domingo, 10 de noviembre de 2019

10 de noviembre. Día de la Biblioteca Escolar. Nave espacial es la biblioteca escolar.


10 DE NOVIEMBRE
DÍA DE LA BIBLIOTECA ESCOLAR

NAVE ESPACIAL
ES LA BIBLIOTECA
ESCOLAR


Danilo Sánchez Lihón 



Dibujo especial para este artículo,
de Luis Mariaza


“Los espíritus inmortales
de los muertos
hablan en las bibliotecas”


1. Ese niño
ya adulto

El gran historiador de la República del Perú Jorge Basadre no pudo asistir abiertamente a una escuela ni a un colegio de su Tacna cautiva, porque las autoridades chilenas cerraron todas las escuelas peruanas. Eso sí, abrieron modernísimos y tentadores institutos a los cuales atraían a los ciudadanos peruanos a inscribirse, pero las familias se negaron a ir a ellos porque se desarrollaba en sus aulas una política sistemática de chilenización, tanto dirigida a niños como a los padres de familia.
Por tales razones, de niño Jorge Basadre tuvo que refugiarse en una hacienda campestre de sus ancestros y luego viajar a Lima para iniciar sus estudios en una institución educativa de la capital. Ya estando aquí, un día del año 1914 quiso cumplir una acariciada ilusión cuál era leer en la Biblioteca Nacional del Perú. Al tratar de ingresar fue detenido en la puerta y no se le dejó pasar, por lo cual se le hizo leer un letrero que colgaba en la pared y que decía: “Prohibido el ingreso a menores de edad”, siendo en ese período de la vida del hombre cuando más hay que cultivar la afición a la lectura.
Felizmente era director de esa institución tutelar don Luis Ulloa hijo de José Casimiro Ulloa, polígrafo y humanista, autor de numerosos libros y amigo de la familia Basadre, quien enterado de lo sucedido le extendió un pase especial e implementó, para ese niño de once años, un escritorio al lado suyo, formándose de ese modo este patriarca de nuestra nacionalidad. Por eso, fue ese niño ya adulto cuando al asumir el año 1943 la dirección de la Biblioteca Nacional del Perú, recordó aquella vivencia de su infancia y dio un gran impulso a las salas infantiles de lectura y a las bibliotecas escolares en nuestro país.

Jorge Basadre, siendo niño

2. Fiesta
del Libro

¿Pero, cuál es la esencia y razón de ser de las bibliotecas escolares? Para reflexionar y actuar sobre dicha realidad se ha dedicado en nuestro país un día de reflexión, de fiesta y celebración y que es hoy 10 de noviembre de cada año. Y, ¿por qué en esta fecha? ¿Cuál es la razón, la ocasión y el motivo? ¿No parecería mejor festejarlo a principio de año? La justificación es que hace cerca ya de 100 años, en 1922, un educador inquieto, visionario e indesmayable, como fue Ciro Napanga Agüero organizó, en una fecha como esta, la “Fiesta del Libro” con el propósito de dotar de bibliotecas escolares a los centros educativos del país. Y luego gestionó y logró oficializar esta fecha con ese nombre, la de: “Fiesta del Libro”, principalmente a fin de hacer actividades y recaudar fondos para dotar de material bibliográfico y otros recursos a las bibliotecas escolares, hecho realmente noble, digno y trascendente.
Después, por gestión de la Oficina Nacional de Bibliotecas Escolares el año 1978 se estableció por Resolución Ministerial 1595 la celebración, en todos los centros y programas educativos del país el día 10 de noviembre como Día de la Biblioteca Escolar en el Perú. Esta efeméride, de alguna manera, también está dedicada a la memoria del propiciador de la “Fiesta del Libro”, que se convirtió en “Día de la Biblioteca Escolar”, debiéndose en esta fecha realizarse certámenes, dinámicas, debates, como exposiciones, actividades todas ellas dedicadas a resaltar su significación, así como la importancia del libro y la lectura en el fortalecimiento de la personalidad del educando, la conciencia social y el desarrollo del país.
Ciro Napanga Aguero

3. A
favor

Ciro Napanga Agüero nació el 14 de julio de 1883 en Yauyos, provincia de Lima.
Estudió en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe y en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en la especialidad de Ciencias Naturales y Físicas.
En 1966 se le otorgó las Palmas Magisteriales por su prolífica labor educativa como profesor de ciencias matemáticas y naturales en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe.
Por sus trabajos de investigación en el campo de su especialidad fue condecorado con Diploma y Medalla de Oro, en 1915, por la Academia Internacional de Geografía y Botánica.
En 1922, siendo director de la Dirección de Bibliotecas y Museos Escolares promovió la Fiesta del Libro a favor de las bibliotecas escolares en todo el ámbito de la nación.
Viajó por diversos países de América y Europa conociendo la organización y funcionamiento de las bibliotecas escolares de Brasil, Argentina, Chile, Estados Unidos de Norteamérica y diversos países de Europa. 
Murió el 2 de agosto de 1977 a los 94 años de edad, como un hombre honrado siendo su máxima aspiración cultivar valores a través del libro y la lectura, principalmente entre niños y jóvenes.


