército libertador en campaña; y
José Faustino Sánchez Carrión como Jefe Civil y Ministro General.
Ser tal adalid como primer
ministro en esa etapa crucial supone capacidad indiscutible, dotes diplomáticas
excepcionales, valor, coraje y hasta heroísmo para asumir tensiones que en esos
momentos eran de vida y muerte. Y suponía tener una inteligencia política
excepcional para mantener una línea coherente, precisa e impoluta, tal como él
la sostuvo.
3. Una gran
nación
José Faustino Sánchez
Carrión fue en el Perú el principal colaborador del libertador Simón Bolívar en
la campaña emancipadora y, además, el defensor del sistema republicano como
modelo para la vida cívica de nuestro naciente Estado y nación. Él es, como
genuino peruano, quien le dio su identidad tan anhelada.
Pero es también “El Tribuno
de América”, de quien su rúbrica consagra la convocatoria para el Congreso
Anfictiónico de Panamá que concreta el sueño de Simón Bolívar, en
representación del nuevo mundo, pero el suyo también, de una América unida como
una gran nación aliada y solidaria.
Y en la campaña libertadora
de Simón Bolívar en el Perú, a él correspondió reunir los fondos para sostener
todos los gastos que demandaba la puesta en marcha de la nueva República, así
como a él se le encomendó el sostenimiento del Ejército Libertador, lo cual en
esos momentos constituía una empresa ímproba, conspicua y agotadora.
4.
Toda
América
Para ello tuvo que verse
obligado hasta a desvalijar las iglesias, los conventos y museos; y a imponer
obligaciones tributarias a grupos antes intocables. Y hasta a sacar los clavos ornamentales
de los portones de las casas coloniales de las principales ciudades del Perú, a
fin de fundirlos y fabricar armas y pertrechos, o bien para venderlos y obtener
dinero para las arcas del reciente Estado.
Conocido también con el
nombre de “El Solitario de Sayán” fue quien ideó las bases políticas y sociales
de nuestro sistema democrático participando activamente en la elaboración de la
Constitución del año 1823, con la cual se funda nuestra República Independiente.
Fue él quien proclamó
"que nadie nace esclavo en el Perú" y que “La patria del hombre es
todo el globo". Firmó, además, la invitación a todos los pueblos de
América para reunirnos en el célebre Congreso Anfictiónico de Panamá,
antecedente del Pacto Andino y de la Organización de Estados Americanos, y
quien junto al Libertador Simón Bolívar organizó la campaña libertadora hasta
su triunfo final en Junín y Ayacucho.
Soñó al Perú
5. Toda
la gloria
José Faustino Sánchez Carrión
fue quien más soñó a nuestro país y lo acunó entre sus brazos, dándole todo su
abrigo y calor, como quien acuna a un hijo. Es quien más lo ha tenido en el
fondo de su corazón ilusionado, ayudando a forjarlo con todo el temple de que
era capaz su espíritu acrisolado.
Quien dedicó todo su talento y
esfuerzo a imaginarlo, e hizo todo por buscarle pan, leche y miel cuando
nuestro país era tierno y desvalido, echándose a los hombres al Perú en los
momentos más difíciles de nuestra historia.
Quien sostuvo en alto a esa
criatura que nacía en esos días con todo un destino alturado, radiante y
bendecido. Quien sentó su partida de nacimiento y le dio como un padre su
identidad; le dio cobijo y le enseñó las primeras sílabas que debía pronunciar.
Quien como aquel que concibe a
un hijo lo hizo suyo por amor entrañable y sublime, consagrándolo a todos los hados
y todos los cielos y toda la gloria por cumplir.
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