DÍA DE LA NO VIOLENCIA Y LA PAZ
EL JAZMÍN,
Y SUS
DONES
Danilo Sánchez Lihón
"Mi padre se despierta
ausculta la huida a Egipto,
el restañante adiós".
César Vallejo
1.
– Aquí, en nuestro jardín sería bueno tener
una planta de jazmín.
– ¡Claro! Y que al atardecer con su perfume
arome toda nuestra casa. ¡Ah!
– Y es un olor tan sublime que con él
pareciera que nos elevamos al cielo.
– Como con el incienso.
– Sí. Cierto
– ¿Y saben por qué así? Y, ¿por qué su
fragancia se expande a esa hora en que ya están cayendo las sombras de la
noche?
– No. No sabemos
– ¡Porque fue a esa hora que a esta planta
la bendijo la Virgen María!
– ¿Así? ¡Cómo fue! ¡Cuéntanos la historia,
por favor!
2.
– Les
contaré, y es así:
La
virgen María, el niño Jesús y José, huían de Belén donde nació Jesús a Egipto.
Y lo
hacían acompañados de su burrito que montaba la Virgen convaleciente, llevando
en sus brazos al salvador del mundo.
Al
principio avanzaron a trote lento, pero luego la canícula del desierto y la sed
los fue cansando.
Disminuyeron
sus fuerzas, y el avance se hizo calmado y pausadamente.
Fue en
esa circunstancia cuando José recibe el anuncio del ángel encomendado en
guiarles.
Quien
le advierte que se acerca un pelotón de soldado de Herodes que buscan a todo
niño menor de dos años para matarlo.
3.
José en
el desierto no encuentra nada donde refugiarlos, y siente que los soldados ya
se acercan.
Siente
ya angustia, cuando ve por casualidad que en un recodo hay una plantita que
cuelga de una piedra.
Ya oye
el galopar de los caballos, y le dice a María:
– Tú,
el niño y el burrito escóndanse cuanto puedan bajo esa planta. Yo me quedo solo
en el camino, como si fuera un viandante.
Sin
apearse del burrito la Virgen y el niño se esconden. Pero la planta es muy
chiquita y casi nada les oculta de cualquier vista exterior. Y entonces le
ruega la virgen:
–
¡Planta bendita, estira tus ramas y escóndenos!
Y la
planta extiende cuanto puede su ramaje y los cubre de alguna manera, con todo
su esfuerzo.
4.
Llegan
los soldados al recodo. Y solo ven a un campesino de aspecto pobre e inofensivo,
caminando por el sendero. Y a quien ni siquiera le preguntan nada.
Les
llamó la atención eso sí que allí hubiera una planta tan coposa, donde las
patas del burrito les parecieron que eran el tronco y sus raíces.
Y
prosiguieron su marcha.
Cuando
desaparecieron la Virgen bendijo a la planta, diciendo:
– Por
habernos protegido a toda mi familia siempre a esta hora, por haber salvado a
mi hijo, exhalarás un intenso perfume que es el mismo que hay en el paraíso.
5.
Y justo
en aquel instante, que era casi al anochecer, la planta emitió su primer vahído
de perfume embriagante.
Y
mirando al burrito y a la vez a la planta, dijo:
– Y tus
flores serán blancas como el alma del burrito, quien comprendiendo la situación
ha permanecido quieto y sin moverse cuando los soldados miraban.
Y en
ese mismo instante la planta se llenó de una cascada de flores blancas,
consagrando para siempre el alma blanca del burrito.
Y, por
último, dijo la Virgen:
– Y te
llamarás jazmín, que quiere decir: la que protege y salva en el camino.
Y
siguieron ya en la noche cerrada su viaje a Egipto, huyendo de Herodes y sus
soldados.
6.
– Qué linda historia, pero yo quisiera señalar un
rasgo en ella, que para mí resalta y que lo considero muy importante. Y cuál es,
que en este relato se muestra y presenta que lo opuesto a la violencia no es la
paz sino el compromiso. O no es la paz que muchas veces se identifica con la
imparcialidad y lo neutral. Y hasta con la inacción. Porque
pareciera imponerse la idea de que la paz es no involucrarse en problemas o de
evitarlos.
– Claro. Porque a veces la paz se confunde con quietud, con no
intervención, con dejar hacer y pasar, con el no asumir problemas. Cuando se
dice: “¡Déjenme en paz! Y que no es lo que nosotros quisiéramos aludir con el concepto paz, ni menos cultivar. En
cambio, de esta historia se desprende que lo opuesto a la violencia es determinarse en hacer el bien, arriesgando y esforzándose al máximo como hizo la planta de jazmín.
7.
– Pero en el cuento hay otro rasgo interesante, cuál es que la belleza
es producto de las acciones generosas. Y esto hay que enfatizarlo precisamente
entre los jóvenes que más atracción sienten por lucir y aparecer bien.
– De acuerdo. Aquí el aroma exquisito y sublime del jazmín es por una
acción hasta heroica. Y que es asumir un problema y jugar un rol en un trance
difícil. Donde la belleza de la flor no es producto de afeites, ni de adornos
ni de oropeles, sino que es una cualidad vinculada a la ética.
– Donde la belleza no es superficial, sino que surge de las virtudes y
de las cualidades de las personas. Así como la paz no surge de la indiferencia
sino del compromiso, la belleza surge del coraje y de los valores.
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