4. Temas
y asuntos

Ahora bien, el trabajo bibliotecario más que una profesión es un apostolado, un compromiso social, un arte, una manera de ser frente al mundo circundante. Como apostolado es una misión de vida, un estado de alma y una militancia en el campo de la cultura, que interesa que todos los ciudadanos cuidemos su desarrollo y nos interesemos por su destino.
Temas y asuntos que son importantes debatirlos para construir nuestro destino como individuos y sociedades, temas que debemos defender para que no sean desplazados, olvidados y marginados; siendo la biblioteca escolar el lugar en donde puede profundizarse en su conocimiento e identificación.
Ha de ser el lugar y el baluarte en la sociedad contemporánea para evitar trivializar lo trascendente y convertir en trascendente lo trivial. 
Superando los cotos cerrados, evitando hacer de las personas humanas seres parciales y encerrados en un área muy restringida, perdiendo horizontes, amplitud y calidad humana, siendo las bibliotecas aquellos lugares que justamente prodigan al ser fuentes donde se abrevan inquietudes por lo ecuménico, ignoto y lo que aún está por inaugurar.


5. Aclarar
y hacer evidente

A la biblioteca escolar le corresponde no solo desbrozar lo que es propio e inherente al ser de la persona, sino en coadyuvar a aclarar y hacer evidente lo que corresponde a otras áreas. Dado que es útil para el desenvolvimiento de la sociedad en su conjunto lo amplio, lo general, lo variado, múltiple y universal.
Lugar donde se sintonice con la sabiduría de todos los tiempos. Donde el niño y joven sientan que nada les oprime, que nada los ataja y donde pueden desplegar su plena libertad. Un lugar donde descubran sus alas, las haga crecer y se eleven y echen a volar.
Donde la figura del bibliotecario o bibliotecaria tendría que ser la de esa persona receptiva, amable y protectora, que anima a que se concreten los sueños, que los comparte y se maravilla de ellos como de cada descubrimiento que hacen. Es la persona que prodiga alimento al alma con el libro oportuno, para el niño oportuno y en el momento oportuno.
Recuperando el ser humano su raigambre de ser una luz interesada por todo lo esencial, lo vital y por el hálito incluso de lo que es inabarcable, misterioso e incomprensible. Y ese es el sentido y la honda razón de ser de la biblioteca escolar. He allí su compromiso y he allí su responsabilidad.


6. Sueño
de libertad

Esta idea fundacional de la biblioteca, y esta suerte de sueño en la raíz o el cimiento del ser humano, este anhelo oculto que alienta y palpita en su centro, hay que hacerlo más evidente para gestionar apoyo hacia esa piedra talar de nuestro ser y estar en el mundo.
Esta esperanza se grafica, por ejemplo, en el siguiente hecho histórico, cual es en cómo surge la noción de biblioteca para consolidar la libertad para toda la América del Sur, en la idea inaugural de la Biblioteca Nacional del Perú, insignia suprema de nacionalidad heroica, consumada y vuelta a revivir en la Guerra del Pacífico.
Instituida por el libertador don José de San Martín en base a los libros con que soñara la independencia americana. Robustecida luego por el trabajo paciente y tesonero del clérigo y prócer arequipeño Mariano José de Arce.
Biblioteca mítica como nuestra libertad, ave fénix destruida y vuelta a construir varias veces, saqueada, expoliada y convertida en caballeriza, muladar y botín de guerra por la milicia chilena convertida en horda y ave de rapiña en la guerra de agresión del año 1879.
Igual o mucho más esta llama votiva late y arde en toda biblioteca escolar, esté situada en el llano costeño o amazónico como en cualquier recodo del contrafuerte andino, como en la jalca o puna de nuestra serranía y en nuestra trascendencia como país faro y estrella para la humanidad.

Disertando sobre Bibliotecas escolares

7. Construir
un mundo mejor

Porque, lo que hace a una biblioteca es su intencionalidad implícita y secreta de cambiar el mundo para construir otro mundo mejor. Lógicamente todo esto es aquello que está más allá de lo inmediato y en una dimensión invisible y que no aparece ni en el mismo organigrama que se ostenta en el salón de entrada, en la sala de reuniones o en la oficina del director del plantel escolar.
Está en el escondite de la apariencia humilde que tiene una biblioteca, o en su apariencia ojalá que acicalada, llena de brillo y relumbre, pero eso sí libre de encasillamientos.
¿Qué está en lo recóndito de sus cuatro paredes de adobe, de ladrillo o quincha? Lo nuevo, lo virginal, lo impoluto desde que en ella se realizan las lecturas que solo el alma más entrañable e insobornable realiza; que ahora y siempre nos conmueven que allí habite ese hondo propósito de libertad.
Es el enigma detrás de la frente y el arcano que luce cifrado en el umbral de su puerta. Es el mundo ideal que late al fondo de la realidad limitada, mezquina y deplorable.
Es el anagrama en la visión dorada y espléndida de su silencio arrobado. Es la entelequia aleteando al fondo del cuerpo y del alma de un niño que lee, pese a tener hambre, frío y de repente ya atravesado y aterido de soledad que la biblioteca rezarse y redime.


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