José
Ramos Bosmediano era un maestro de raza, un pensador de la educación certero y
cabal, quien nació el 29 de julio del año 1942 en Sarayacu, ahora distrito de
la provincia de Contamana, un conjunto de chozas sobre el espejo luminoso del
río y bajo la sombra de los grandes árboles de mangos, palmeras y pomarrosas.
Espacios
que son dominios del agua original, nueva y a la vez primitiva; donde la
ilusión de lo que es tierra son las hojas y las cortezas caídas de la floresta;
región densa, enmarañada e iridiscente, en lo que se ha dado en denominar como:
el bajo Ucayali.
Y en
donde para concluir sus estudios primarios, luego de agotar todo lo que se
podía aprender en la escuela unidocente y flotante a la orilla del río donde
siendo niño aldeano estudiara, se trasladó a Contamana, de quien se dice
estando allí:
¡Ay,
Contamana, Contamana,
quien no
te ve no te ama.
Encantada
capital de la provincia del Ucayali donde sus celajes parecieran una paleta
ensangrentada de colores de la pasión en que se sumen el cielo, la selva y el
río.
Contamana
2. Hecho
y derecho
Allí se
matriculó en la tradicional Escuela 201, hecha de madera y carrizo y palma que
en sus tres pisos de altura que el viento mece haciéndola resonar como a una
cometa que flota con sus flecos, o como una antara mágica, parece más bien un
barco fantasmal y a la deriva, igual a aquellas naves que bogan en el centro
del ancho río y que pasan en lontananza. O que se acercan a la orilla a descargar
y cargar productos, mercadería como también cuerpos y almas de aventureros
trashumantes que se quedan para siempre o se van embrujados.
Aquí, en
esa escuela de aspavientos, terminó el 4° y 5° año de sus estudios primarios y
luego se empleó como peón de la Hacienda Lisboa hasta los 17 años de edad. Habiendo
juntado la suficiente cantidad de dinero como para matricularse en el primer
año de media, se trasladó a la legendaria ciudad de Requena, también llamada La
Atenas del Ucayali.
Título ganado
por su tradición cultural y educativa y por ser sede de las principales
congregaciones religiosas que aún alberga desde la época colonial, cuando la
eligieron como centro de sus incursiones misioneras; mudanza con la cual José empezó
su tarea de hacerse un hombre hecho y derecho.
Yurimaguas
3. Su
segunda
tierra
Pero él
no concluye ahí este nivel en su formación educativa, sino que se traslada a
Yurimaguas en donde culminan sus estudios secundarios, obteniendo el Premio de
Excelencia.
Lauro que
le permitió matricularse sin dar examen de ingreso en la Universidad Nacional
de Trujillo, donde se graduó de profesor de Filosofía y Ciencias Sociales.
Su tesis tiene
el título: Los fundamentos de la Pedagogía de Paulo Freire, obra que
recientemente ha sido editada como un acto de valorización de su contenido y de
justo homenaje a su autor.
Trabajó
luego como docente en la misma institución educativa donde culminara la
Educación Secundaria, cuál es el Colegio Nacional Monseñor Atanasio Jáuregui de
la ciudad de Yurimaguas.
Fue esta
ciudad su segunda tierra, así lo llamaba él; y a donde un día me invitó a ir y
conocerla.
En Yurimaguas
4.
Destino
y
promisión
Viajamos
juntos y me mostró su claustro, su inmenso patio y corredores como cada uno de
los salones en donde estudió y en donde poco tiempo después trabajara, pero no
solo eso, sino que me mostró cada palmo y rincón de las calles y plazas de la
ciudad y de sus alrededores.
Y me
recitó de memoria el poema que Mari Soto había escrito sobre el río Huallaga.
Sabía que yo había vivido en Contamana, su lugar de nacimiento, y que yo había
nacido en la tierra en que nació su esposa, que es de Santiago de Chuco.
Realizamos
en Yurimaguas un curso de capacitación para el magisterio local y vi cómo era
querido no solo por los maestros y maestras sino por los pobladores en general
de aquella urbe, que lo conocían, respetaban y sentían orgullo por él, pues sabían
de su valor y a ellos no les cabían dudas que él había nacido allí.
Y es que
era un hombre que tenía erigida su selva adentro, comprometido con su región,
con su cultura y con la Amazonía como destino y promisión.
En pie de lucha
5. Y
he aquí
Apreciaba
y admiraba el cultivo de las artes, las ciencias y, en general, el de las
humanidades. Y en especial la labor y ejercicio de las letras. Tenía devoción
por los escritores que se comprometen socialmente con sus pueblos.
Era un
pensador de la educación, un hombre reflexivo y amplio. Una persona que abría
espacios en vez de cerrarlos. Y con la honda convicción acerca de la misión
social e histórica del magisterio en nuestras sociedades como un auténtico
conductor de masas como él fuera y lo es.
Conversamos
sobre muchos temas, pero el principal era el de la ligazón de la educación con
el compromiso social, el liderazgo del maestro en la comunidad a la cual sirve,
el desvelo por la cultura y para que sea desde las aulas que se esclarezca y se
impulse el cambio y el desarrollo social.
Y amaba
la figura del maestro José Antonio Encinas como hombre de coraje, de lucidez y
consagración a la escuela, y por el emblema moral en que erigió su vida para
que los maestros tuviéramos el orgullo de serlo.
6. Beber
de su
manantial
Y es que
era José Ramos Bosmediano un ser de pundonor, digno, intachable, veraz. ¡Era un
Señor Maestro!
Al lado
de quien se sentía como alentaba sus alas más grandiosas la nobleza del
espíritu de ser maestro. Siempre luminoso, lozano, sonriente.
Tenía la
imagen de un ser esclarecido y de pensamiento genuino y acrisolado. Siempre con
una opinión clara y precisa acerca de cualquier asunto importante y
trascendental de la realidad.
Un hombre
alrededor de quien siempre se hacía círculo, ágora, foro o asamblea. Él no iba
o venía, sino que hacia él se iba. O uno se acercaba a escucharlo, a consultar
sobre cualquier asunto o tema significativo de la realidad; pero sobre todo
sobre el rumbo de la nave que cada uno de nosotros conduce, sea balsa,
pequepeque o barca, y cuyo timón está en nuestras manos.
Era de
quien uno se inclinaba a beber de su manantial, en quien cabe preciso el
aforismo que dice: un profesor es el que te enseña, un maestro es de quien tú
mismo aprendes.
José Ramos Bosmediano
7. Gloria
eterna
Era un
maestro nacido para ser maestro, ecuánime y en búsqueda permanente de la
sabiduría. Siempre con un libro en la mano y la luz del ideal en la mirada,
noble el gesto, señalando una ruta, un horizonte y una aurora en el camino y en
el porvenir.
Leal,
íntegro, sincero, cariñoso. ¡Quien sabía querer y amar! Quien siempre
permaneció en el lugar apropiado, justo y exacto.
Quien
padeció mucho antes de morir, quizá esperando el día y la hora en que escogió
partir, el 24 de diciembre del año 2012, para darle un mayor significado a su
magisterio y a su mensaje.
Su
presencia en el gremio debe ser entronizada como uno de sus baluartes, como uno
de los inmensos apus tutelares que esta gesta institucional tiene; y que su
significación debe irradiar a la escuela y considerarse su presencia en los
fastos, lauros y efemérides de la educación nacional.
Los textos anteriores
pueden ser
reproducidos, publicados y
difundidos
citando autor y fuente
dsanchezlihon@aol.com
danilosanchezlihon@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario